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Historia del Sábado

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    15 – Examen de una famosa falsedad

    ¿Fueron probados los mártires del tiempo de Plinio y posteriores sobre el tema de si habían observado el domingo o no? Argumento afirmativo citado de Edwards – Su origen – Ningún hecho para sostener ese argumento antes del siglo cuarto – Un solo caso al comienzo de ese siglo es todo lo que se puede pretender en apoyo de la afirmación – El domingo ni siquiera aludido en ese caso – Testimonio de Mosheim relacionado con la obra en la cual éste se encuentra

    Ciertos doctores en divinidad han hecho un esfuerzo especial para mostrar que el “día específico” de la epístola de Plinio es el primer día de la semana. Con este propósito aducen una narración fabulosa que los historiadores más confiables de la iglesia no han considerado digna de registrar. El argumento es este: Que en el tiempo de Plinio y después de él, es decir, desde el fin del primer siglo en adelante, cuandoquiera que los cristianos eran llevados antes sus perseguidores para su examen, se les preguntaba si habían guardado el día del Señor, término que se usaba para designar el primer día de la semana. Aquí hay una aseveración de dos hechos que deben establecerse: (1) Que cuando Plinio dice que los cristianos que fueron examinados por él acostumbraban reunirse en un día específico, ese día sin duda era el primer día de la semana. (2) Que la observancia del primer día de la semana era la gran prueba por la cual sus perseguidores paganos conocían a los cristianos. (3) Que el día del Señor era el nombre por el cual se conocía al primer día de la semana en el tiempo de Plinio, unos pocos años después de la muerte de Juan. Para probar estos puntos, el Dr. Edwards hace la siguiente declaración:HSPDS 155.1

    “De aquí el hecho de que sus perseguidores, cuando deseaban saber si los hombres eran cristianos, acostumbraban plantearles esta pregunta: ‘Dominicum servasti?’ – ‘¿Has observado el día del Señor?’ Si lo habían hecho, eran cristianos. Esta es la señal de su cristiandad, a diferencia de los judíos o lo paganos. Y si ellos decían que lo habían hecho, y no se retractaban, debían ser muertos. ¿Y cuál era su respuesta cuando se mantenían firmes?HSPDS 155.2

    ‘Christianus sum; intermittere non possum;’ – ‘Soy cristiano; no puedo pasarlo por alto’. Es una señal de mi religión, y el hombre que lo asume debe por supuesto guardar el día del Señor, porque es la voluntad de su Señor; y si lo abandonara, sería un apóstata de su religión”.1Manual del sábado, p. 120.HSPDS 155.3

    El Sr. Gurney, escritor inglés deldomingo-primer día de cierta nombradía, usa el mismo argumento y con el mismo propósito.2Ver su Historia, autoridad, y uso del sábado, cap. 4, pp. 87, 88. La importancia asignada a esta declaración, y la prominencia que le dieron los defensores del carácter sagrado del primer día, hace que sea apropiado que se examinen sus méritos. El Dr. Edwards no indica autoridad para su declaración; pero el Sr. Gurney rastrea la historia al Dr. Andrews, obispo de Winchester, que alega haberla tomado del Acta Martyrum, una antigua coledcción de hechos de los mártires. Fue a comienzos del siglo diecisiete que el Obispo Andrews presentó esto primero en su discurso en el tribunal de Star Chamber, contra Thraske, quien fue acusado ante ese tribunal arbitral de mantener la opinión herética de que los cristianos están obligados a guardar el séptimo día como sábado del Señor. Por lo tanto, la historia fue producida primero con el propósito de confundir a un observador del sábado cuando estuviera juzgado por sus enemigos de guardar ese día. Sir Wm. Domville, un hábil escritor anti-sabatario, rastrea así el asunto:HSPDS 155.4

    “Como hemos visto, el obispo se refiere al Acta de los mártires como justificación de su aseveración respecto a la pregunta, Dominicum servasti? pero no cita ni un solo caso de ellos en el que esta pregunta se haya hecho. Por lo tanto, nos queda a nosotros buscar los casos por nosotros mismos, dondequiera, cuando quiera se puedan encontrar. La colección más completa de las memorias y leyendas que todavía existe, relacionada con las vidas y los sufrimientos de los mártires cristianos, es ese por Ruinart titulada ‘Acta primorum Martyrum sincera et selecta’. He consultado cuidadosamente esa obra, y tomo la responsabilidad de afirmar que entre las preguntas allí mencionadas, que les fueron hechas a los mártires en el tiempo de Plinio y antes de él, y por casi doscientos años después, la pregunta Dominicum servasti? no aparece ninguna vez; ni ninguna pregunta equivalente.”3Examen de los seis textos, pp. 258-261.HSPDS 156.1

    Esto muestra de inmediato que no se puede obtener ninguna prueba de este sector, ya sea que el “día específico” de Plinio fuera el primer día de la semana, de que los mártires de la iglesia temprana fueron probados por la pregunta de si lo habían observado o no. También muestra que es falsa la declaración de que los mártires del tiempo de Plinio llamaban día del Señor al domingo y lo guardaban como tal. Después de citar todas las preguntas hechas a los mártires en el tiempo de Plinio y antes de él, y probando que no hay tal pregunta como se alega que se les haya dirigido, Domville dice:HSPDS 156.2

    “Esto puede ser suficiente para mostrar que Dominicum servasti? no era una pregunta en el tiempo de Plinio como el Sr. Gurney nos quiere hacer creer. Sin embargo, yo tengo todavía otra prueba del trato inicuo del tema, pero, postergo declararlo por el momento, para que pueda seguir con la investigación, ¿Cuál puede haber sido la autoridad sobre la cual el obispo Andrews dependió cuando afirmó que Dominicum servasti? fue alguna vez la pregunta usual planteada por los perseguidores paganos? Con este concepto pasaré por alto los martirios que ocurrieron entre el tiempo de Plinio y el siglo cuarto, ya que no contienen nada para este propósito, y de una vez iré al martirio cuya narración fue, no tengo dudas, la fuente de la cual el Obispo Andrews derivó su pregunta, Dominicum servasti? ‘¿Guarda usted el día del Señor?’ Este martirio ocurrió en 304 d. C.4En Baronio, la fecha es 303 d. C. Los sufrientes fueron Saturnino y sus cuatro hijos, y varias otras personas. Ellos fueron llevados a Cartago, y presentados ante el procónsul Amulino. En el informe dado de su examen por él, las frases, ‘CELEBRARE Dominicum’ y ‘AGERE Dominicum’, aparecen frecuentemente, pero en ningún caso se usa el verbo ‘servare’ con referencia a Dominicum. Yo menciono esto principalmente para mostrar que cuando el Obispo Andrews, aludiendo, como sin duda lo hace, a la narración del martirio, dice que la pregunta fue: Dominicum servasti?, es muy claro que él no tenía a mano a su autor, y que confiando en su memoria, acuñó una frase propia”.5Examen de los seis textos, pp. 263-265.HSPDS 156.3

    Domville cita largamente la conversación entre el procónsul y los mártires, que es bastante similar en muchos aspectos a la cita que hace Gurney y Edwards de Andrews. Luego añade:HSPDS 157.1

    “Siendo la narración del martirio de Saturnino la única que tiene la apariencia de apoyar la aseveración del Obispo Andrews de que ‘¿Guarda usted el día del Señor?’ era la pregunta usual a los mártires, ¿qué pasaría si pruebo que aún esta narración no produce ningún apoyo a esa afirmación? No obstante nada es más fácil que esta prueba; porque el Obispo Andrews realmente se ha equivocado en el significado de la palabra Dominicum al traducirla ‘en el día del Señor’. No tenía ese significado. Era una palabra bárbara en uso entre algunos de los escritores eclesiásticos en el siglo cuarto y posteriores, para expresar algunas veces una iglesia, y en otras ocasiones la cena del Señor, pero NUNCA el día del Señor.6Nota de Domville: “Dominicum no es, como se puede suponer al comienzo, un adjetivo, del cual diem [día] es el sustantivo sobreentendido. Es en sí mismo un sustantivo, neutro como aparece en el pasaje, ‘Quia non potesty intermitti Dominicum’ en la narración con respecto a Saturnino. El adjetivo latino Dominicum, cuando tiene el propósito de referirse al día del Señor, pienso que nunca se usó sin el sustantivo dies [día] expresado. En todas las narraciones contenidas en el Acta Martyrum de Ruinart, encuentro solo dos casos en que se haga mención del día del Señor, y en ambos casos el sustantivo dies está expresado”. Mis autoridades en este punto son:HSPDS 157.2

    “1. Ruinart, quien pone una nota a la palabra Dominicum en la narración del martirio de Saturnino, en la que dice que es una palabra que significa la cena del Señor7Este testimonio ciertamente es decisivo. Es la interpretación del compilador del Acta Martyrum mismo, y se da con referencia directa al caso específico en discusión. Una confirmación independiente de las autoridades de Domville, pueden encontrarse en la Hist. Eccles. de Lucio, siglo 4, cap. vi: “Fit mentio aliquoties locorum istorum in quibus convenerint Christiani, in historia persecutionis sub Diocletiano & Maximino. Et apparet, ante Constantinum etiam, locos eos fuisse mediocriter exstructos atque exornatos: quos seu Templa appellarunt seu Dominca; ut apud Eusebium (li. 9, c. 10) & Ruffinum (li. 1, c. 3).” Es seguro que Dominicum se usa aquí designando un lugar para el culto divino. El Dr. Twisse en su Moralidad del cuarto mandamiento, p. 122, dice: “Los padres antiguos, tanto griegos como latinos, llamaban templos con el nombre de dominica y κυρίακα [kuríaka]”. (‘Dominicum vero desinat sacra mysteria’), y cita a Tertuliano y a Cipriano en apoyo de su interpretación.HSPDS 157.3

    “2. Los editores de la edición benedictina de las obras de S. Agustín. Ellos afirman que la palabra Dominicum tiene los dos significados de una iglesia y la cena del Señor. Para el primero citan, entre otras autoridades, un canon del concilio del NeoCesarea. Para el segundo significado citan a Cipriano, y también se refieren al informe de San Agustín de su conferencia con los Donatistas, en el que se alude a la narración del martirio de Saturnino.8Domville cita las Obras de S. Agustín, t. v. pp. 116, 117, edición de Amberes, 1700 d. C.HSPDS 157.4

    “3. Gesner, quien en Thesaurus en latín publicado en 1749, da ambos significados de la palabra Dominicum Para el de la cena del Señor cita a Cipriano; para el de una iglesia, cita a Cipriano y también a Hilario”.9Examen de los seis textos, pp. 267, 268.HSPDS 158.1

    Domville afirma otros hechos de interés sobre este punto, y luego toma en cuenta al Sr. Gurney como sigue:HSPDS 158.2

    “Parece entonces que la referencia hecha por el Obispo Andrews a ‘Los hechos de los mártires’ completamente falla en establecer su sentencia con respecto a la pregunta que se alega que era hecha a los mártires, y también parece que existían razones fuertes y obvias para no poner una confianza implícita en esa sentencia, ¿qué debemos pensar de la consideración del Sr. Gurney por la verdad, cuando encontramos que no tiene escrúpulos en decir a sus lectores que el ‘día especificado’ mencionado en la carta de Plinio como el día en que los cristianos celebraban sus asambleas religiosas, era ‘claramente el primer día de la semana’, está probado por la misma pregunta que era costumbre que los perseguidores romanos dirigían a los mártires, Dominicum servasti? ‘¿has guardado el día del Señor?’? Para esta aseveración sin limitaciones, iniciada con la palabra ‘claramente’, a fin de hacerla más impresionantes, el Sr. Gurney no tiene ninguna excusa”.10Íd., pp. 270, 271.HSPDS 158.3

    La justicia del lenguaje de Domville no puede ser cuestionada cuando él caracteriza a este argumento en favor del primer día comoHSPDS 158.4

    “Una de esas atrevidas declaraciones equivocada de hechos tan frecuente en escritos teológicos, y que, por el tono de confianza tan generalmente asumido por los escritores en tales ocasiones, son usualmente recibidas sin examen, y se les permite, en consecuencia, pasar normalmente como verdad”.11Íd., pp. 272, 273.HSPDS 158.5

    La investigación a la que hemos sometido esta declaración muestra, 1. Que no hay registro de la pregunta, ¿Has guardado el día del Señor? que se habría hecho a los mártires en el tiempo de Plinio. 2. Que ninguna pregunta como esa se le hizo a ningún mártir antes del comienzo del siglo cuarto. 3. Que un solo caso de martirio en el cual se hizo alguna pregunta de este tipo, es todo lo que se puede afirmar. 4. Que en este único caso, que es todo lo que tiene la más mínima apariencia de sostener la historia que se está examinando, una traducción correcta del original latín muestra que la pregunta no tiene ninguna relación con la observancia del domingo. Todo esto se ha hecho sobre la suposición de que el Acta Martyrum, en la cual se encuentra esta historia, es una obra auténtica. Dejemos que Mosheim testifique acerca del carácter de esta obra en cuanto a su veracidad:HSPDS 158.6

    “En cuanto a aquellos informes que nos han llegado bajo el título de Acta Martyrum, o Los Hechos de los Mártires, su autoridad, ciertamente en cuanto a la mayor parte es de naturaleza muy cuestionable; de hecho, hablando en general, podría estar más cerca de la verdad, tal vez, si dijéramos que no tienen ninguna suerte de crédito alguno”.12Comentarios históricos, siglo 1, sec. xxxii, Historia del sábado.HSPDS 159.1

    Tal es la autoridad de la obra de la cual se ha tomado esta historia. No es extraño que los historiadores del primer día dejen la repetición de ella a los teólogos.HSPDS 159.2

    Tales son los hechos con respecto a esta extraordinaria falsedad. Ellos constituyen una exposición tan completa de este famoso argumento histórico para el domingo como para consignarlo al desprecio justo de todos los hombres honestos. Pero este es un argumento demasiado valioso para renunciar a él livianamente, y además es tan veraz como ciertos otros argumentos históricos en favor del domingo. No alcanzará con abandonar este argumento por causa de deshonestidad; porque otros tendrán que desaparecer por poseer el mismo carácter.HSPDS 159.3

    Desde la publicación del elaborado trabajo de Domville, James Gilfillan de Escocia ha escrito un gran tomo titulado, El sábado, que ha circulado extensamente en Europa así como en Norteamércia, y se lo estima como una obra reconocida por la Sociedad Norteamericana de Tratados y por las denominaciones del primer día en general. Gilfillan había leído a Domville como se observa por sus declaraciones en las páginas 10, 142, 143, 616 de este tomo. Por lo tanto conocía la exposición del fraude con respecto a “Dominicum servasti?” Pero aunque estaba familiarizado con esta exposición, él no ofrece ni una palabra como respuesta. Por el contrario, él repite la historia con tanta seguridad como si no se hubiera probado su falsedad. Pero como Domville había considerado el asunto desde el Actas Martyrum, era necesario que Gilfillan lo rastreara hasta alguna otra autoridad, y así él la asigna al Cardenal Baronio. Aquí están las palabras de Gilfillan:HSPDS 159.4

    “Desde los días de los apóstoles en adelante por muchos años, los seguidores de Cristo no tuvieron enemigos más fieros e implacables que esa gente [los judíos]l, que los maldecían en la sinagoga, enviaban emisarios a todos los países para calumniar a su Maestro y a ellos, y fueron instigadores donde quiera que podían, del martirio de hombres, tales como Policarpo, de quien el mundo no era digno. Entre las razones de esta enemistad mortal estaba el cambio del día sabático. Los romanos, aunque no tenían objeción en este sentido, castigaban a los cristianos por la fiel observancia de su día de reposo, una de las preguntas de prueba que les hacían a los mártires era, Dominicus servasti? - ¿Ha guardado el día del Señor?–Baronio An. Eccles., 303 d. C., Número 35, etc.”13El sábado, por James Gilfillan, p. vii.HSPDS 159.5

    Habiendo Gilfillan reproducido esta declaración y asignado su autoridad como el analista Baronio, los escritores más recientes del primer día tomaron coraje y repitieron la historia después de él. Ahora están bien, según pensaban. ¿Qué pasaría si el Acta Martyrum les hubiera fallado? Domville debía haber ido a Baronio, quien a su juicio, es la verdadera fuente de información en este asunto. Si él hubiera hecho esto, dicen ellos, él hubiera evitado desviar a sus lectores. Pero determinemos qué maldad hizo Domville en este caso. Todo consiste en la aseveración de dos cosas sacadas del Acta Martyrum.14Para romper la fuerza de la declaración de Domville en la que él expone la historia como contada originalmente por el Obispo Andrews como procedente del Acta Martyrum, se dice que Domville usó el Acta Maryrum de Ruinart, y que Ruinart no había nacido hasta treinta y un años después de la muerte del Obispo Andrews, de modo que Domville no fue al mismo libro que usó el obispo, y por lo tanto no pudo encontrar lo que él encontró. Aquellos que levantan este punto traicionan su ignorancia, o exponen su deshonestidad. El Acta Martyrum es una colección de memorias de los mártires, escritas por sus amigos de época en época. Runiart no escribió una obra nueva, sino sencillamente editó “la colección más valiosa” de estas memorias que alguna vez apareció. Ver la Cyclopedia de McClintock y Strong, t. i, pp. 56, 57. Domville usó la edición de Ruinart, porque, como él lo expresa, es la “colección más completa de las memorias y leyendas que todavía existen, relacionadas con los sufrimientos de los mártires cristianos”. El uso que hizo Domville de Ruinart, fue, por lo tanto, en el grado más alto de justicia y rectitud.HSPDS 159.6

    1. Que no se hizo ninguna pregunta como “Dominicus servasti?” a ningún mártir hasta la primera parte del siglo cuarto, unos doscientos años después del tiempo de Plinio.HSPDS 160.1

    2. Que la pregunta ni siquiera se relacionaba con lo que se llamó el día del Señor, sino a la cena del Señora.HSPDS 160.2

    Ahora es un hecho notable que Gilfillan virtualmente admitió la verdad de la primera de estas declaraciones, porque el caso más temprano que él pudo encontrar en Baronio es 303 d. C., como su referencia lo muestra claramente. ¡Difiere solo un año de la fecha asignada en el Acta Martyrum de Ruinart, y se relaciona con el mismo caso que Domville ha citado de esa obra! La primera declaración y la más importante de Domville es por lo tanto vindicada por Gilfillan mismo, aunque él no tiene la franqueza de decirlo expresamente.HSPDS 160.3

    El segundo punto de Domville es que Dominicum, cuando se usa como un sustantivo, como es en el caso presente, significa una iglesia o la cena del Señor, pero nunca significó día del Señor. El establece el hecho con una evidencia incuestionable. Gilfillan estaba familiarizado con todo esto. Él no podía responderle a Domville, y no obstante no estaba dispuesto a abandonar la falsedad que Domville había expuesto. Así que se aparta del Acta Martyrum en el cual el compilador expresamente define la palabra como que significa precisamente lo que Domville asevera, y presenta al gran analista romano, el Cardenal Baronio. Ahora, dicen nuestros amigos del primer día, hemos de tener la verdad de una alta autoridad. Gilfillan ha encontrado en Baronio una declaración expresa de que los mártires fueron probados con la pregunta, “¿Ha guardado el día del Señor?” No importa entonces el Acta Martyrum del cual el obispo Andrews obtuvo esta historia. Ese libro, de hecho, nos ha fallado, pero tenemos en su lugar el testimonio de peso del gran Baronio. Es cierto que no fija la prueba más temprano que el siglo cuarto, que lo vuelve sin valor como prueba de que Plinio afirmaba que el día era domingo; pero es muy valioso tener a Baronio que da testimonio de que ciertos mártires del siglo cuarto fueron muertos porque observaban el domingo-día del Señor.HSPDS 160.4

    Pero estos pensamientos jubilosos son vanos. Yo tengo que aseverar un hecho grave en un lenguaje claro: ¡Gilfillan ha falsificado deliberadamente el testimonio de Baronio! Ese historiador registra en detalle el martirio de Satunino y su grupo en el norte de África en 303 d. C. Es exactamente la historia que Domville ha citado del Acta Martyrum, y Baronio repetidamente indica que él mismo la copió de esa obra. Él da diversas preguntas propuestas por el procónsul, y las diversas respuestas que le fueron dadas por cada uno de los mártires. Yo copio de Baronio el más importante de estos. Ellos fueron arrestados mientras celebraban el sacramento del Señor de acuerdo con la costumbre.15Ibique celebrantes ex more Dominica Sacramenta.–Baronio, t. 3, p. 348, 303 d. C., No. xxxvi. Lucæ, 1738 d. C. La siguiente es la acusación con la cual fueron arrestados: Habían celebrado el Collectam Dominicus en contra de la orden de los emperadores.16Qui contra edictum Imperatorum, & Cæsarum Collectam Dominicam celebrassent. Baronio, t. 3, p. 348, 303 d. C. No. xxxix. El procónsul preguntó al primero si él había celebrado el Collectam, y él respondió que era cristiano, y que había hecho eso.17Utrum Collectam fecisset. Qui cum se Christianum, & in Collecta fuisse profiteretur. Id. Ib. Otro dice: “Yo no solo he estado en la Collecta, sino he celebrado la Dominicum con los hermanos porque yo soy un cristiano”.18Nam & in Collecta fui, Dominicum cum fratribus celebravi, quia Christiana sum. Id., No. xliii, p. 344. Esto se decía de una mártir femenina. Otro dice que hemos celebrado el Dominicum, porque el Dominicum no puede ser descuidado”.19Dominicum celebravimus. Proconsul ait: Quare? Respondit: Quia non potest intermitti Dominicum. Id. No. 46, p. 350. Otro dijo que la Collecta fue hecha (u observada) en su casa.20In cujus dome Collecta facta fuit. Id. No. 47, p. 350. El procónsul preguntó otra vez a uno ya examinado, y recibió esta respuesta: “El Dominicum no puede ser pasado por alto, la ley así lo ordena”.21Intermitti Dominicum non potest, ait. Lex sic jubet. Íd. No. xlvii, p. 350. Cuando a uno le preguntaron si la Collecta fue hecha (u observada) en su casa, él contestó: “En mi casa hemos celebrado el Dominicum”. Y añadió: “Sin el Dominicum no podemos ser”, o vivir.22In tua, inquit procónsul, domo Collectæ factæ sunt, contra praecepta Imperatorum? Cui Emeritus sancto Spiritu inundatus: In domo mea, inquit, egimus Dominicum… Quoniam sine Dominico esse non possumus. Íd. No. xlix, pp. 350, 351. A otro, el procónsul le dijo que no deseaba saber si era cristiano, sino si había participado en la Collecta. Su respuesta fue: “Como si uno pudiera ser un cristiano sin el Dominicum, o como si el Dominicum pudiera ser celebrado sin el cristiano”.23Non quaero an Christianum sis sed an Collectamn feceris… Quast Christianus sine Dominico esse posit. Íd., No. 51, p. 351. Y le dijo más al procónsul: “Hemos observado la Collecta en forma muy sagrada; siempre nos hemos reunido en el Dominicum para leer la palabra de Dios”.24Collectam, inquit, religiosissime celebravimus; ad scriptura Dominicas legendas in Dominicum convenims semper. Íd. Ibídem, p. 351. Otro dijo: “Yo he estado en [literalmente, he hecho] la Collecta con mis hermanos, yo he celebrado el Dominicum”.25Cum fratibus feci Collectam, Dominicum celebravi. Íd. No. 52, p. 351. Después de él otro proclamó el Dominicum como la esperanza y la seguridad del cristiano, y cuando fue torturado como los otros, exclamó: “Yo he celebrado el Dominicum con un corazón devoto, y con mis hermanos yo he hecho la collecta porque soy un cristiano”.26Post quem junior Felix, spem slautemque Christianorum Dominicum esse proclamans… Ego, inquit, devota menta celebravi Dominicum; collectam cum fratribus feci, quia Christianus sum. Íd. No. 53. Cuando el procónsul otra vez preguntó a uno si él había dirigido el Dominicum, él replicó que él lo había hecho porque Cristo era su Salvador.27Utrum egeris dominicum. Cui respondit Saturninus: Egi Dominicum, quia Salvator est christus. Íd. Ib. p. 352.HSPDS 160.5

    Así he dado la sustancia de este famoso examen, y he puesto delante del lector las referencias que hay en él al Dominicum. Ha de observarse que Collecta se usa como otro nombre para Dominicum. Ahora, ¿usa Baronio una de esas palabras para indicar el día del Señor? Ocurre que él ha definido estas palabras con referencia directa a este mismo caso no menos de siete veces. Ahora leamos estas siete definiciones:HSPDS 162.1

    Cuando Baronio registró la primera pregunta dirigida a estos mártires, él define allí estas palabras como sigue: “Con las palabras Collectam, Collectionem y Dominicum, el autor siempre entiende el sacrificio de la misa”.28Per Collectam namque, and Ciollectionem, and Dominicum, intellegit Semper auctor sacrificium Missae. Baronio, t. 3, 303 d. C., No. xxxix. p. 348. Después de registrar las palabras de ese mártir que dijo que la ley ordenaba la observancia del Dominicum, Baronio define su declaración así: “Evidentemente la ley cristiana con respecto al Dominicum, no hay dudas acerca de celebrar el sacrificio”.29Scilicet lex Christiana de Dominico, nempe sacrificio celebrando. Íd. No. xlvii. p. 350. Baronio, con las palabras romanistas sacrificio y misa se refiere a la celebración de la cena del Señor por estos mártires. En la conclusión de los exámenes, él otra vez define la celebración del Dominicuma. Dice: ¨Se ha mostrado arriba al relatar estas cosas que los cristianos estuvieron impulsados, aun en el tiempo de persecuciones severas a celebrar el Dominicum. Evidentemente, como hemos declarado en otra parte y en muchos lugares, era un sacrificio sin derramamiento de sangre, y de designación divina”.30De celebratione Dominici; quod autem superuis in recitatis actis sit demonstratum, flagrantis persecutionis etiam tempore solicitos fuisse Christianos celebrare Dominicum, nempe (ut alias pluribus declararimus) ipsum sacrosanctum sacrificium incruentum. Íd. No. lxxxiii. p. 358. Y enseguida define otra vez Dominicum, diciendo: “Aunque es un hecho de que la misma expresión se empleó a veces con referencia al templo de Dios, no obstante, siendo que todas las iglesias sobre la tierra se han unido en este asunto, y de otras cosas relacionadas arriba, se ha mostrado suficientemente con respecto a la celebración del Dominicum, que se puede entender solo el sacrificio de la misa”.31Quod etsi sciamus eamdem vocem pro Dei templo interdum accipi solitam; tamen quod ecclesiæ omnes solo æquiatæ fuissent: ex aliis superius recitatis de celebratione Dominici, nonisi sacrificium missæ posse intelligo, satis est declaratum.–Íd. lxxxiv. p. 359. Nótese esta última declaración. Él dice que aunque la palabra se ha empleado para designar el templo del Señor, no obstante en las cosas aquí relatadas puede solo significar el sacrificio de la misa. Estos testimonios son sumamente explícitos. Pero Baronio no ha terminado. En el índice del tomo 3, él explica estas palabras otra vez con referencia directa a este mismo martirio. Así, bajo Collecta está esta declaración: “La Collecta, el Dominicum, la Misa, lo mismo 303 [d. C.], xxxix”.32Collecta, Dominicum, Missa, Íd. 303, xxxix, p. 677. Bajo Missa: “La Misa es lo mismo que la Collecta, o Dominicum, 303 [d. C.], xxxix”.33Missa ídem quod Collecta, sive Dominicum, 303, xxxix. p. 702. Bajo Dominicum: “Celebrar el Dominicum es lo mismo que celebrar la Misa, 303 [d. C.]. xxxix; 49.; li”.34Dominicum celebrare ídem quod Missas agere, 303, xxxix, 49; li. p. 684.HSPDS 162.2

    No es posible entender mal el significado de Baronio. ¡Él dice que Dominicum significa la Misa! La celebración de la cena por estos mártires sin duda era muy diferente de la pomposa ceremonia que la iglesia de Roma observa ahora bajo el nombre de Misa. Pero era el sacramento de la cena del Señor, con respecto a la que fueron probados, y por observar la cual eran sometidos a una muerte cruel. La palabra Dominicum significa “los misterios sagrados”, como la define Ruinart; y Baronio, siete veces afirma esta definición, aunque reconociendo que a veces se ha usado para significar el templo de Diosl, claramente declara que en este registro no puede tener ningún otro significado que el servicio al cual los romanistas llaman el sacrificio de la Misa. Gilfillan había leído todo esto, no obstante se atreve a citar a Baronio como diciendo que estos mártires fueron probados por la pregunta, “¿Ha guardado el día del Señor?” Él no podía sino saber que estaba escribiendo una falsedad directa; pero él pensaba que el honor de Dios, y el progreso de su causa de verdad, demandaban este acto de sus manos.HSPDS 162.3

    Antes que Gilfillan escribiera su obra, Domville había llamado la atención al hecho de que la sentencia, “Dominicum servasti?” no aparece en el Acta Martyrum, se usa un verbo diferente cada vez. Pero esta es la forma popular de esta pregunta, y no debe renunciarse a ella. Así Gilfillan declara que Baronio la usa en su registro de los martirios en el año 303 d. C. Pero hemos citado las diferentes formas de preguntas registradas por Baronio, y hemos encontrado que son precisamente las mismas que las del Acta Martyrum.Dominicum servasti?” no aparece en ese historiador, y Gilfillan, al aseverar que lo hace, es culpable de falsedad. Esto, sin embargo, es comparativamente poco importante. Pero aseverar que Baronio habla del día del Señor bajo el nombre de Dominicum, Gilfillan queda convicto de falsedad inexcusable en asuntos de seria importancia.HSPDS 163.1

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