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Historia del Sábado

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    21 – Indicios del sábado durante la Edad Oscura

    Definición de la Edad Oscura – Dificultad de rastrear al pueblo de Dios durante este período – El sábado efectivamente suprimido en la iglesia católica a fines del siglo quinto – Observadores del sábado en Roma por el año 600 d. C. – Los Culdeos en Gran Bretaña – Columba probablemente un observador del sábado – Los valdenses – Su antigüedad – Su amplia difusión – Sus peculiaridades – El carácter sabatario de una parte de este pueblo – Hechos importantes con respecto a los valdenses y los romanistas – Otros cuerpos de sabatarios – Los cátaros – Los arnoldistas – Los Petrobrusianos – Gregorio VII por el año 1074 condenó a los observadores del sábado – El sábado en Constantinopla en el siglo undécimo – Una porción de los anabaptistas – Sabatarios en Abisinia y Etiopía – Los armenios de las Indias Orientales – El sábado retenido durante la Edad Oscura por aquellos que no estaban en comunión con la iglesia romano

    Con el ascenso del obispo romano a la supremacía comenzó la Edad Oscura;1El Sr. Croly dice: “Con el título de ‘Obispo Universal’, el poder del papado, y la Edad Oscura, comenzaron por igual.”–Croly sobre el Apocalipsis, p. 173. y al aumentar en fuerza, la lobreguez de la oscuridad se situó con intensidad creciente sobre el mundo. La más alta elevación del poder papal marca el punto más tardío de la Edad Oscura antes de que aparezca la primera claridad del amanecer.2M’Clintock y Strong, Cyclopedia, t. iv, p. 591. Ese poder fue providencialmente debilitado en preparación para la reforma del siglo dieciséis, cuando la luz del día que avanza comenzó a disipar manifiestamente la gran oscuridad que cubría la tierra. La dificultad de rastrear el verdadero pueblo de Dios a través de este período está bien expresado en las siguientes palabras de Benedicto:HSPDS 255.1

    “Como apenas queda algún fragmento de su historia, todo lo que sabemos de ellos es por los informes de sus enemigos, que siempre se expresaron en el estilo de censura y queja; y sin los cuales no habríamos sabido que existieron millones de ellos. Fue una política establecida por Roma la de eliminar todo vestigio de oposición a sus doctrinas y decretos; todo lo herético, sean personas o escritos, por los cuales los fieles pudieran de algún modo contaminar y desviar. En conformidad con esta determinación fija, todos los libros y registros de sus opositores fueron buscados y entregados a las llamas. Antes que se descubriera el arte de imprimir en el siglo quince, todos los libros debían hacerse con la pluma; las copias, por supuesto, eran tan pocas que su ocultamiento era más difícil de lo que sería ahora; y si unos pocos de ellos escaparon a la vigilancia de los inquisidores, ellos pronto se gastarían y desaparecerían. Ninguno de ellos podía ser admitido y preservado en las bibliotecas públicas de los católicos, de los estragos del tiempo y de las manos de los bárbaros con los que en todas partes de Europa fueron abrumados en períodos diferentes”.3Historia de la denominación bautista, p. 50, ed. 1849.HSPDS 255.2

    Los primeros cinco siglos de la era cristiana lograron la supresión del sábado en aquellas iglesias que estuvieron bajo el control especial del pontífice romano. De allí en adelante, debemos buscar los observadores del sábado fuera de la comunión de la iglesia de Roma. Estaba predicho que el poder romano echaría por tierra la verdad.4Daniel 8:12. La Escritura presenta la ley de Dios como su verdad.5Salmos 119:142, 151. La Edad Oscura fue el resultado de esta obra de la gran apostasía. Tan densa y prevalente fue la oscuridad, que la pura verdad de Dios estuvo más o menos oscurecida aún para el pueblo verdadero de Dios en sus lugares de retiro.HSPDS 256.1

    Por el año 600, como hemos visto, hubo en Roma mismo una clase de cristianos observadores del sábado que eran muy estrictos en la observancia del cuarto mandamiento. Se ha dicho de ellos que unieron a eso una estricta abstinencia del trabajo en domingo. Pero el Dr. Twisse, un erudito escritor del primer día que ha examinado específicamente los registros con respecto a ellos, asevera que esta observancia del domingo correspondía a “otras personas, diferentes de las anteriores”.6Ver el capítulo 20 de esta obra. Estos observadores del sábado no eran romanistas, y el papa los denunció con un lenguaje duro.HSPDS 256.2

    Los cristianos de Gran Bretaña, antes de la misión de Agustín a ese país, en el año 596, no estaban sujetos al obispo de Roma. Eran, hasta un grado eminente, cristianos bíblicos. Se los describe así:HSPDS 256.3

    “La iglesia escocesa, cuando primero cayó bajo el ojo de la civilización, no era romana, ni siquiera prelaticia. Cuando el monje Agustín, con sus cuarenta misioneros, en el tiempo de la Heptarquía Sajona, vinieron a Bretaña bajo los auspicios de Gregorio, el obispo de Roma, para convertir a los bárbaros sajones, él encontró la parte norte de la isla ya casi llena con cristianos e instituciones cristianas. Estos cristianos eran los Culdeos, cuyo asiento principal era la pequeña isla de Hi, o Iona, en la costa occidental de Escocia. Un presbítero irlandés, Columba, sintiéndose sacudido con celo misionero, y sin duda conociendo la desgraciada condición de los escoceses y pictos salvajes, en el año 565 tomó consigo otros doce misioneros y pasó a Escocia. Fijaron su colonia en la pequeña isla ya nombrada, y desde allí llegaron a ser los misioneros de toda Escocia, y aún penetraron en Inglaterra.7M’Clintock y Strong, Cyclopedia, t. ii, pp. 600, 601; D’Aubigné, Historia de la Reforma, libro xvii.HSPDS 256.4

    “La gente en el sur de Inglaterra convertida por Agustín y sus asistentes, y aquellos en el norte que habían sido ganados por la labor culdea, pronto se encontraron, mientras la conquista cristiana avanzaba desde ambos lados; y cuando se juntaron, pronto se vio que los cristianismos romanos y Culdeos eran decididamente diferentes en una gran cantidad de aspectos.HSPDS 256.5

    “Los Culdeos, en su mayor parte, tenían una forma sencilla y primitiva de cristianismo, mientras Roma presentaba una enorme acumulación de supersticiones, y estaba engalanada con su bien conocida pompa.8M’Clintock y Strong, Cyclopedia, t. ii, p. 601.HSPDS 257.1

    “Los Culdeos fueron a Iona que en tranquilidad, con meditación, estudio y oración, pudieran prepararse para salir al mundo como misioneros. De hecho, Iona era un gran instituto misionero, donde los predicadores eran adiestrados para evangelizar a las rudas tribus de Escocia en un tiempo muy breve. Haber hecho tal obra en menos de medio siglo implica actividad apostólica, pureza y éxito.9Íd. Ib.HSPDS 257.2

    “Después del éxito de Agustín y sus monjes en Inglaterra, los Culdeos se habían encerrado dentro de los límites de Escocia, y por siglos resistieron todos los esfuerzos de Roma de ganarlos. Sin embargo, al fin, ellos fueron vencidos por sus propios gobernantes”.10Íd. Ib.HSPDS 257.3

    Hay una fuerte evidencia incidental de que Columba, el ministro dirigente de su tiempo entre los Culdeos, era un observador del sábado antiguo de la Biblia. En este punto, cito dos autores Católico-Romanos. Ellos ciertamente no tienen motivos para poner palabras como las que cito, en forma fraudulenta en labios de Columba, porque lo consideran como un santo, y no son amigos del sábado bíblico. Ni tampoco podemos ver cómo Columba pudo haber usado estas palabras con satisfacción, como evidentemente lo hizo, si cuando al morir hubiera sido toda su vida un violador del antiguo día de reposo del Señor. Aquí están las palabras del Dr. Alvan Butler:HSPDS 257.4

    “Habiendo continuado sus labores en Escocia por treinta y cuatro años, él clara y abiertamente predijo su muerte, y el sábado [Saturday] nueve de junio dijo a su discípulo Diermit: ‘Este día es llamado sábado, es decir, día de descanso, y eso será realmente para mí; porque él pondrá fin a mis labores’”.11Butler, Vidas de los padres, mártires y santos principales, art. San Columba, año 597.HSPDS 257.5

    Otro distinguido autor católico nos da sus palabras de moribundo así:HSPDS 257.6

    “Hoy es sábado [Saturday], el día que las Santas Escrituras llaman el sábado, o reposo. Y será realmente mi día de descanso, porque será el último de mi laboriosa vida”.12Los monjes del Occidente, t. ii, p. 104.HSPDS 257.7

    Estas palabras muestran, 1. Que Columba creía que el sábado [Saturday] era el verdadero sábado bíblico. 2. Que él no creía que el sábado había sido cambiado al domingo. 3. Que esta confesión de fe respecto del sábado bíblico fue hecha con evidente satisfacción, aunque en vista de su inmediata muerte. ¿Alguna vez un hombre del primer día alguna vez recordar con placer en su lecho de muerte el hecho de que el séptimo día es el sábado bíblico?HSPDS 257.8

    ¡Pero Gilfillan cita estas palabras de Columba como dichas en favor del domingo! Al dar una lista de hombres eminentes que han aseverado el cambio del sábado, o que han llamado al domingo el sábado, y enseñaron que debía ser observado como día de descanso sagrado, él presenta a Columba así:HSPDS 257.9

    “El testimonio de Columba es especialmente interesante, ya que expresa los sentimientos del corazón en un momento que prueba la sinceridad de la fe, y el valor de un credo:HSPDS 258.1

    ‘Este día’, dijo a su sirviente, ‘en el sagrado volumen es llamado el sábado, es decir, reposo; y de hecho será un sábado para mí, porque es para mí el último día de mi laboriosa vida, el día en el que descansaré (sabbatizaré), después de todas mis labores y aflicciones, porque en esta venidera sagrada noche del Señor (Dominica nocte), a la hora de medianoche, como dicen las Escrituras, seguiré el camino de mis padres’”.13Gilfillan, Sábado, p. 389.HSPDS 258.2

    Pero este día que Columba llamó “de hecho será un sábado para mí” no era un domingo sino un séptimo día [Saturday].HSPDS 258.3

    Entre los disidentes de la iglesia romana en el período de la Edad Oscura, el primer lugar tal vez le corresponde a los Valdenses, tanto por su antigüedad como la amplia extensión de su influencia y doctrina. Benedicto cita de sus enemigos con respecto a la antigüedad de su origen:HSPDS 258.4

    “Ya hemos observado de Claudius Seyssel, el arzobispo papista, que un Leo fue acusado de originar la herejía valdense en los valles, en los días de Constantino el Grande. Cuando aquellas medidas severas emanadas del emperador Honorio contra los ere-bautizadores, los bautistas abandonaron el asiento de la opulencia y el poder, y buscaron refugios en el campo y en los valles del Piamonte; en este último lugar en particular llegó a estar su refugio de la opresión imperial”.14Íd. pp. 32, 33.HSPDS 258.5

    Dean Waddington cita lo siguiente de Rainer Saccho, un escritor papista, quien tenía los mejores medios de información con respecto a ellos:HSPDS 258.6

    “No hay secta tan peligrosa como los Leonistas, por tres razones: primera, es la más antigua, algunos dicen que es tan antigua como Silvestre [papa en el tiempo de Constantino], otros como los apóstoles mismos. Segunda, está muy ampliamente diseminada: no hay país donde no hayan logrado entrar. Tercera, mientras otras sectas son profanas y blasfemas, esta retiene la máxima muestra de piedad; viven con justicia antes los hombres, y no creyendo nada con respecto a Dios que no sea bueno”.15Waddington, Historia de la iglesia, parte iv. cap. 18.HSPDS 258.7

    El Sr. Jones da la opinión del propio Saccho como sigue:HSPDS 258.8

    “Sus enemigos confirman la gran antigüedad. Reinerius Saccho, un inquisidor, y uno de sus más crueles perseguidores. Que vivió solo ochenta años después de Waldo [año 1160], admite que los valdenses florecieron quinientos años antes de ese predicador. Gretser, el jesuita, que también escribió contra los valdenses, y había examinado el tema completamente, no solo admite su gran antigüedad, sino declara su firme creencia de que los Toulusianos y Albigenses condenados en los años 1177 y 1178, no eran otros que los valdenses”.16Jones, Historia de la iglesia, t. ii, cap. 5, sec. 1.HSPDS 258.9

    Jortin fecha su retiro a los desiertos de los Alpes como sigue:HSPDS 259.1

    “Año 601, d. C. En el siglo séptimo, el cristianismo se propagó en China con los Nestorianos; y los valdenses, que aborrecían las usurpaciones papales, se supone que se establecieron en los valles del Piamonte. La vida monástica floreció prodigiosamente, y los monjes y los papas estaban en la unión más firme”.17Jordin, Eccles. Hist., t. ii, sec. 38.HSPDS 259.2

    El presidente Edwards dice:HSPDS 259.3

    “Algunos de los escritores papistas mismos afirman, que este pueblo nunca se sometió a la iglesia de Roma. Uno de los escritores papistas, hablando de los valdenses, dice: La herejía de los valdenses es la herejía más antigua en el mundo. Se supone que ellos se fueron a este lugar entre las montañas, para esconderse de la severidad de las persecuciones paganas que existieron antes de Constantino del Grande. Y así la mujer huyó al desierto del rostro de delante de la serpiente. Apocalipsis 12:6, 14. Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volara de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo’. La gente se estableció allí, su posteridad continuó [allí] de época en época; y es como si, .por muros naturales, así como por la gracia de Dios, estuvieron separados del resto del mundo, nunca participaron de la corrupción desbordante”.18Edward, Historia de la Redención, período iii, parte iv, sec. 2.HSPDS 259.4

    Benedicto presenta otras citas relacionadas con el origen de ellos:HSPDS 259.5

    “Theodore Belvedre [sic], un monje papista, dice que la herejía siempre estuvo en los valles. En el prefacio de la Biblia Francesa los traductores dicen que ellos [los valdenses] siempre tuvieron el gozo completo de la verdad celestial contenida en las Santas Escrituras desde que ellos fueron enriquecidos con la misma por los apóstoles; habiendo en buenos MSS conservado la Biblia entera en su lengua nativa de generación en generación”.19Hist. de la denom. Bautista, pp. 32-33.HSPDS 259.6

    De la extensión de su difusión en los países de Europa, Benedicto dice así:HSPDS 259.7

    “En el siglo trece, por los informes de historiadores católicos, todos los cuales hablan de los valdenses en términos de queja y crítica, ellos habían fundado iglesias individuales, o se esparcieron en colonias en Italia, España, Alemania, los Países Bajos, Bohemia, Polonia, Lituania, Albania, Lombardía, Milán, Romagna, Vicenxa, Florencia, Veleponetino, Constantinopla, Filadelfia, Sclavonia, Bulgaria, Diognicia, Sarmacia, Croacia, Dalmacia, Bretaña y Piamonte”.20Íd., p. 31.HSPDS 259.8

    Y el Dr. Edgar da las palabras de un antiguo historiador como sigue:HSPDS 260.1

    “Los valdenses, dice Popliner, se esparcieron, no solo por toda Francia, sino también por casi todas las costas europeas, y aparecieron en Galia, España, Inglaterra, Escocia, Italia, Alemania, Boehmia, Sajonia, Polonia y Lituania”.21Variaciones sobre el papado, p. 52.HSPDS 260.2

    De acuerdo con el testimonio de sus enemigos, ellos estuvieron hasta cierto punto divididos entre sí. El Dr. Allix cita a un antiguo escritor romano que dice que esa porción de ellos que llamaron cátaros:HSPDS 260.3

    “También estaban divididos entre ellos; así que lo algunos dicen de ellos es negado por otros”.22Eccl. Hist. de las Iglesias Antiguas en el Piamonte, p. 167.HSPDS 260.4

    Y Crosby hace una aseveración similar:HSPDS 260.5

    “Hay varias sectas de valdenses o albigenses, así como hay disidentes en Inglaterra. Algunos de ellos niegan todo bautismo, otros solo el bautismo de infantes. Que muchos de ellos eran de esta última opinión, es afirmado en varias historias de este pueblo, así antiguas como modernas”.23Hist. de los Bautistas ingleses, t. i, pref. p. 35.HSPDS 260.6

    Algunos de sus enemigos afirman que ellos rechazan el Antiguo Testamento; pero otros, con mucho mayor veracidad, dan un testimonio diferente.24El Sr. Jones, en su Historia Eclesiástica, t. i, cap. 3, nota al fin del capítulo, explica esta acusación como sigue: “Pero esta calumnia es fácilmente explicada. Los defensores del papismo, para apoyar sus usurpaciones e innovaciones en el reino de Cristo, fueron impulsados al Antiguo Testamento por autoridad, aduciendo el reino de David como su ejemplo. Y cuando sus adversarios refutaron el argumento, insistiendo que el paralelo no servía, porque el reino de Cristo, que no es de este mundo, es un estado de cosas muy diferentes del reinado de David, sus adversarios los acusaron de renunciar a la autoridad divina del Antiguo Testamento”. Así, un inquisidor papista, citado por Allix, da testimonio con respecto a los de Bohemia:HSPDS 260.7

    “Ellos pueden repetir dc memoria una gran parte del Antiguo y del Nuevo Testamentos. Ellos desprecian las decretales, y los dichos y exposiciones de santos hombres, y solo se aferran al texto de las Escrituras… [Ellos dicen] que la doctrina de Cristo y de los Apóstoles es suficiente para la salvación, sin ningunos estatutos y ordenanzas de la iglesia. Que las tradiciones de la iglesia no son mejores que las tradiciones de los fariseos; y que se pone mayor énfasis en la observación de las tradiciones humanas que en guardar la ley de Dios. ¿Por qué transgredís la ley de Dios por vuestras tradiciones? ... Ellos condenan todas las costumbres eclesiásticas aprobadas que no leen en el evangelio, como la observancia de la Candelaria, Domingo de Ramos, la reconciliación de los penitentes, la adoración de la cruz en Viernes Santo. Ellos desprecian la fiesta de la Pascua, y todos los otros festivales de Cristo y los santos, porque se han multiplicado a un número grande, y dicen que un día es tan bueno como otro, y trabajan en los días santos, donde pueden hacerlo sin que sean notados”.25Hist. Ecles. Antiguas iglesias del Piamonte, pp. 231, 236, 237.HSPDS 260.8

    El Dr. Allix cita un documento valdense del año 1100, titulado “Lección noble”, y señala:HSPDS 261.1

    “El autor bajo la suposición de que el mundo se acerca a su fin, exhorta a sus hermanos a la oración, la vigilancia, a renunciar a todos los bienes mundanales.***HSPDS 261.2

    “El atribuye todos los juicios de Dios en el Antiguo Testamento como los efectos de un Dios justo y bueno; y en particular el decálogo como una ley dada por el Señor a todo el mundo. Él repite los diversos artículos de la ley, no olvidándose aquel relacionado con los ídolos”.26Íd. pp. 175-177.HSPDS 261.3

    Sus ideas religiosas son declaradas por Allix:HSPDS 261.4

    “Ellos se declaran ser sucesores de los apóstoles, tener autoridad apostólica, y las llaves para atar y desatar. Sostienen que la iglesia de Roma es la ramera de Babilonia, y que todos los que la obedecen están condenados, especialmente el clero que está sujeto a ella desde el tiempo del papa Silvestre… Sostienen que ninguna de las ordenanzas de la iglesia que han sido introducidas desde la ascensión de Cristo debería ser observada, ya que no tienen valor; las fiestas, ayunos, órdenes, bendiciones, oficios de la iglesia y cosas similares, rechazan totalmente”.27Íd. p. 209.HSPDS 261.5

    Una parte considerable del pueblo llamado valdenses llevó la significativa designación de Sabbati, o Sabbatati, o Insabbatati. El Sr. Jones alude a este hecho en las siguientes palabras:HSPDS 261.6

    “Por cuanto no observaban los días de los santos, se supone falsamente que descuidan el sábado también, y se los llama Insabbatati o Insabbathists”.28Hist. Ecles, cap. 5, sec. 1.HSPDS 261.7

    El Sr. Benedict hace la siguiente declaración:HSPDS 261.8

    “Encontramos que los valdenses a veces fueron llamados Insabbatathos, es decir, indiferentes del sábado. El Sr. Milner supone que este nombre se les dio porque no observaban los festivales romanos, y descansaban de sus ocupaciones ordinarias sólo en los domingos. Un sabatario supondría que era porque se reunían para adorar en el séptimo día, y eran indiferentes al sábado del primer día”.29Hist. Gen. de la Denom. Bautista, v. ii., p. 413, ed. 1813.HSPDS 261.9

    El Sr. Robinson da las declaraciones de tres clases de escritores con respecto al significado de estos nombres, con que fueron llamados los valdenses. Pero él rechaza todos, alegando que estas personas fueron llevadas a estas conclusiones por el significado aparente de las palabras, y no por los hechos. Aquí están sus palabras:HSPDS 261.10

    “Algunos de estos cristianos fueron llamados Sabbati, Sabbatati, Insabbatati, y con más frecuencia Inzabbatati. Desviados por el sonido sin tomar en cuenta los hechos, uno dice que se los llamaba así por la palabra hebrea Sabbat, porque guardaban el sábado [Saturday] como día del Señor. Otro dice que se los llamó así porque rechazaban todos los festivales o sábados en el sentido del bajo latín de la palabra, que la iglesia católica observaba religiosamente. Un tercero dice, y muchos con diversas alteraciones y adiciones han dicho después de él, que fueron así llamados por sabot o zabot, un zapato, porque se distinguían de otras personas por usar zapatos marcados en la parte superior con alguna peculiaridad. Es probable que personas que no podían bajar de sus montañas sin poner en peligro sus vidas por el celo furioso de los inquisidores, ¿quién tentaría al peligro por fijar una marca visible en sus zapatos? Por otro lado, ocurre que el zapato de los campesinos es famoso en este país; era de una moda diferente, y se llamaban abarca”.30Investigaciones eclesiásticas, cap. 10, pp. 303, 304.HSPDS 261.11

    El Sr. Robinson rechaza estas tres declaraciones, y luego da su propia idea de que eran así llamados porque vivían en las montañas. Estos cuatro conceptos cubren todo lo que se ha dicho con relación al significado de estos nombres. Pero la explicación de Robinson es puramente caprichosa, y no parece haber sido adoptada por ningún otro escritor. Sin embargo, él ofrece razones concluyentes para rechazar la afirmación de que recibieron su nombre por sus zapatos. Por lo tanto, quedan solo la primera y la segunda de estas cuatro afirmaciones, que indican que fueron así llamados por observar el sábado [Saturday] como día del Señor, y porque no guardaban los sábados de los papistas. Estas dos declaraciones no están en conflicto. De hecho, si una de ellas es cierta, casi seguramente sigue la otra también debe ser verdadera. En tales hechos debe haber algo digno de dar un nombre distintivo al verdadero pueblo de Dios, rodeado por la gran apostasía; y la interpretación natural y obvia de los nombres revelaría la característica más notable del pueblo que los llevaba.HSPDS 262.1

    Jones y Benedict están de acuerdo con Robinson en rechazar la idea de que los valdenses recibieron estos nombres por sus zapatos. El Sr. Jones sostenía, por el contrario, que se les dieron porque no guardaban los festivales romanos.31Jones, Hist. de la Igl., t. ii, cap. 5, sec. 1. El Sr. Benedict favorece la idea de que fue porque guardaban el séptimo día.32Historia General de la denominación bautista, t. ii, p. 413. Pero veamos ahora quiénes son los que hacen estas declaraciones con respecto a la observancia del sábado por los valdenses, a los que Robinson alude en este lugar. Él cita a partir de Gretser las palabras del historiador Goldastus como sigue:HSPDS 262.2

    “Insabbatati [así los llamaban] no porque fueran circuncidados, sino porque guardaban el sábado judío”.33Circumcisi forsan illi fuerint, qui aliis Insabbatati, no quod circumciderentur, inquit Calvinista [Goldastus] sed quod in Sabbato judaizarent.–Invest. Ecles., cap. 10, p. 303.HSPDS 262.3

    Goldastus fue “un erudito historiador y jurista, nacido cerca de Bischofszell en Suiza en 1576”. Murió en 1635.34Thomas, Diccionario de Biografía y mitología, art. Goldast. Fue un escritor calvinista de nota.35D’Aubigné, Reforma en el tiempo de Calvino, t. iii, p. 456. Ciertamente no tenía motivos para favorecer la causa del séptimo día. Gretser objeta su declaración sobre la base de que los valdenses exterminaron cada festival; pero esto era la cosa más natural del mundo para hombres que observaban el día de descanso propio de Dios. Gretser todavía objeta que los valdenses negaban todo el Antiguo Testamento, pero esta acusación es una mala representación grosera, como ya hemos mostrado en el capítulo actual.HSPDS 262.4

    Robinson también cita acerca de este punto el testimonio del arzobispo Usher. Aunque ese prelado sostenía que los valdenses derivaban su nombre de sus zapatos, francamente reconoce que MUCHOS entendían que les fue dado a ellos porque adoraban en el sábado judío. Este testimonio es valioso porque muestra que muchos escritores tempranos aseveraban la observancia de “el sábado [Saturday] como día del Señor” por parte de la gente que fue llamados Sabbatati.36Nec quod in Sabbato colendo Juaizarent, ut MULTI PUTABANT, sed a zapata.–Invest. Ecles.,cap. 10, p. 304; Usher, De Christianar. Eccl. success et stat., cap. 7.HSPDS 263.1

    Como consecuencia de las persecuciones que sufrieron, y también por su propio celo misionero, el pueblo llamado valdense fueron ampliamente esparcidos por toda Europa. Sin embargo, llevaban nombres diversos en diferentes épocas y en diferentes países. Tenemos testimonios decisivos de que algunos de estos cuerpos observaban el séptimo día. Otros observaban el domingo. Eneas Sylvius dice que los de Bohemia sostenían “que no debemos cesar de trabajar en ningún día excepto en el día del Señor”.37Jones, Hist. de la Iglesia, t. ii, cap. 5, sec. 2. Esta declaración, nótese, se relaciona solo con Bohemia. Pero se ha aseverado que los valdenses eran tan diferentes de la iglesia de Roma que no podrían haber recibido de ellos el día del Señor en domingo, y ¡por lo tanto, deben haberlo recibido de los apóstoles! Pero unas pocas palabras de D’Aubigné serán suficientes para mostrar que esta declaración está fundada en el error. Él describe una entrevista entre Ecolampadio y dos pastores valdenses que habían sido enviados por sus hermanos de las fronteras de Francia y el Piamonte, para abrir la comunicación con los reformadores. Fue en Basilea, en 1530. Muchas cosas que dijeron agradaron a Ecolampadio, pero él desaprobó algunas cosas. D’Aubigné hace esta declaración:HSPDS 263.2

    “Los barbes [pastores valdenses] estuvieron al principio algo confundidos al ver que los ancianos tenían que aprender de los menores; sin embargo, fueron hombres humildes y sinceros, y el doctor de Basilea habiéndoles preguntado sobre los sacramentos, ellos confesaron que por causa de debilidad y temor ellos habían bautizado a sus hijos por sacerdotes romanistas, y que ellos hasta se comunicaban con ellos y algunas veces asistían a misa. Esta confesión inesperada sorprendió al manso Ecolampadio”.38Reforma en el tiempo de Calvino, t. iii, p. 249.HSPDS 263.3

    Cuando la embajada regresó con el mensaje a los valdenses de que los reformadores requerían de ellos una “reforma más estricta”, D’Aubigné dice que fue “apoyada por algunos, y rechazada por otros”. Él también nos informa que la demanda de que los valdenses debían “separarse enteramente de Roma” “causó divisiones entre ellos”.39Íd., pp. 250, 251.HSPDS 263.4

    Esta es una declaración muy notable. La luz de muchos de estos antiguos testigos estaba casi a punto de apagarse en la oscuridad cuando Dios levantó los reformadores. Ellos habían sufrido que la mujer Jezabel enseñara entre ellos, y sedujera a los siervos de Dios. Ellos habían hasta llegado a practicar el bautismo infantil, y ¡los sacerdotes de Roma administraban el rito! Y además de todo esto, ¡ellos a veces se unían con aquellos en el servicio de la misa! Si una porción de los valdenses en el sur de Europa en el tiempo de la Reforma habían cambiado el bautismo de los creyentes por el bautismo de los niños por sacerdotes romanistas, no es difícil ver cómo ellos también podrían aceptar el domingo-día del Señor de la misma fuente en lugar del santificado día de reposo del Señor. No todos hicieron esto, pero ciertamente algunos de ellos.HSPDS 264.1

    D’Aubigné hace una declaración muy interesante con respecto a los valdenses franceses en el siglo quince. Su lenguaje implica que ellos tenían un sábado diferente del de los católicos. Él nos dice algunas de las historias que los sacerdotes hacían circular en contra de los valdenses. Aquí están sus palabras:HSPDS 264.2

    “Picardía en el norte y Delfinado en el sur, eran las dos provincias de Francia mejor preparadas [al iniciarse la Reforma Protestante] para recibir el evangelio. Durante el siglo quince muchos en Picardía, como decía la historia, fueron a un Vaudery. Sentados alrededor del fuego durante las largas noches, los católicos sencillos solían contarse unos a otros cómo los Vaudois [Valdenses] se reunían en horribles asambleas en lugares solitarios, donde encontraban mesas servidas con numerosas viandas delicadas. Estos pobres cristianos les gustaba reunirse muchas veces desde distritos remotos. Viajaban al lugar de encuentro de noche por caminos secundarios. Los más eruditos de ellos solían recitar algún pasaje de las Escrituras, después de lo cual conversaban juntos y oraban. Pero tales conciliábulos eran ridículamente tergiversados. ‘¿Saben lo que hacen para llegar allí’, decía la gente, ‘de modo que los oficiales no los detengan? El diablo les ha dado cierto ungüento, y cuando quieren ir al Vaudery, untan un palito con él. Tan pronto como lo montan, son llevados por el aire, y llegan a su Sábado sin encontrarse con nadie. En medio de ellos se sienta una cabra con cola de mono: ese es Satanás, que recibe la adoración de ellos’… Estas historias estúpidas no eran peculiares de la gente; las hacían circular especialmente los monjes. Así el inquisidor Jean de Broussar habló en 1460 desde un púlpito levantado en la gran plaza de Arras. Una inmensa multitud lo rodeaba; levantaron una plataforma frente al púlpito, y una cantidad de hombres y mujeres, arrodillados y con gorros con la figura del diablo pintado en ellos, esperaban su castigo. Tal vez la fe de esta pobre gente estuvo mezclada con error. Pero sea como fuere, ellos fueron quemados vivos después del sermón”.40Reforma en Tiempos de Calvino, t. i, p. 349; D’Aubigné cita como su autoridad, Historia de los protestantes de Picardía, por L. Rossier, p. 2.HSPDS 264.3

    Parece que estos valdenses tenían un sábado peculiar para ellos mismos. Y D’Aubigné mismo alude a algo peculiar en su fe que él no puede confesar como la verdad, y no elige denunciarlo como error. Él dice: “Tal vez la fe de esta pobre gente estuvo mezclada con error. Hablar de la observancia del séptimo día como el sábado del Señor por cristianos del Nuevo Testamento, somete a un historiador del primer día a este preciso dilema. Tenemos un informe adicional de los valdenses en Francia, justo antes del comienzo de la reforma del siglo dieciséis:HSPDS 264.4

    “Luis XII, rey de Francia, una vez informado por los enemigos de los valdenses que habitaban una parte de la provincia de Provenza, que varios terribles crímenes fueron puestos en sus cuentas, envió al Maestro de Solicitudes, y a cierto doctor de la Sorbona, que era confesor de su Majestad, a investigar este asunto. A su regreso, ellos informaron que habían visitado todas las parroquias donde ellos vivían, habían inspeccionado sus lugares de adoración, pero que no habían encontrado ninguna imagen, ni señales de adornos que correspondieran a la misa, ni ninguna de las ceremonias de la iglesia romanista; mucho menos pudieron descubrir algún indicio de aquellos crímenes de los que los acusaba. Por el contrario, ellos guardaban el día sábado, observaban la ordenanza del bautismo de acuerdo con la iglesia primitiva, instruían a sus niños en los artículos de la fe cristiana y los mandamientos de Dios. El rey, una vez que escuchó el informe de sus comisionados, dijo con un juramente que ellos eran hombres mejores que él mismo o su pueblo”.41Jones, Historia Eclesiástica, t. ii, cap. 5, sec. 4.HSPDS 265.1

    Leemos además con respecto a los Vaudois, o valdenses, lo que sigue:HSPDS 265.2

    “El respetable historiador francés, De Thou, dice que los vaudois guardaban los mandamientos del decálogo, y no permitían entre ellos ninguna maldad, detestaban el perjurio, las imprecaciones, las peleas, las sediciones, etc.”42Historia de los Vaudois, por Bresse, p. 126.HSPDS 265.3

    Puede ser apropiado añadir que en 1686 los valdenses fueron todos expulsados de los valles del Piamonte, y que aquellos que regresaron y se establecieron en aquellos valles tres años después, y de quienes desciende la raza actual de valdenses, pelearon su camino de regreso, espada en mano, siguiendo en todo sentido un curso enteramente diferente del de los antiguos valdenses.43Benedict, Hist. de los Bautistas, p. 41.HSPDS 265.4

    Otra clase de testigos de la verdad durante la Edad Oscura, llevó el nombre de cátaros, es decir, puritanos. Jones habla de ellos como sigue:HSPDS 265.5

    “Ellos eran una raza de cristianos sencilla, sin pretensiones, inofensivos e industriosos, que pacientemente llevaban la cruz de Cristo, y, tanto en sus doctrinas como en sus costumbres, condenaban todo el sistema de idolatría y superstición que reinaba en la iglesia de Roma, poniendo la verdadera religión en la fe, la esperanza y la obediencia al evangelio, manteniendo una consideración suprema por la autoridad de Dios en su palabra, y regulando sus sentimientos y prácticas por aquella norma divina. Aún en el siglo doce, sus números abundaban en el vecindario de Colonia, Flandes, el Sur de Francia, Saboya y Milán. ‘Ellos aumentaron’, dice Egbert, ‘hasta ser grandes multitudes, por todos los países’”.44Hist. de la iglesia, cap. 4, sec. 3.HSPDS 265.6

    Que los cátaros retuvieron y observaron el antiguo sábado, es certificado por sus adversarios romanistas. El Dr. Allix cita a un autor católico romano del siglo doce con respecto a tres tipos de herejes, los cátaros, los Passagii y los Arnoldistas. Allix dice del autor romanista queHSPDS 266.1

    “Él lo depone como una de sus opiniones, ‘que la ley de Moisés ha de ser guardada de acuerdo con la letra, y que la observancia del sábado, la circuncisión, y otras observancias legales, debería ocurrir. También sostienen que Cristo el Hijo de Dios no es igual al Padre, y que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, estas tres personas, no son un Dios y una sustancia; y como un agregado a estos errores, ellos juzgan y condenan todos los doctores de la iglesia, y universalmente a toda la iglesia romana. Ahora, siendo su tarea defender este su error por los testimonios obtenidos del Nuevo Testamento y los profetas, con la ayuda de la gracia de Cristo taparé sus bocas, como David hizo con Goliat, con su propia espada”.45Hist. Ecles. de las antiguas iglesias del Piamonte, pp. 168, 169, Boston, Pub. Lib. El autor, Rev. Peter Allix, D. D., era un protestante francés, nacido en 1641, y era distinguido por su piedad y erudición.–Lemprier, Biograf. Univ.HSPDS 266.2

    El Dr. Allix cita a otro autor romanista en el mismo sentido:HSPDS 266.3

    “Alano atribuye a los cátaros casi las mismas opiniones [como las recién enumeradas] en su primer libro contra los herejes, que él escribió por el año 1192”.46Íd., p. 170.HSPDS 266.4

    El Sr. Elliott menciona un incidente con respecto a los cátaros, que está en armonía con lo que estos historiadores aseveran respecto de su observancia del séptimo día. Él dice:HSPDS 266.5

    “En este año [1163 d. C.] ciertos herejes de la secta de los cátaros, viniendo de las partes de Flandes a Colonia, se establecieron secretamente en un establo cerca de la ciudad. Pero, como en el día del Señor ellos no fueron a la iglesia, fueron observados por los vecinos y detectados. Al ser llevados ante la iglesia católica, después de un largo examen con respecto a esta secta, ellos se convencieron de que ninguna evidencia por convincente que fuera, pero más pertinazmente persistían en sus doctrinas y resolución, fueron echados de la iglesia, y entregado en las manos de laicos. Estos los condujeron fuera de la ciudad y los entregaron a las llamas: eran cuatro hombres y una niñita”.47Horæ Apocalypticæ, t. ii, p. 291.HSPDS 266.6

    Estas declaraciones se hacen con respecto a tres clases de cristianos que vivieron durante la Edad Oscura: los cátaros o puritanos, los arnoldistas, y los passaginianos. Sus opiniones eran presentadas en el lenguaje no imparcial de sus enemigos. Pero el testimonio de historiadores católicos antiguos es decisivo, de que eran observadores del séptimo día. La acusación de que también observaban la circuncisión, será notada enseguida. El Sr. Robinson entiende que los Passaginianos eran la porción de los valdenses que vivían en los pasos de las montañas. Él dice:HSPDS 266.7

    “Es muy creíble que el nombre de Passageros o Passagini… fue dado a los que vivían en los pasos o pasajes de las montañas o cerca de ellos, y que subsistían en parte guiando a los viajeros o viajando ellos mismos para comerciar”.48Investig. Ecles., cap. 10, pp. 305, 306.HSPDS 267.1

    El Sr. Elliott dice del nombre Passagini:HSPDS 267.2

    “La explicación del término que significa Peregrinos, tanto en el sentido espiritual como misionero de la palabra, sería sólo la traducción de su apelación griega reconocida, y un título tan distintivo como hermoso”.49Horæ Apocalypticæ, t. ii, p. 342.HSPDS 267.3

    Mosheim da la siguiente explicación de ellos:HSPDS 267.4

    “En Lombardía, que era la residencia principal de los herejes italianos, surgió una secta singular, conocida por la razón que desconozco con la denominación de Passaginianos, y también por la de los circuncidados. Como las otras sectas ya mencionadas, ellos tenían la máxima aversión al dominio y la disciplina de la iglesia de Roma; pero eran al mismo tiempo distinguidos por dos dogmas que les eran muy peculiares. La primera era la idea de que la observancia de la ley de Moisés, en todo, excepto el ofrecimiento de sacrificios, era obligatorio para los cristianos; en consecuencia de lo cual circuncidaban a sus seguidores, absteniéndose de aquellas carnes cuyo usa estaba prohibido bajo la economía mosaica, y celebraban el sábado judaico. El segundo dogma que distinguía esta secta era planteada en la oposición a la doctrina de tres personas en la naturaleza divina”.50Hist. Ecles., siglo xii, cap. 5, sec. 14.HSPDS 267.5

    El Sr. Benedict habla de ellos como sigue:HSPDS 267.6

    “El informe de su práctica de la circuncisión es indudablemente una historia difamatoria fabricada por sus enemigos, y probablemente surgió de este modo: como observaban el séptimo día eran llamados en son de burla, judíos, como se llamaba en ese tiempo a los sabatarios; y si eran judíos, se seguía, por supuesto, que o lo hacían, o debían hacerlo circuncidar a sus seguidores. Este fue probablemente el razonamiento de sus enemigos; pero es muy improbable que realmente practicaran este rito sangriento”.51Hist. General de la Den. Baut., t. 2, p. 414, ed. 1813.HSPDS 267.7

    Un eminente historiador eclesiástico, Michael Geddes, testifica así:HSPDS 267.8

    “Este [acto] de fijar algo a sus adversarios que es abominable con justicia a toda la humanidad, ha sido la práctica constante de la iglesia de Roma”.52Actas y Decretos del Sínodo de Dampier, p. 158, Londres 1694.HSPDS 267.9

    El Dr. Allix afirma el mismo hecho, que necesita recordarse cada vez que leemos del pueblo de Dios en los registros de la Edad Oscura:HSPDS 267.10

    “Yo deseo que el lector considere que no es gran pecado para la iglesia de Roma esparcir mentiras con respecto a aquellos que son enemigos de esa fe”.53Hist. Ecles. de las Antiguas Iglesias del Piamonte, p. 224.HSPDS 268.1

    “No hay nada más común en el grupo romanista que hacer uso de las más horrendas calumnias para oscurecer y exponer a aquellos que han renunciado a su comunión”.54Íd., p. 225.HSPDS 268.2

    Del origen de los Petrobrusianos, tenemos el siguiente informe del Sr. Jones:HSPDS 268.3

    “Pero los cátaros o puritanos no fueron la única secta que, durante el siglo doce, apareció en oposición a las supersticiones de la iglesia de Roma. Por el año 1110, en el sur de Francia, en la provincia de Languedoc y Provenza, apareció Peter de Bruys, predicando el evangelio del reino del Cielo, y ejerciendo un esfuerzo muy laudable de reformar los abusos y quitar la superstición que desfiguraba la hermosa sencillez de la adoración evangélica. Sus labores fueron coronadas con abundante éxito. Él convirtió un gran número de discípulos a la fe de Cristo, y después de un muy infatigable ministerio de veinte años continuos, fue quemado en St. Giles, una ciudad del Languedoc en Francia en el año 1130, por un populacho enardecido, instigado por el clero, que percibieron el peligro de su tráfico por este nuevo e intrépido reformador”.55Hist. de la Iglesia, cap. 4, sec. 3.HSPDS 268.4

    Que este cuerpo de cristianos franceses quienes, en la medianoche de la Edad Oscura testificó en favor de la verdad en oposición a la iglesia romanista, fueron observadores del antiguo sábado es expresamente certificado por el Dr. Francis White, lord obispo de Ely. Él fue designado por el rey de Inglaterra para escribir en contra del sábado en oposición a Brabourne, quien había apelado al rey en su favor. Para mostrar que la observancia sabática es contraria a la doctrina de la iglesia católica –un argumento de mucho peso para los Episcopales– él enumera diversas clases de herejes quienes habían sido condenados por la iglesia católica por guardar santo el séptimo día. Entre estos herejes él ubica a los petrobrusianos:HSPDS 268.5

    “En los días de San Bernardo se condenó a los petrobrusianos”.56Tratado sobre el día sábado, p. 8.HSPDS 268.6

    Hemos visto que, de acuerdo con los escritores católicos, los cátaros sostenían la observancia del séptimo día. El Dr. Allix confirma la afirmación del Sr. White de que los petrobrusianos observaban el antiguo sábado, al declarar que las doctrinas de estos dos grupos se asemejaban grandemente entre sí. Estas son sus palabras:HSPDS 268.7

    “Petrus Cluniacensis ha atendido cinco preguntas contra los petrobrusianos que tienen un gran parecido con la creencia de los cátaros de Italia”.57Hist. Ecles. de las Antiguas Iglesias del Piamonte, p. 162.HSPDS 268.8

    Los observadores del sábado en el siglo once eran de importancia suficiente para atraer sobre sí el anatema del papa. El Dr. Heylyn dice queHSPDS 269.1

    “Gregorio, el séptimo de ese nombre [por el año 1074], condenó a los que enseñaban que no era legítimo trabajar en el día de sábado”.58Hist. del sábado, parte ii, cap. 5, sec. 1.HSPDS 269.2

    Este acto del papa corrobora los testimonios que hemos aducido como prueba de la existencia de observadores del sábado en la Edad Oscura. Gregorio VII fue uno de los hombres más grandes que alguna vez ocuparon la silla papal. Cualquiera que sea la clase que él anatemizó fue de consecuencias. Gregorio no desperdició nada en cosas pequeñas.59Bower dice de Gregorio: “Él era un hombre de partes muy extraordinarias, de una ambición sin límites, de un temperamento altivo e imperioso, de una resolución y coraje incapaz de ceder a las mayores dificultades, perfectamente conocedor del estado de las iglesias occidentales, así como de los diferentes intereses de los príncipes cristianos.”–Historia de los papas, t. ii, p. 378.HSPDS 269.3

    En el siglo once, había observadores del sábado también en Constantinopla y su vecindad. El papa, en el año 1054, envió tres legados al emperador en el Oriente, y al patriarca de Constantinopla, con el propósito de volver a unificar las iglesias griegas y latinas. El Cardenal Humberto fue el jefe de esta delegación. Al llegar los legados, se pusieron a trabajar en refutar aquellas doctrinas que distinguían a la de Constantinopla de la de Roma. Después que hubieron atendido a los temas que separaban a las dos iglesias, encontraron que también era necesario analizar la cuestión del sábado. Porque uno de los hombres más eruditos del Este había publicado un tratado, en el que mantenía que los ministros debieran tener permiso para casarse; que el sábado debía ser guardado santo; y que se debía usar pan leudado en la cena; todo lo cual la iglesia de Roma sostenía que eran herejías mortales. Citamos del Sr. Bower una declaración concisa del tratamiento que recibió este escritor sabatario:HSPDS 269.4

    “Humberto, a su vez respondió con un trozo que había sido publicado por un monje del monasterio de Studium [cerca de Constantinopla], llamado Nicetas, quien fue considerado uno de los hombres más eruditos del este en ese tiempo. En ese escrito el monje se propuso probar, que se debía usar pan leudado en la eucaristía; que el sábado debía ser guardado santo, y que se debía permitir que los sacerdotes se casaran. Pero el emperador, que por todos los medios quería ganarse al papa, por las razones mencionadas arriba, estuvo, o pretendía estar, tan plenamente convencido con los argumentos del legado, rechazando los aducidos por Nicetas, que él obligó al monje a retractarse públicamente, y anatematizando a todos los que sostenían la opinión que él había procurado establecer, con respecto al pan leudado, el sábado, y el casamiento de los sacerdotes.HSPDS 269.5

    “Al mismo tiempo que Nicetas, en obediencia al mandato del emperador, anatematizó a todos los que cuestionaran la primacía de la iglesia romana con respecto a todas las otras iglesias cristianas, o quisiera presumir a censurarla sobre la fe ortodoxa. El monje, habiéndose así retractado de todo lo que había escrito contra la Santa Sede, su libro fue quemado por orden del emperador, y él absuelto, por los legados, de las censuras en las que había incurrido”.60Historia de los papas, t. ii, p. 358.HSPDS 269.6

    Este registro muestra que, en la densa oscuridad del siglo once, “uno de los hombres más eruditos de ese tiempo en el oriente” escribió un libro para demostrar que “el sábado debía ser mantenido santo”, y en oposición a la doctrina papal del celibato del clero. También muestra cómo la iglesia de Roma echa por tierra la verdad de Dios por medio de la espada de los emperadores y reyes. Aunque Nicetas se retractó, por temor al emperador y al papa, parece que hubo otros que sostuvieron las mismas opiniones, porque él fue “obligado” a anatematizar a todos aquellos, y no hay evidencia de que alguna de esas personas se apartaron de la verdad por causa de la caída de su líder. De hecho, si no hubiera un cuerpo considerable de estos sabatarios, el legado papal nunca hubiera considerado digno de su eminencia escribir una respuesta a Nicetas.HSPDS 270.1

    A menudo se hace referencia a los anabaptistas en los registros de la Edad Oscura. El término significa rebautizadores, y se les aplicó porque negaban la validez del bautismo de infantes. La designación no es exacta, sin embargo, porque aquellas personas a quienes ellos bautizaban, consideraban que nunca su hubieran bautizado antes, aunque hubieran sido salpicados o aún inmersos en su infancia. Estas personas han sido abrumadas con difamaciones como consecuencia de la insurrección fanática que surgió en nombre de ellos en el tiempo de Lutero. De aquellos ocupados en esta insurrección, Buck dice:HSPDS 270.2

    “Los primeros insurgentes se quejaban bajo opresiones severas, y se levantaron en armas en defensa de sus libertades civiles; y los anabaptistas parecen más bien haberse aprovechado de estas conmociones, que haber sido sus principales impulsadores. Que una gran parte eran anabaptistas parece indiscutible; al mismo tiempo parece, por la historia, que una gran parte también fueron católicos romanos, y todavía una mayor parte de aquellos que escasamente tenían algún principio religioso”.61Diccion. Teológ., art. Anabaptistas.HSPDS 270.3

    Este asunto es puesto en su debida luz por Stebbing:HSPDS 270.4

    “El derrocamiento de la sociedad civil, y las heridas fatales a la religión fueron amenazadas por aquellos que se llamaban anabaptistas. Pero un gran número parece haber discutido la validez del bautismo infantil que no tenían nada en común con ellos, no obstante quienes por esa única circunstancia fueron abrumados con calumnias, y el castigo grandemente debido a un fanatismo igualmente fraudulento y licencioso”.62Hist. de la Iglesia, t. i, pp. 183, 184.HSPDS 270.5

    El sábado antiguo fue retenido y observado por una parte de los anabaptistas, o para usar un término más apropiado, por los bautistas. El Dr. Francis White testifica así:HSPDS 270.6

    “Aquellos que mantenían que el sábado del séptimo día seguía en vigor, obran de acuerdo con algunos anabaptistas”.63Tratado sobre el día sábado, p. 132. Él cita Hist. Anabapt., libro 6, p. 153.HSPDS 270.7

    En armonía con esta declaración del Dr. White, está el testimonio de un escritor francés del siglo dieciséis. Él nombra todas las clases de hombres que han llevado el nombre de anabaptistas. De una de estas clases él escribe así:HSPDS 271.1

    “Algunos han soportado grandes tormentos, porque no querían guardar el domingo y días festivos, a pesar del Anticristo: viendo que eran designados por el Anticristo, no querían sostener nada que se pareciera a él. Otros observan esos días, pero es por caridad”.64El surgimiento, nacimiento, y fundación de los anabaptistas o rebautizados en nuestros tiempos. Por Guy de Brez, 1565.HSPDS 271.2

    De este modo se ve que dentro de los límites del antiguo Imperio Romano, y en el medio de aquellos países que se sometieron al gobierno del papa, , Dios se reservó un pueblo que no dobló sus rodillas ante Baal, y entre estos se observaba el sábado bíblico de época en época. Ahora estamos en búsqueda del sábado entre aquellos que nunca estuvieron sujetos al pontífice romano. En el África Central, desde la primera parte de la era cristiana, –posiblemente desde el tiempo de la conversión del oficial etíope de gran autoridad65Hechos 8:26-40. pero muy seguramente tan temprano como el año 330 d. C.,66M’Clintock y Strong, Cyclopedia, t. 1, p. 40. han existido las iglesias de Abisinia y Etiopía. Por el tiempo del ascenso del obispo romano a la supremacía, las naciones de Europa los perdieron de vista. “Rodeados por todas partes”, dice Gibbon, “por los enemigos de su religión, los etíopes durmieron cerca de mil años, olvidando al mundo, quienes los olvidaron”.67Decl. y Caída, cap. 47. En la última parte del siglo quince, volvieron al conocimiento del mundo por el descubrimiento de los navegantes portugueses. Sin duda ellos fueron grandemente afectados por la densa oscuridad de los errores paganos y mahometanos con los que estaban rodeados; y en muchos respectos habían perdido la religión pura y espiritual de nuestro divino Redentor. Un viajero moderno dice de ellos: “Ellos tienen diversos errores y muchas antiguas verdades”.68Maxson, Hist. Sáb., p. 33, ed. 1844. Michael Geddes dice de ellos:HSPDS 271.3

    “Los abisinios sostienen que las Escrituras son la regla perfecta para la fe cristiana; hasta el punto que niegan que es el poder de un concilio general obligar a las personas a creer nada como artículo de fe sin un expreso mandato de ellas”.69Hist. Ecles. de Etiopía, p. 31.HSPDS 271.4

    Ellos practican la circuncisión, pero por otras razones que por deber religioso.70Íd., p. 96; Gibbon, cap. 15, nota 25; cap. 47, nota 160. M’Clintock y Strong, Cyclopedia, t. i, p. 40. Geddes afirma además sus ideas:HSPDS 271.5

    “La transustanciación y la adoración del pan consagrado en el sacramento, era lo que los abisinios aborrecían… Niegan el purgatorio, y no saben nada de la confirmación ni de la extremaunción; condenan imágenes esculpidas; guardan tanto el sábado como el domingo”.71Hist. Ecles. Etiopía, pp. 34, 35; Purchas, Peregrinaje, libro ii, cap. 5.HSPDS 271.6

    Sus conceptos del sábado son afirmados por el embajador del rey de Etiopía, en la corte de Lisboa, en las palabras siguientes, explicando su abstinencia de todo trabajo en ese día:HSPDS 272.1

    “Por cuanto Dios, después que terminó la creación del mundo, descansó en el día, que Dios quiere llamarlo el santo de los santos, así que no celebrarlo con gran honor y devoción, parece ser claramente contrario a la voluntad y precepto de Dios, quien sufrirá que el cielo y la tierra pasen antes que su palabra; y que especialmente, desde que Cristo vino no para destruir la ley, sino para cumplirla. Por lo tanto no es en imitación de los judíos, sino en obediencia a Cristo y sus santos apóstoles que observamos el día”.72Hist. Ecles. Etiopía, pp. 87, 88.HSPDS 272.2

    El embajador afirma sus razones para la observancia del primer día en estas palabras:HSPDS 272.3

    “Observamos el día del Señor según la manera de todos los demás cristianos en memoria de la resurrección de Cristo”.73Íd., Ib.HSPDS 272.4

    Él no tenía pasajes bíblicos que ofrecer en apoyo de este festival, y evidentemente basaba su observancia sobre la tradición. Este informe fue dado por el embajador en 1534. En la primera parte del siglo siguiente, el emperador de Abisinia fue inducido a someterse al papa con estas palabras: “Yo confieso que el papa es el vicario de Cristo, el sucesor de San Pedro, y el soberano del mundo. A él juro obediencia verdadera, y a sus pies ofrezco mi persona y reino”.74Gibbon, cap. 47. Tan pronto como el obispo romano había traído al emperador a someterse a él, que ese potentado fue obligado a gratificar el odio papista al sábado con un edicto prohibiendo su observancia futura. En las palabras de Geddes, él “envió una proclama prohibiendo a todos sus súbditos bajo severos castigos a observar más el sábado [Saturday].75Hist. Ecles. Et., pp. 311, 312; Gobat, Ayssinia, pp. 88, 93. O como lo expresa Gibbon, “A los abisinios se les ordenó trabajar y jugar en el sábado”. Pero la tiranía de los romanistas, después de una lucha terrible, fueron la causa de su derrocamiento y exilio, y la restauración de la antigua fe. Las iglesias resonaron con un canto de triunfo, “‘que las ovejas de Etiopía fueron ahora libradas de las hienas del occidente’, y las puertas de ese solitario ámbito fueron cerradas para siempre contera las artes, la ciencia y el fanatismo de Europa”.76Gibbon, cap. xlvii.HSPDS 272.5

    Hemos demostrado en un capítulo anterior que el Sábado fue extensamente observado tan tarde como mediados del siglo quinto en la así llamada iglesia católica, especialmente en aquella porción más íntimamente conectada con los abisinios; y que por diversas causas, el domingo obtuvo ciertos honores sabáticos, en consecuencia de lo cual los dos días fueron llamados hermanos. También hemos visto en otro capítulo que la supresión efectiva del sábado en Europa se debe principalmente a la influencia papal. Y así por mil años hemos rastreado su historia en los registros de aquellos hombres que con la iglesia de Roma habían buscado matarlo.HSPDS 272.6

    Estos hechos están notablemente corroborados por el caso de los abisinios. Como consecuencia de su ubicación en el interior del África, los abisinios cesaron de ser conocidos por el resto de la cristiandad por el siglo quinto. En este momento, el sábado y el domingo en la iglesia católica eran contados como hermanos. Mil años más tarde, estas iglesias africanas son visitadas, y aunque rodeadas por la densa oscuridad de supersticiones paganas y mahometanas, y algo afectadas por ellas, se encuentran al final de este período guardando el sábado y el primer día sustancialmente como lo tenía la iglesia católica cuando los perdieron de vista. Los católicos de Europa, por el contrario, entretanto habían pisoteado en el polvo al antiguo sábado. ¿Por qué este gran contraste? Sencillamente porque el papa gobernaba en Europa, mientras el África Central, no importa qué otra cosa pudieron haber sufrido, no fueron maldecidos con su presencia ni su influencia. Pero tan pronto como el papa supo de la existencia de las iglesias abisinias, procuró obtener control sobre ellas, y cuando lo obtuvo, ¡uno de sus primeros actos fue suprimir el sábado! Al fin, los abisinios recuperaron su independencia, y de allí en adelante hasta el tiempo presente se han aferrado al sábado del Señor.HSPDS 273.1

    Los armenios de las Indias Orientales son dignos de nuestra atención en forma peculiar. J. W. Massie, M. R. I. A., dice de los cristianos de las Indias Orientales:HSPDS 273.2

    “Lejos de las complejas actividades del comercio, o los populosos asientos de la industria manufacturera ellos pueden ser considerados como los piamonteses, los valdenses del Indostán, los testigos que profetizan en silicio a lo largo del correr de los siglos, aunque de hecho sus cuerpos yacen como muertos en las calles de la ciudad que ellos una vez habían poblado”.77India continental, t. ii, p. 120.HSPDS 273.3

    Geddes dice de aquellos en Malabar:HSPDS 273.4

    “Las tres grandes doctrinas del papismo, la supremacía del papa, la transubstanciación, la adoración de imágenes, nunca fueron creídas ni practicadas en tiempo alguno en esta antigua iglesia apostólica…. Creo que uno puede aventurarse a decir que antes del tiempo de la Reforma tardía, no había iglesia que conozcamos, no la de los valdenses… que tenía tan pocos errores en doctrina como la iglesia de Malabar”. Él añade con respecto a aquellas iglesias que “nunca estuvieron dentro de los límites del Imperio Romano”, “es en aquellas iglesias donde nos encontraremos con lo menos de la levadura del papismo”.78Actas y decretos del Sínodo de Diamper, prefacio.HSPDS 273.5

    El Sr. Massie describe adicionalmente a estos cristianos:HSPDS 273.6

    “El credo que acariciaban estos representantes de una antigua línea de cristianos no estaba en conformidad con los decretos papales, y con dificultad se ha comparado con los treinta y nueve artículos del episcopado anglicano. Separados del mundo occidental durante mil años, naturalmente eran ignorantes de muchas novedades introducidas por los concilios y decretos del Laterano, y su conformidad con la fe y práctica de las primeras épocas, los dejó abiertos a la culpabilidad imperdonable de herejía y cisma como lo considera la iglesia de Roma. ‘Nosotros somos cristianos y no idólatras’, era su respuesta expresiva cuando se les requería que dieran homenaje a la imagen de la virgen María… La Croze afirma que tenían mil quinientas iglesias, en igual número de aldeas y villas. Rehusaban reconocer al papa, y declaraban que nunca habían oído de él; afirmaban la pureza y primitiva verdad de su fe desde que ellos llegaron, y que sus obispos por mil trescientos años habían sido enviados desde el lugar donde los seguidores de Jesús fueron por primera vez llamados cristianos”.79India Continental, t. ii, pp. 116, 117.HSPDS 273.7

    El carácter sabatario de estos cristianos está sugerido por el Sr. Yates. Él dice que el séptimo día “entre ellos es un día festivo, conforme con la antigua práctica de la iglesia”.80Historia de la iglesia en las Indias Orientales, pp. 133, 134.HSPDS 274.1

    “La antigua práctica de la iglesia”, como hemos visto, era santificar el séptimo día en memoria del descanso del Creador. Esta práctica ha sido suprimida dondequiera la gran apostasía ha tenido el poder de hacerlo. Pero los cristianos de las Indias Orientales, como aquellos de Abisinia, han vivido suficientemente lejos de Roma como para conservarse en cierto grado de su influencia devastadora. El mismo hecho está sugerido además por el mismo escritor en el siguiente lenguaje:HSPDS 274.2

    “La Inquisición fue establecida en Goa, en las Indias, a instancias de Francisco Xavier [un famoso santo romanista] que trasmitió por carta al papa Juan III, del 10 de noviembre de 1545, “que la MALDAD JUDÍA se difunde cada día más y más en partes de las Indias Orientales sujetas al reino de Portugal, y por lo tanto, fervientemente procuró al dicho rey, que para curar un tan grande mal tendría que tomar el cuidado de enviar el oficio de la inquisición a aquellos países”.81Íd., pp. 139, 140.HSPDS 274.3

    “La maldad judía” era sin duda la observancia del séptimo día como “un día festivo conforme con la antigua práctica de la iglesia” de la cual este autor ha acabado de hablar. La historia del pasado, como hemos visto, muestra el odio de la iglesia papal hacia el sábado. Y la lucha de esa iglesia por suprimir el sábado en Abisinia, y de sujetar a ese pueblo al papa que en ese momento exacto estaba comenzando, muestra que los jesuitas no tolerarían voluntariamente la observancia sabática en las Indias Orientales, aun cuando estuviera unida también a la observancia del domingo.HSPDS 274.4

    Parece por lo tanto que este misionero jesuita deseaba que el papa y el rey de Portugal establecieran la inquisición en esa parte de las Indias sujeta a Portugal, a fin de desarraigar el sábado de aquellas antiguas iglesias. La inquisición fue establecida en respuesta a este pedido, y ¡Xavier posteriormente fue canonizado como santo! Nada puede mostrar más claramente la malignidad del pontífice romano hacia el sábado del Señor; y nada más claramente ilustra la clase de hombres que él canoniza como santos.HSPDS 274.5

    Desde el tiempo de Javier, las Indias Orientales han caído bajo el gobierno británico. Un clérigo distinguido de la iglesia de Inglaterra unos pocos años después visitó el Imperio Británico en la India, con el propósito de familiarizarse con estas iglesias. Él dio el siguiente bosquejo profundamente interesante de estos antiguos cristianos, y en él, especialmente señala su carácter sabatario:HSPDS 275.1

    “La historia de la iglesia armenia es muy interesante. De todos los cristianos en el Asia Central, ellos se han preservado muy libres de las corrupciones mahometana y papal. El papa los atacó por un tiempo con gran violencia, pero con poco efecto. Las iglesias en la Armenia menor de hecho consintieron en una unión, que no continuó por mucho tiempo; pero los de la Armenia Persa mantuvieron su independencia; y ellos retienen sus antiguas Escrituras, doctrinas y adoración, hasta este día. ‘Es maravilloso’, dice un viajero inteligente quien estuvo mucho entre ellos, ‘cómo los cristianos armenios han conservado su fe, igualmente en contra la opresión vejatoria de los mahometanos, sus soberanos, y contra las persuasiones de la iglesia romanista que por más de dos siglos ha procurado, con misioneros, sacerdotes y monjes, unirlos a su comunión. Es imposible describir los artificios y gastos de la corte de Roma para realizar este objeto, pero todo en vano’.HSPDS 275.2

    “La Biblia fue traducida al lenguaje armenio en el siglo quinto, en circunstancias muy auspiciosas, la historia de las cuales nos ha llegado. Se ha permitido a jueces competentes del lenguaje realizar una traducción muy fiel. La Cruze la llama ‘Reina de versiones’. Esta Biblia siempre ha permanecido en la posesión del pueblo armenio; y en la historia han ocurrido muchos casos ilustres de una piedad genuina e iluminada…HSPDS 275.3

    “Los armenios en Indostán son nuestros propios súbditos. Ellos reconocen nuestro gobierno en India, como lo hacen los Sofi en Persia; y tienen derecho a nuestra consideración. Ellos han conservado la Biblia en su pureza; y sus doctrinas son, hasta donde conoce el autor, las doctrinas de la Biblia. Además, ellos mantienen la solemne observación de la adoración cristiana a través de todo nuestro imperio, en el séptimo día, y ellos tienen tantas espiras apuntando al cielo entre los hindúes como nosotros mismos. ¿Tiene este pueblo el derecho de no ser considerado por nuestra parte, como compañeros cristianos? ¿Debemos considerarlos para siempre con el mismo rango que los judíos, los mahometanos y los hindúes?”82Buchanan, Investigaciones Cristianas en Asia, pp. 159, 160.HSPDS 275.4

    Se ha dicho, sin embargo, que Buchanan pudo haber querido decir domingo con la expresión “séptimo día”. Esto es una interpretación muy irrazonable de sus palabras. Los clérigos episcopales no están acostumbrados a llamar al domingo el séptimo día. Sin embargo, tenemos el testimonio que no se puede poner a un lado con inocencia. Es el de Purchas, escrito en el siglo diecisiete. El autor habla de varias sectas de cristianos orientales “que continúan desde tiempos antiguos”, como los sirios, los jacobitas, los nestorianos, los maronitas y los armenios. De los sirios o surios, como él escribe el nombre diversamente, quienes por su relación, parecen ser idénticos a los armenios, él dice:HSPDS 275.5

    “Ellos guardan santo el sábado [Saturday], no estiman como legal el ayuno en sábado sino en la víspera de la Pascua. Ellos tienen un servicio solemne los sábados, comen carne, y hacen fiesta valientemente como los judíos”.83Purchas, Sus peregrinaciones, parte ii, libro viii, cap. 6, sec. 5, p. 1269, Londres, 1625. La Encyclopedia Britannica, t. viii, p. 695, 8ª. edic., habla de Purchas como “un caballero inglés admirablemente hábil en idiomas y artes divinas y humanas, un muy gran filósofo, historiador, y teólogo”.HSPDS 276.1

    Este autor habla de estos cristianos con falta de respeto, pero él usa las declaraciones no imparciales de sus adversarios, quienes, de hecho, no son peores que las que a menudo se hacen en estos días con respecto a cómo santificar el sábado bíblico. Estos hechos claramente atestiguan la observancia continuada del sábado durante todo el período de la Edad Oscura. La iglesia de Roma de hecho fue capaz de exterminar el sábado de su propia comunión, pero él fue retenido por el verdadero pueblo de Dios, quien precavidamente se escondió del papado en las zonas silvestres de Europa Central; mientras aquellos iglesias en el África y en las Indias Orientales, que nunca estuvieron dentro de los límites del dominio del papa, retuvieron firmemente el sábado hasta el día actual.HSPDS 276.2

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