Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents

Historia del Sábado

 - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    9 – El sábado desde Nehemías a Cristo

    Grandes cambios en el pueblo judío con respecto a la idolatría y la observancia del sábado después de su regreso de Babilonia – El decreto de Antíoco Epífanes contra el sábado – Masacre de un millar de observadores del sábado en el desierto – Masacre similar en Jerusalén – Decreto de los ancianos judíos con respecto a resistir ataques en sábado – Otros martirios – Victorias de Judas Macabeo – Cómo Pompeyo capturó a Jerusalén – Enseñanzas de los doctores judíos respecto del sábado – Estado de la institución del sábado al final de la primera venida del Salvador

    El lapso de casi cinco siglos intervino entre el tiempo de Nehemías y el comienzo del ministerio del Redentor. Durante ese período ocurrió un cambio extraordinario en el pueblo judío. Previamente, ellos habían sido idólatras hasta un nivel alarmante, y violadores flagrantes del sábado. Pero después de su retorno de Babilonia no fueron de ningún modo culpables de idolatría, el castigo de la cautividad fue una cura efectiva de este mal.1Hablando de la cautividad babilónica, en su nota sobre Ezequiel 23:48, el Dr. Clarke dice: “Desde ese tiempo hasta el presente los judíos nunca recayeron en la idolatría”. De manera similar ellos cambiaron su conducta relativa al sábado; durante este período cargaron la institución del sábado con las ordenanzas más pesadas y rigurosas. Un breve repaso de este período será suficiente. Bajo el reinado de Antíoco Epífanes, el rey de Siria, 170 a. C., los judíos fueron gravemente oprimidos.HSPDS 73.1

    “El rey Antíoco escribió a todo su reino, que todos deberían ser un pueblo, y cada uno debía dejar sus leyes: así todos los paganos aceptaron seguir el mandato del rey. No obstante, también muchos de los Israelitas consintieron con su religión, y sacrificaron a los ídolos, y profanaron el sábado”.21 Macabeos 1:41-43.HSPDS 73.2

    La mayor parte de los hebreos permanecieron fieles a Dios, y como consecuencia, se vieron obligados a huir por sus vidas. De esta manera continua el historiador:HSPDS 73.3

    “Entonces muchos que buscaban la justicia y el juicio se fueron al desierto para vivir allí: tanto ellos como sus niños, y sus mujeres, y su ganado; por causa de que las aflicciones crecieron gravemente sobre ellos. Ahora cuando se les dijo a los siervos del rey, y a la hueste que estaba en Jerusalén, en la ciudad de David, que ciertos hombres habían quebrantado el mandato del rey, y se habían ido a los lugares secretos del desierto, ellos los siguieron en gran número, y habiéndolos alcanzado, acamparon contra ellos, e hicieron guerra contra ellos en sábado. Y ellos les dijeron: Que lo que hicieron hasta aquí les sea suficiente; vengan, y hagan conforme al mandato del rey, y vivirán. Pero ellos dijeron: No iremos, ni obedeceremos el mandato del rey, de profanar el sábado. Así que ellos les dieron batalla de inmediato. No obstante ellos no les respondieron, ni arrojaron siquiera una piedra contra ellos ni salieron de los lugares donde estaban escondidos. Pero dijeron: Muramos en nuestra inocencia; el cielo y la tierra testificarán a nuestro favor, de que nos matan equivocadamente. Asi que se levantaron contra ellos en batalla en sábado, y los asesinaron, con sus esposas e hijos, y su ganado, en número de mil personas”.31 Mac. 2:20-38; Josefo, Antigüedades, libro xii, cap. 6HSPDS 73.4

    En Jerusalén misma ocurrió una masacre similar. El rey Antíoco envió a Apolonio con un ejército de veinte mil hombres,HSPDS 74.1

    “Llegado éste a Jerusalén y fingiendo venir en son de paz esperó hasta el día santo del sábado. Aprovechando el descanso de los judíos , mandó a sus tropas que se equiparan con las armas, y a todos los que salían a ver aquel espectáculo, los hizo matar e, invadiendo la ciudad con los soldados armados, hizo caer una considerable multitud”.42 Mac. 5:25, 26.HSPDS 74.2

    En vista de estos terribles hechos de matanza, Matatías, “un hombre grande y honorable”, el padre de Judas Macabeo, con sus amigos decretó lo siguiente:HSPDS 74.3

    “A todo aquel que venga a atacarnos en día sábado, le haremos frente para no morir todos como murieron nuestros hermanos en las cuevas”.51 Mac. 2:41.HSPDS 74.4

    No obstante, después de eso algunos fueron martirizados por observar el sábado. Así leemos:HSPDS 74.5

    “Otros, que se habían reunido en cuevas próximas para celebrar a escondidas el día séptimo, fueron denunciados a Filipo y quemados juntos, sin que quisieran hacer nada en su defensa, por respeto a la santidad del día”. 62 Mac. 6:11.HSPDS 74.6

    Después de esto, Judas Macabeo hizo grandes cosas en defensa de los hebreos, y para resistir la terrible opresión del gobierno sirio. De una de estas batallas leemos:HSPDS 74.7

    “Luego, dando como consigna Auxilio de Dios, él mismo al frente del primer cuerpo trabó combate con Nicanor. Al ponerse el Todopoderoso de su parte en la lucha, dieron muerte a más de nueve mil enemigos, hirieron y mutilaron a la mayor parte del ejército de Nicanor, y a todos los demás los pusieron en fuga. Se apoderaron del dinero de los que habían venido a comprarlos. Después de haberlos perseguido bastante tiempo, se volvieron, obligados por la hora, pues era víspera del sábado, y por esta causa no continuaron en su persecución. Una vez que hubieron amontonado las armas y recogido los despojos de los enemigos, comenzaron la celebración del sábado, desbordándose en bendiciones y alabanzas al Señor que en aquel día les había salvado, estableciendo el comienzo de su misericordia. Al acabar el sábado, dieron una parte del botín a los que habían sufrido la persecución, así como a las viudas y huérfanos; ellos y sus hijos se repartieron el resto”.72 Mac. 8:23-28.HSPDS 74.8

    Después de esto los hebreos siendo atacados en el sábado por sus enemigos, los derrotaron con gran matanza.81 Mac. 9:43-49; Josefo, Antigüedades, libro xiii, cap. i; 2 Mac. 15.HSPDS 75.1

    Por el año 63 a. C., Jerusalén fue sitiada y tomada por Pompeyo, general de los romanos. Para hacer esto, fue necesario llenar una inmensa zanja, y levantar contra la ciudad un banco sobre el cual poner las máquinas de asalto. Josefo relata así el evento:HSPDS 75.2

    “Y si no hubiera sido por nuestra práctica, desde los días de nuestros padres, de descansar en el séptimo día, este banco nunca se hubiera completado, por cauda de la oposición que los judíos hubieran hecho; porque aunque nuestra ley nos permite defendernos contra los que comienzan a pelear con nosotros, no obstante no nos permite meternos con nuestros enemigos mientras hacen cualquier otra cosa. Los romanos entendieron eso, en aquellos días que llamamos sábados, ellos no arrojaron nada contra los judíos, ni vinieron para dar batalla con ellos, sino levantaron sus bancos de tierra, y trajeron sus máquinas tanto hacia adelante, que pudieron usarlos los días siguientes”.9Antigüedades de los judíos, l. xiv, cap. 4. Aquí llamamos la atención a uno de aquellos fraudes históricos por los cuales se muestra que el domingo es el sábado. El Dr. Justin Edwards afirma el caso de este modo: “Pompeyo, el general romano, sabiendo esto, cuando sitió a Jerusalén, no los atacó en el sábado; sino pasó el día construyendo sus obras, y preparando para atacarlos el lunes, y de una manera que ellos no pudieran resistir, y así tomó la ciudad”. Sabbath Manual, p. 216. Es decir, ¡el día siguiente al sábado era lunes, y por supuesto el domingo era el sábado! No obstante, el Dr. E. bien sabía que en el tiempo de Pompeyo, 63 años antes de Cristo, el sábado era el único sábado semanal, y el domingo fue el día del ataque, y no el lunes.HSPDS 75.3

    De este modo se ve que Pompeyo cuidadosamente se abstuvo de atacar a los judíos en cada sábado durante el sitio, pero pasó todo el día llenando la zanja y levantando el banco, para que pudiera atacarlos el día siguiente a cada sábado, es decir, en los domingos. Josefo además relata que los sacerdotes no fueron estorbados en su sagrado ministerio por las piedras arrojadas entre ellos por las máquinas de Pompeyo, aún “si algún accidente lamentable ocurría”; y que cuando tomaron la ciudad y los enemigos cayeron sobre ellos, y degollaron a quienes estaban en los templos, pero los sacerdotes no se escaparon o dejaron de ofrecer los sacrificios acostumbrados.HSPDS 75.4

    Estas citas de la historia judía son suficientes para indicar el cambio extraordinario que vino sobre la gente con respecto al sábado, después de la cautividad babilónica. Un breve vistazo a la enseñanza de los doctores judíos respecto del sábado en el tiempo cuando nuestro Señor comenzó su ministerio concluirá este capítulo:HSPDS 75.5

    “Ellos enumeraron unas cuarenta tareas primarias, que ellos decían estaban prohibidas de hacer en sábado. Bajo cada una de estas, había numerosas tareas secundarias, que ellos decían que también estaban prohibidas… Entre las tareas primarias que estaban prohibidas, estaban el arar, el sembrar, el cosechar, el trillar, el limpiar, el moler, etc. Bajo el título de moler, se incluía el quebrar o dividir las cosas que antes estaban unidas… Otra de sus tradiciones era que, como el trillar estaba prohibido en sábado, el machacar las cosas, que era una especie de trilla, también estaba prohibida. Por supuesto, era violar el sábado caminar sobre el pasto verde, porque eso hubiera sido machacarlo o trillarlo. Así, un hombre no podría cazar en sábado, ni podría atrapar una pulga; porque eso era una especie de cacería. Como un hombre no podría llevar una carga en sábado, no podría llevarle agua a un animal sediento, porque eso era una especie de carga; pero podría echar agua en una batea, y conducir el animal hasta ella… No obstante, si una oveja cayera en un pozo, ellos podían libremente sacarle de allí, y llevarla a un lugar seguro… Decían que un hombre podría ministrar a un enfermo con el propósito de aliviar su malestar, pero no con el propósito de sanar su enfermedad. Se podía poner una cubierta en un ojo enfermo, o ungirlo con un colirio con el propósito de aliviar el dolor, pero no curar el ojo”.10Sabbath Manual of the American Tract Society [Manual del sábado de la Sociedad Norteamericana de Tratados], pp. 214, 215.HSPDS 75.6

    Tal fue el notable cambio en la conducta del pueblo judío hacia el sábado; y tales eran las enseñanzas de sus doctores con respecto a él. La institución más misericordiosa de Dios para la humanidad había llegado a ser una fuente de molestias; lo que Dios había ordenado como una delicia y una fuente de descanso había llegado a ser un yugo de esclavitud; el sábado, hecho para el hombre en el paraíso, era ahora una institución muy opresiva y pesada. Era tiempo de que Dios interfiriera. El siguiente en aparecer en la escena de acción es el Señor del sábado.HSPDS 76.1

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents