Medios de Dios para alcanzar los corazones
Mientras estaba en ***el Señor vino a mí durante la noche y me dirigió preciosas palabras de aliento acerca de mi obra, repitiendo el mismo mensaje que me había dado varias veces antes. Respecto a los que se habían apartado de la luz a ellos enviada, dijo: “Al despreciar y rechazar el testimonio que te he dado para que se lo comuniques, no es a ti, sino a mí, tu Señor, a quien han despreciado.”2JT 299.2
Si los temerarios y llenos de estima propia siguen su conducta sin que se los refrene, ¿qué condición reinará en la iglesia? ¿Cómo se habrán de corregir los males que existen en estas personas voluntariosas y ambiciosas? ¿Por qué medios las alcanzará Dios? ¿Cómo pondrá en orden su iglesia? Se presentan constantemente diferencias de opinión, y a menudo hay apostasías que afligen a la iglesia. Cuando penetran controversias o divisiones, todas las partes aseveran tener razón y una conciencia libre de culpa; y no quieren ser instruidas por aquellos que han llevado durante mucho tiempo la carga de la obra, y acerca de quienes hay motivos por saber que han sido guiados por el Señor. Les ha sido enviada la luz para despejar sus tinieblas, pero tienen corazón demasiado orgulloso para aceptarla y prefieren las tinieblas. Desprecian el consejo de Dios porque no coincide con sus opiniones y planes, y fomentan sus malas características. La obra del Espíritu de Dios que los pondría en la debida actitud, si la aceptasen, no ha llegado en una manera que les agrade ni que lisonjee su propia justicia. La luz que Dios les ha dado no es luz para ellos, y se extravían en las tinieblas. Sostienen que no se ha de conceder más confianza al juicio de quien ha tenido tan larga experiencia y a quien el Señor ha enseñado y empleado para hacer una obra especial, que en el de cualquier otra persona. ¿Es plan de Dios que obren así? ¿O es obra especial del enemigo de toda justicia mantener las almas en el error, atarlas con fuertes engaños que no pueden romper, porque se han colocado fuera del alcance de los medios que Dios ha ordenado para tratar con su iglesia?2JT 299.3
En todas las épocas del mundo, el Señor ha dado reproches, reconvenciones y corrección a su iglesia. Estas amonestaciones fueron despreciadas y rechazadas en el tiempo de Cristo por los fariseos llenos de justicia propia, que aseveraban no necesitar tales reprensiones y que se los trataba injustamente. No quisieron recibir la Palabra que el Señor daba por medio de sus siervos, porque no agradaba a sus inclinaciones. Si el Señor diese, delante de esta clase de personas de nuestra época, una visión que señalase sus errores, reprendiese su propia justicia y condenase sus pecados, se levantarían en rebelión, como los habitantes de Nazaret cuando Cristo les mostró su verdadera condición.2JT 300.1
Si estas personas no humillan su corazón delante de Dios y si albergan las sugestiones de Satanás, la duda y la incredulidad se apoderarán del alma, y lo verán todo en una luz falsa. Una vez sembradas las semillas de duda en su corazón, tendrán que cosechar una abundante mies. Llegarán a desconfiar y dudar de las verdades que son tan claras y llenas de belleza para los que no se han educado en la incredulidad.2JT 300.2
Los que adiestran su mente para que dude de todo lo que pueda ponerse en duda y sugieren esos pensamientos a otras mentes, hallarán siempre ocasión de dudar. Pondrán en tela de juicio y criticarán todo lo que se presente en el desarrollo de la verdad; criticarán la obra y la actitud de los demás; censurarán todo ramo de la obra en el cual no tengan parte ellos mismos. Se alimentarán de los errores, equivocaciones y faltas ajenas, “hasta que—dijo el ángel,—el Señor Jesús termine su obra de mediación en el santuario celestial, y se vista de las vestiduras de venganza y los sorprenda en su festín profano; y se encontrarán sin preparación para la cena de bodas del Cordero.” Su gusto se ha pervertido de tal manera que se sentirían inclinados a criticar aun la mesa del Señor en su reino.2JT 300.3
¿Reveló alguna vez el Señor a estas víctimas del engaño propio que ninguna reprensión ni corrección de él ha de tener peso para ellos a menos que la haya dado directamente en visión? Me espacio en este punto, porque la actitud que muchos están asumiendo ahora es un engaño de Satanás para arruinar las almas. Cuando las ha entrampado y debilitado por sus sofismas de tal manera que al ser reprendidas persistan en anular la obra del Espíritu de Dios, su triunfo sobre ellas será completo. Algunos, que profesan ser justos, llegarán, como Judas, a entregar a su Señor en las manos de sus más acerbos enemigos. Estos seres llenos de confianza en sí mismos y resueltos a poner en práctica su propia voluntad y sus propias ideas, irán de mal en peor, hasta que lleguen a seguir cualquier conducta más bien que renunciar a su voluntad. Avanzarán ciegamente en el camino del mal; pero como los fariseos seducidos, estarán tan engañados que pensarán prestar servicio a Dios. Cristo describió la conducta que seguirá cierta clase de personas cuando tenga oportunidad de desarrollar su verdadero carácter: “Mas seréis entregados aun de vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros.” Lucas 21:16.2JT 301.1
Dios me ha dado una notable y solemne experiencia en relación con su obra; podéis tener la seguridad de que mientras tenga vida, no cesaré de elevar una voz de amonestación según sea impresionada por el Espíritu de Dios, quieran o no los hombres oírla o tolerarla. No tengo sabiduría especial en mí misma; soy tan sólo un instrumento en las manos del Señor para hacer la obra que él me ha asignado. Las instrucciones que he dado por pluma o voz han sido una expresión de la luz que Dios me ha dado. He presentado los principios que el Espíritu de Dios ha estado grabando durante años en mi mente y escribiendo en mi corazón.2JT 301.2
Y ahora, hermanos, os suplico que no os interpongáis entre mí y el pueblo, para desviar la luz que Dios quiere que llegue a él. No quitéis por vuestras críticas toda la fuerza, toda la agudeza y poder de los Testimonios. No sintáis que podéis disecarlos para que se adapten a vuestras propias ideas, aseverando que Dios os ha dado capacidad para discernir lo que es luz del cielo, y lo que es expresión de simple sabiduría humana. Si los Testimonios no hablan según la Palabra de Dios, rechazadlos. No puede haber unión entre Cristo y Belial. Por amor de Cristo, no confundáis a la gente con sofismas humanos y escepticismo, y no anuléis la obra que el Señor quiere hacer. No hagáis de este agente de Dios, por vuestra falta de discernimiento espiritual, una piedra de escándalo que haga tropezar y caer a muchos para que sean “enlazados, y presos.”2JT 302.1