Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents

Testimonios Selectos Tomo 2

 - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Capítulo 22—Primer ministerio de Pablo

    Este capítulo está basado en Hechos 9:25-31.

    De arabia volvió Pablo “de nuevo a Damasco” 1Gálatas 1:17. y hablaba “confiadamente en el nombre de Jesús.” Incapaces los judíos de rebatir la sabiduría de sus argumentos “hicieron entre sí consejo de matarle.” Día y noche guardaron diligentemente las puertas de la ciudad para que no se escapara. Esta crisis movió a los discípulos a buscar a Dios ardientemente, y al fin “tomándole de noche, le bajaron por el muro en una espuerta.”2TS 128.1

    Después de haberse fugado de Damasco, fué Pablo a Jerusalén a los tres años de su conversión, con el principal objeto de “ver a Pedro” según él mismo declaró después. Al llegar a la ciudad donde tan conocido fuera un tiempo como Saulo el perseguidor, “tentaba de juntarse con los discípulos; mas todos tenían miedo de él, no creyendo que era discípulo. Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y contóles cómo había visto al Señor en el camino, y que le había hablado, y cómo en Damasco había hablado confiadamente en el nombre de Jesús.”2TS 128.2

    Al oir esto, los discípulos lo admitieron en su medio, y muy luego tuvieron abundantes pruebas de la sinceridad de su experiencia cristiana. El futuro apóstol de los gentiles estaba a la sazón en la ciudad donde residían muchos de sus antiguos colegas, a quienes anhelaba explicar las profecías referentes al Mesías, que habían quedado cumplidas por el advenimiento del Salvador.2TS 128.3

    Tenía Pablo la seguridad de que los doctores de Israel con quienes tan bien relacionado estuvo, eran igualmente sinceros y honrados como había sido él; pero no tuvo Pablo en cuenta el ánimo de sus colegas judíos y se trocaron en amargo desengaño las esperanzas que había puesto en su rápida conversión. Aunque “hablaba confiadamente en el nombre del Señor: y disputaba con los griegos,” los dignatarios de la iglesia judaica no quisieron creer y “procuraban matarle.”2TS 128.4

    Entristecióse el corazón de Pablo. De bonísima gana hubiera dado su vida, si con ello trajera a alguien al conocimiento de la verdad. Avergonzado, pensaba él en la activa parte que había tomado en el martirio de Esteban, y en su ansiedad de lavar la mancha arrojada sobre el calumniado mártir, quería vindicar la verdad en aras de la cual había entregado Esteban su vida.2TS 129.1

    Afligido en beneficio de los incrédulos, estaba Pablo orando en el templo, según él mismo atestiguó después, cuando cayó en éxtasis, y apareciósele un mensajero celeste que le dijo: “Date prisa, y sal prestamente fuera de Jerusalén; porque no recibirán tu testimonio de mí.” 2Hechos 22:18.2TS 129.2

    Pablo estaba inclnado a quedarse en Jerusalén, donde podía arrostrar la oposición. Le parecía un acto cobarde la huída, si quedándose podía convencer a alguno de los obstinados judíos de la verdad del mensaje evangélico, aunque el quedarse le costara la vida. Así que respondió: “Señor, ellos saben que yo encerraba en cárcel, y hería por las sinagogas a los que creían en ti; y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo también estaba presente, y consentía a su muerte, y guardaba las ropas de los que lo mataban.” Pero no estaba de acuerdo con los designios de Dios que su siervo expusiera inútilmente su vida; y el mensajero celeste replicó: “No, porque yo te tengo que enviar lejos a los gentiles.” 3Hechos 22:19-21.2TS 129.3

    Al enterarse de esta visión, los hermanos se apresuraron a facilitar a Pablo la fuga en secreto, por temor de que lo asesinaran, y “le acompañaron hasta Cesarea, y le enviaron a Tarso.” La partida de Pablo suspendió por algún tiempo la violenta oposición de los judíos, y la iglesia disfrutó de un período de sosiego, durante el cual multiplicóse el número de creyentes.2TS 130.1

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents