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Estudios en Educación Cristiana

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    Apéndice D — Palabras de ánimo a los obreros de sostén propio

    Elena G. de White

    1909

    Informe de un discurso de la Sra. Elena G. de White a los maestros y alumnos del Instituto Agrícola y Normal de Nashville, en Madison, Tennessee, 26 de abril de 1909.EEC 149.1

    Escuelas para los caminos y los vallados

    Estoy muy contenta de tener la oportunidad de hablar a tantos como veo delante de mí en este momento, en un campo donde todavía hay una gran obra por hacer. En todos estos campos no trabajados, se han de hacer esfuerzos especiales. Al trabajar por los que no están amonestados, hemos de procurar “forzarlos a entrar”. ¿Por qué? Porque las almas están en juego. Hay un mensaje para ser dado a estas almas, y aquellos que están en los caminos y los vallados deben oír la Palabra de vida.EEC 149.2

    Hace varios años, durante una visita anterior al sur, mientras paseaba, a veces preguntaba quién ocupaba las casas frente a las que pasábamos, y me dijeron que en muchas de las casas sureñas más grandes vivían hombres que tenían importantes responsabilidades en el cuidado de las grandes estancias. Al preguntar más, supe que nadie había procurado llevar a estos hombres la Palabra de vida. Ninguno había ido a ellos, con la Biblia en la mano, diciendo: “Tenemos algo precioso para usted, y queremos que usted lo oiga”. Antes de esto se me había presentado repetidamente que esta es una línea de trabajo que debe hacerse. Debemos ir a los caminos y los vallados, y llevar a la gente el mensaje de verdad que Cristo nos ha dado. Hemos de forzar a muchos a entrar.EEC 149.3

    Cristo quiso decir mucho cuando dijo: Salid por los caminos y los valladlos. No deben ustedes descuidar los caminos. Deben llevar la verdad a los que están en los caminos. Ni han de descuidar los que están en los vallados. Además de la obra que debe hacerse en las grandes ciudades, hay una tarea que deben hacer los que están esparcidos por toda la región alrededor. ¿Y cómo podemos alcanzarlos? Un medio importante de realizar esta obra es el establecimiento de pequeñas escuelas en comunidades necesitadas. Aun si hubiera unas pocas personas en el lugar, debería idearse algún medio para alcanzarlas. Dejen que el espíritu misionero se posesione de hombres y mujeres, jóvenes y adultos, y veremos que muchos irán a los caminos y los vallados, y constreñirán a los de corazón sincero a entrar.EEC 149.4

    Alguno puede preguntar: “¿Cómo los constreñirán?” Permitan que la verdad de Dios, en su pureza y poder, sea presentada a la conciencia de agentes vivientes, y enséñenles lo preciosa que es la verdad. Permitan que perciban que la Palabra de vida, aun Cristo mismo, vino a nuestro mundo porque Dios desea salvar a la humanidad caída; pues “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que crea en él, no se pierda más tenga vida eterna”.EEC 150.1

    La escuela de Madison prepara maestros para las escuelas de las montañas y escuelas misioneras familiares

    Hace casi cinco años, cuando estábamos buscando un lugar en el cual ubicar una escuela de preparación para maestros cerca de Nashville, visitamos esta plantación que más tarde aseguramos; y recuerdo que cuando vi el lugar por primera vez, hicimos planes de visitarla en carruajes, unos en una dirección y otros en otra, y buscamos a Dios pidiendo que nos impresionara si éste debía ser el lugar que él deseaba que eligiéramos para un centro de preparación. Por un tiempo, la perspectiva parecía prohibitiva; sin embargo, reservamos la plantación, y el trabajo comenzó. El Señor quería que la influencia de esta escuela se extendiera ampliamente por medio del establecimiento de pequeñas escuelas de misión en asentamientos carenciados en las montañas, donde maestros consagrados pudieran abrir las Escrituras a las almas hambrientas, y permitir que la luz de la vida brillara sobre los que estaban en la oscuridad.EEC 150.2

    Esta es exactamente la obra que Cristo hizo. Viajaba de lugar en lugar, y trabajaba por las almas. ¿Y quién era él? Uno igual al Padre. El Señor Jesús nos dio un ejemplo. Al ocuparse de la obra educativa en esas comunidades necesitadas, no permitan que ningún hombre venga a desanimarlos diciendo: “¿Por qué gasta su tiempo de esta manera? ¿Por qué no hacer una obra mayor y más importante en un campo más amplio?” Algunos, es cierto, deben hacer planes para anticipar el momento cuando harán un gran obra en respuesta a llamados generales, pero ¿quién se encargará de los caminos? ¿Quién irá a los vallados? Cristo llamará a algunos, y verán la necesidad de entrar en esas porciones descuidadas de la viña. Ellos se deleitarán en abrir las Escrituras a quienes están en tinieblas, y no comprenden la verdad. Esta es exactamente la obra que ha de hacerse. Que cada uno de nosotros esté en nuestro lugar y en nuestra suerte. Y si hay quienes el Señor llama para que se den a sí mismos a las porciones descuidadas de la viña, que ningún hombre procure que se vuelvan atrás de su obra señalada. Si aquellos que conocen la verdad, esconden de otros la gran luz que ha brillado sobre sus propios corazones, ellos serán tenidos por responsables por descuidar su deber.EEC 150.3

    Sentimos un interés ferviente en estas escuelas. Hay un vasto campo ante nosotros en el establecimiento de escuelas misioneras de familia. Que quienes sienten la carga de las almas sobre ellos, salgan y hagan trabajo de casa en casa, y enseñen a la gente precepto sobre precepto, aquí un poco, y allí un poco, guiándolos gradualmente a la plena luz de la verdad bíblica. Esto es lo que tuvimos que hacer en los días tempranos del mensaje. Al realizar esfuerzos fervientes, el Señor permitirá que su bendición descanse sobre los obreros, y descanse sobre los que están procurando comprender la verdad como está en la Palabra de Dios.EEC 151.1

    Hay verdades preciosas, verdades gloriosas, en la Palabra de Dios, y es nuestro privilegio llevar estas verdades ante la gente. En aquellas partes del campo donde muchos no pueden asistir a reuniones lejos de sus hogares, podemos llevar la verdad personalmente a ellos, y podemos trabajar con ellos con toda sencillez.EEC 151.2

    Un lugar para adultos y jóvenes en el campo del sur

    En preparación para la venida de nuestro Señor, hemos de hacer una obra amplia en las grandes ciudades. Tenemos un testimonio solemne que llevar a estos grandes centros. Pero en nuestra planificación para la extensión de la obra, debe incluirse mucho más que solo las ciudades. En los lugares apartados hay muchas, muchas familias que necesitan ser atendidas a fin de saber si comprenden la obra que Jesús está haciendo por su pueblo. Los que están en los caminos no han de ser descuidados, ni los que están en los vallados, y al viajar de un lugar a otro, y pasar ante casa tras casa, a menudo preguntábamos: “La gente que vive en estos lugares, ¿ha oído el mensaje? ¿Ha sido llevada a sus oídos la verdad de la Palabra de Dios? ¿Entienden que el fin de todas las cosas está cerca, y que los juicios de Dios son inminentes? ¿Se dan cuenta de que cada alma ha sido comprada a un precio infinito?” Cuando medito en estas cosas mi corazón anhela ver que la verdad sea llevada en su sencillez a los hogares de estas personas junto a los caminos y en lugares muy alejados de los atestados centros de población. No hemos de esperar hasta que se preparen obreros con los talentos más elevados para preparar el camino y mostrarnos cómo trabajar; sino, seamos mayores o jóvenes, tenemos el privilegio de comprender la verdad como es en Jesús, y al ver personas que no están en posesión del consuelo de la gracia de Dios, es nuestro privilegio visitarlos, y hacerles conocer el amor de Dios por ellos, y de su maravillosa provisión para la salvación de sus almas.EEC 151.3

    En esta obra en los caminos y los vallados, hay serias dificultades que afrontar y superar. El obrero, al buscar almas, no ha de temer ni desanimarse, pues Dios es su ayudador, y continuará siéndolo, y él abrirá caminos delante de sus siervos.EEC 152.1

    Estamos contentos, muy contentos, por las evidencias de prosperidad que acompañan la obra aquí en Madison. A cada uno de los reunidos en este Instituto, le diría: Escudriñe las Escrituras. Si usted no advierte plenamente los tiempos en que vive, y la cercanía del fin, procure obtener una percepción más completa de estas cosas escudriñando las Escrituras. Hay una obra que hacer en cada lugar. Debemos procurar captar el mismo espíritu del mensaje.EEC 152.2

    Debería haber escuelas para la gente de color como también en las tierras altas

    Hay gente de color que debe ser salva. Ayer fue mi privilegio hablar a la gente de color reunida en su pequeña iglesia en Nashville. Un buen grupo de gente de color escuchaba con notable atención las palabras presentadas.EEC 152.3

    Estas personas no tuvieron nada que ver con su color. No son responsables por el hecho de que no son blancas; y cuán necio es que los seres humanos, que dependen de cada respiración, que sientan que no tendríamos nada que hacer con la gente de color. Tenemos un deber que realizar hacia ellos, y en el temor de Dios estamos procurando cumplir con nuestro deber al proveer toda manera posible para que ellos oigan el mensaje del tercer ángel, y se preparen para proclamar la verdad a su propia raza.EEC 152.4

    ¿Conoce usted un alma que necesite salvarse? Cristo murió para salvar esa alma, y su trabajo es aprender cómo alcanzar el corazón de esa persona, y señalarle al Salvador.EEC 152.5

    En Hechos leemos la historia de Felipe y el noble: un noble etíope viajaba de vuelta a casa desde Jerusalén, y estudiaba las Escrituras; Felipe apareció delante de él, y le preguntó: “¿Entiendes lo que lees?” El registro nos informa que no lo entendía; y así Felipe subió al carro, y se sentó junto al eunuco, y abrió las Escrituras a su comprensión y lo deleitó con la verdad. Con corazón y mente iluminados, el etíope creyó el mensaje que había oído. Mientras seguían su camino, llegaron a una corriente de agua, “y dijo el eunuco: Aquí hay agua, ¿qué impide que yo sea bautizado?” y Felipe replicó: “Si crees de todo corazón, bien puedes”. El noble respondió: “Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios”. Al oír esta declaración, Felipe de inmediato bajó con el eunuco al agua, y allí lo bautizó. Felipe de inmediato se fue, pues había recibido un mensaje de ir a otra parte. El noble “siguió gozoso su camino”, creyendo en las verdades de la Palabra de Dios.EEC 152.6

    Cuando los corazones humanos son susceptibles a las influencias del Espíritu Santo de Dios, el Señor puede realizar una gran obra por medio de sus siervos. Puede llevarlos a asociarse con hombres y mujeres que necesitan ayuda y ánimo. En todas partes podemos encontrar almas que anhelan la ayuda que podamos darles; y al disponer de nuestro trabajo como para atender esta necesidad, no debemos perder de vista las partes descuidadas de la viña. Los hombres pueden decir que es un desperdicio de tiempo y dinero valiosos que jóvenes y señoritas fuertes vayan a estas montañas y lugares apartados para trabajar. Algunos podrán alegar que no podemos darnos el lujo de permitir que jóvenes de talento se ocupen de esta línea de trabajo.EEC 153.1

    “¡No podemos darnos el lujo!” Si hay solo un alma para salvar, esa alma es más preciosa que toda la riqueza combinada del mundo.EEC 153.2

    Hillcrest, una escuela de preparación para obreros de color

    Agradezcamos a Dios que la gente de color tiene una granja escuela cerca de Nashville. Antes de ayer tuve el privilegio de visitar la Escuela de Hillcrest, y de ver las pequeñas casas que habían levantado para acomodar a unos pocos estudiantes. Una hermana había enviado recientemente dinero suficiente para edificar una humilde cabaña. En este regalo, los administradores de la escuela ven una evidencia de la mano favorecedora de Dios. El Señor está realmente actuando sobre los corazones de su pueblo, y conduciéndolos a ayudar en el establecimiento de centros de preparación para la educación de jóvenes de color para trabajar entre los de su propia raza. Hillcrest es una propiedad hermosa, y da oportunidad para que muchos puedan recibir una preparación para servir. Agradezcamos a Dios por esto, y cobremos ánimo.EEC 153.3

    El hermano Staines y sus asociados están ocupados en una buena obra. Creo que el Señor los ha conducido, y los bendecirá al hacer concienzudamente aquello que han comenzado. Es mi oración que el Señor actúe sobre la mente de su pueblo para apropiarse de esta obra y ayudar a hacerla avanzar. No debemos permitir que las críticas y los movimientos no sabios de algunos de los hermanos desanimen a los obreros y estorben la obra. Como el Señor dirigió al hermano Staines a realizar esta obra, otros serán dirigidos a varios lugares para ayudar. Los hombres en diferentes partes del campo, como colaboradores con Dios, buscarán a jóvenes de color prometedores, y los animarán a asistir a esta escuela. Y ellos ayudarán a proveer un edificio adecuado con salas de clase.EEC 153.4

    En años pasados la gente de color ha sido terriblemente descuidada. El tiempo está llegando cuando no podamos darles fácilmente el mensaje. Se pondrán restricciones acerca de ellos hasta tal punto que será casi imposible alcanzarlos; pero en este tiempo ese no es el caso, y podemos ir a muchos lugares donde hay personas de color, y podemos abrirles las Escrituras a su comprensión, y conducirlos a aceptar las verdades de la Palabra de Dios. Cristo hará la impresión sobre sus corazones.EEC 154.1

    Algunos no ven la necesidad de escuelas rurales

    Hay entre nosotros algunos que han estado en la verdad durante años, que nunca han visto ni sentido la necesidad que hay para trabajar por los caminos y los vallados. Todos ellos deberían buscar una reconversión del corazón, iluminación divina, para que puedan discernirlas necesidades de un mundo moribundo. Cristo vino para buscar y salvar lo que se había perdido. Él iba a pie. No viajaba en transportes cómodos. No había ferrocarriles ni otros medios modernos de trasporte en sus días. Se sabe que caminaba, y que multitudes se unían a él mientras caminaba. A lo largo del camino, al viajar, abría las Escrituras a la comprensión de sus seguidores. Constantemente les repetía las palabras de vida. Las multitudes que lo apretujaban, estaban encantados con los principios que presentaba en sus discursos.EEC 154.2

    Al ir por los caminos y los vallados, no permitan que ningún ministro les diga: “¿Por qué hacéis esto?” Tenemos como nuestro ejemplo a Cristo sobre esta tierra. Hemos de sacar nuestras luces de debajo de las cubiertas que las esconden de otros, y dejarlas brillar en medio de la oscuridad moral.EEC 154.3

    “Somos colaboradores con Dios”. Los que esperan vestir al fin una corona de vida, tienen que ser luminarias en esta vida.EEC 154.4

    No digan que no pueden afrontar la obra de sostén propio

    Cuando visité Madison por primera vez, hace unos cinco años, y observamos esta propiedad para la escuela, les dije a los que estaban conmigo, que en apariencia era similar a uno de los lugares que se me habían presentado antes en visión durante la noche, un lugar donde nuestro pueblo pudiera tener la oportunidad de presentar la luz de la verdad a quienes nunca habían oído el último mensaje del evangelio…EEC 154.5

    Estoy contenta de que nuestro pueblo se estableció aquí en Madison. Estoy contenta de encontrarme con estos obreros aquí, quienes se están ofreciendo para ir a diferentes lugares. La obra de Dios ha de avanzar constantemente; su verdad ha de triunfar. A cada creyente diríamos: No permitan que nadie se interponga en el camino. No digan: “No podemos afrontar la obra en un lugar escasamente poblado, y mayormente de una manera de sostén propio, cuando afuera en el mundo hay grandes campos donde podríamos alcanzar a multitudes”. Y que ninguno diga: “No podemos sostenerlos en un esfuerzo de trabajo para los que están en lugares apartados”. ¡Qué! ¡No podemos afrontarlo! No pueden afrontar el trabajar en estos lugares aislados; y si descuidan esos campos, el tiempo vendrá cuando desearían que hubieran podido afrontarlo. Hay un mundo para salvar. Que algunos de nuestros maestros consagrados salgan a los caminos y los vallados, y fuercen a entrar a los de corazón honesto, no por fuerza física; ¡oh, no!, sino con el peso de la evidencia como se presenta en la Palabra de Dios.EEC 155.1

    Que ningún ser viviente —hombre, mujer, o niño— se quede egoístamente satisfecho con un conocimiento de la verdad. Hay hombres y mujeres de corazón sincero en las montañas que deben recibir el mensaje de advertencia. Hay quienes no pueden tener el privilegio de escuchar la verdad como a menudo se presenta en grandes asambleas; éstos deben ser alcanzados por el esfuerzo personal.EEC 155.2

    En la obra hay lugar para todos

    Cada uno tenemos una obra que hacer para Dios, cualquiera sea nuestra ocupación. Los que están en sus granjas, no han de pensar que sería una pérdida de tiempo para ellos hacer planes para ir y visitar a sus vecinos, y presentar delante de ellos la luz de la verdad para este tiempo; porque aun si parece difícil dejar el trabajo de la granja, no obstante no perderemos financieramente por causa del tiempo pasado ayudando a otros. Hay un Dios en el cielo que bendecirá nuestras labores. A cada hombre —y a cada mujer— él le ha dado su trabajo. Podemos cooperar con Cristo al mostrar a otros lo que significa buscar la vida eterna como si fuera un tesoro escondido. Dios nos ha llamado a esta clase de labor: atender a los pobres, los necesitados, los sufrientes; a estar despiertos a las necesidades de aquellos que necesitan refrigerio espiritual; a estar listos siempre para abrir las Escrituras a las almas hambrientas.EEC 155.3

    No permitan que otros lo desanimen de tomar parte en esta obra

    Alguno podrá decir: “Si me fuera a ocupar en esta clase de obra, algunos conectados con la iglesia me mirarían mal”. ¿Qué pasaría si así fuera? Cristo ha dicho: “Tu justicia irá delante de ti y la gloria de Jehová será tu retaguardia”. No tenemos un estímulo mayor que éste; hemos de buscar salvar a aquellos que están dispuestos a salvarse. Hemos de llevar la verdad delante de aquellos que estén dispuestos a escucharla. Nuestras almas debieran estar llenas con un amor por la verdad. Y al hacer nuestra parte fielmente, Cristo reconocerá nuestros esfuerzos, y añadirá su bendición especial. Y oh, ¡qué recompensa espera a al ganador de almas! Cuando las puertas de esa hermosa ciudad en lo alto se abran sobre sus resplandecientes bisagras, y las naciones que guardaron la verdad entren por ellas, coronas de gloria se pondrán sobre sus cabezas, y atribuirán honor y gloria y majestad a Dios. Y en ese tiempo algunos vendrán a ustedes y dirán: Si no hubiera sido por las palabras que me hablaste con bondad, si no hubiera sido por tus lágrimas y ruegos y esfuerzos fervientes, nunca hubiera visto al Rey en su belleza. ¡Qué recompensa es ésa! ¡Cuán insignificante es la alabanza de los seres humanos en esta vida temporal, terrestre, en comparación con las recompensas infinitas que esperan a los fieles en la vida futura e inmortal!EEC 156.1

    La granja como un medio de sostén

    ¿No ven que la gloria del Señor está actuando aquí en Madison? Ustedes no han de fracasar, no han de desanimarse. Traigan a sus casas a los pobres que están marginados, háblenles palaras de consuelo. Yo sé que están tratando de hacer esta obra, y creo que Dios seguirá bendiciéndolos, y que él bendecirá esta granja escolar.EEC 156.2

    Agradezcamos a Dios por el privilegio de ser sus porta-luces. Esta hermosa granja en Madison es un medio de sostén; no ha de estorbarnos en hacer la obra específica que Dios nos ha señalado que hagamos. Y al tratar de extender la influencia de esta escuela a los lugares necesitados más allá, están haciendo exactamente la obra que Dios quiere que hagan. Su bendición estará sobre cada uno que procura magnificar la verdad. No permitan que ninguna mano viviente, de ministros o laicos, se ponga sobre usted con la declaración: “Usted no puede ir allá, no debe ir allá; no lo sostendremos si no va a donde le pedimos que vaya; o si no se entrega a la búsqueda de almas para traerlas a la verdad en cierto lugar que designemos”. Dios los bendecirá mientras siguen buscando almas perdidas en los lugares apartados.EEC 156.3

    La recompensa de aquellos que trabajan en lugares difíciles

    A aquellos que están conectados con nuestras diversas actividades escolares en el sur, yo diría: Ninguna mano se ponga sobre ustedes, diciendo: “No pueden hacer esta labor; no deben gastar su tiempo de esta manera”. ¡Tiempo! Es el tiempo de Dios, y tenemos el derecho de trabajar por los necesitados y los afligidos, y especialmente por la gente de color. Si seguimos trabajando con fe y humildad, Dios revelará que su justicia va delante de nosotros, y la gloria del Señor será nuestra retaguardia. Al tratar de seguir conociendo a Dios, aprenderemos que su salida está preparada como la luz de la mañana. Ustedes han estado ganando en entendimiento de esto desde que han estado aquí, ¿verdad?EEC 157.1

    En el comienzo, ustedes no tuvieron la luz brillante del día iluminando todas las líneas animadoras; pero Dios está obrando, y seguirá actuando. Perseveren en el humilde curso que han estado tomando, para preparar el camino para que el Señor obre.EEC 157.2

    Dios desea que cada hombre ocupe su lugar y su tarea, y no sientan que su trabajo es demasiado difícil. ¡Por qué! Porque él está listo para darles fuerzas. Él me ha otorgado fuerzas durante todo el camino según viajábamos hacia el este. Él me dio fuerzas para hablar a la gente que visitamos de lugar en lugar. En College View, Nebraska, yo hablé el sábado a dos mil personas. La gloria de Dios descansó sobre nosotros.EEC 157.3

    Ahora, mis queridos amigos, ¿quiénes serán colaboradores con Dios? ¿Quién tomará la carga del servicio? ¿Quién verá a los que están alejados, pasando dificultades, y sin saber nada de la verdad? ¿Quién los traerá? ¿Quién usará sus esfuerzos para hacerlos hijos e hijas de Dios? Cuando entren por las puertas a la ciudad, y se ponga la corona de vida sobre sus frentes, y las frentes precisamente de quienes ustedes trabajaron para salvar, ellos se arrojarán sobre sus cuellos y dirán: “Fuiste tú quién salvó mi alma; yo hubiera perecido si tú no me hubieras salvado de mí mismo. Te tomó bastante tiempo; pero fuiste paciente conmigo, y me ganaste al conocimiento de la verdad”.EEC 157.4

    Y entonces, mientras colocan sus coronas a los pies de Jesús, y tocan las arpas de oro que están en sus manos, y se unen en alabar y glorificar a su Redentor, y perciban que la de ellos es la mayor bendición de la vida, la vida eterna, habrá gozo en verdad. Y ¡oh, el pensar que nosotros podemos ser instrumentos, bajo Dios, en ayudar a mostrarles a hombres y mujeres el camino de la salvación, mientras vivimos en esta tierra!EEC 157.5

    Una súplica pidiendo familias que trabajen en el sur

    En conclusión, yo diría a cada uno: Si das tu corazón a Dios, si con humildad tomas la obra que te señala, y permaneces fiel, al fin escucharás las palabras, “Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. ¿No es esta recompensa suficiente? En ese mundo feliz, no habrá más tentaciones, ni tristezas. En tu vida terrenal has trabajado como colaborador de Dios; has vivido de tal modo que tu justicia se ha dado a conocer, y la gloria de Dios ha sido tu retaguardia.EEC 158.1

    ¡Oh, trabajemos hoy, mientras tenemos todavía oportunidad! Esforcémonos por traer almas a la luz de la verdad, al abrirles las Escrituras, y al orar con ellas, y suplicarles que acepten a Jesús como su Salvador. Y al ocuparte en esta obra, Jesús es tu Ayudador, el mismo Jesús que pasó por el camino antes que nosotros, y dio su vida a nuestro favor. Si hacemos sacrificios a mano derecha y a mano izquierda; si buscamos ser colaboradores con Dios, —sin el cual no podemos hacer nada bien— al final tendremos la vida que se mide con la vida eterna de Dios: sin la perspectiva de caída, sin Satanás que tiente y desvíe, sin muerte. Anhelo ver familias ocupadas en salvar almas, procurando hacer brillar su luz en medio de la oscuridad moral del mundo. Que Dios nos ayude, es mi oración.EEC 158.2

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