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Historia del Sábado

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    10 – El sábado durante las últimas setenta semanas

    Misión del Salvador – Sus calificaciones como juez de la observancia del sábado – Estado de la institución al venir él – El Salvador en Nazaret – En Capernaúm – Su discurso en el campo de trigo – Caso del hombre de la mano seca – El Salvador entre sus familiares – Caso del hombre impotente – Del hombre nacido ciego – De la mujer atada por Satanás – Del hombre que tenía hidropesía – Objeto de la enseñanza y los milagros de nuestro Señor con respecto al sábado – Falta de equidad de muchos anti-sabatarios – Examen de Mateo 24:20 – El sábado no abrogado en la crucifixión – El cuarto mandamiento después de ese evento – El sábado no cambiado en la resurrección de Cristo – Examen de Juan 20:26 – De Hechos 2:1, 2 – La redención no provee argumentos para el cambio del sábado – Examen de Salmos 118:22-24 – El sábado ni fue abolido ni cambiado tan tarde como el fin de las setenta semanas

    En la plenitud del tiempo Dios envió a su Hijo para ser el Salvador del mundo. Quien cumplió esta misión de infinita benevolencia fue tanto el Hijo de Dios como el Hijo del hombre. Él estaba con el Padre antes que el mundo fuera, y por él fueron creadas todas las cosas.1Gálatas 4:4, 5; Juan 1:1-10; 17:5, 24; Hebreos 1. Habiendo sido ordenado el sábado al final de la gran obra como un memorial para mantenerlo en forma duradera en la memoria, el Hijo de Dios, por quien todas las cosas fueron creadas, no podía ser otro que un juez perfecto de su verdadero propósito, y su adecuada observancia. Las sesenta y nueve semanas de la profecía de Daniel se completaron, el Redentor comenzó a predicar, diciendo: “El tiempo se ha cumplido”.2Daniel 9:25; Marcos 1:14,15. El ministerio del Salvador fue un momento cuando el sábado de Jehová había llegado a estar totalmente pervertido de su propósito lleno de gracia, por la enseñanza de los doctores judíos. Como hemos visto en el capítulo anterior, ya no fue para la gente una fuente de descanso y delicia, sino una causa de sufrimiento y angustia. Había sido recargado con tradiciones de los doctores de la ley hasta que su propósito misericordioso y benevolente estaba totalmente oculto debajo de la basura de las invenciones de los hombres. Como fue impracticable para Satanás después de la cautividad babilónica hacer que el pueblo judío, aún mediante edictos crueles, abandonara el sábado y lo profanara abiertamente como antes de ese tiempo, él indujo a sus doctores a pervertirlo de tal manera que, su verdadero carácter fuera totalmente cambiado y su observancia enteramente diferente de la que agrada a Dios. Encontraremos que el Salvador no perdió ninguna oportunidad de corregir sus falsas ideas con respecto al sábado; y que él eligió, con un propósito evidente, el sábado como el día en el que realizó muchas de sus obras de misericordia. Se encontrará que una parte no pequeña de su enseñanza en todo su ministerio, se dedicó a una determinación de lo que era legal en sábado, un hecho singular para que expliquen aquellos que piensan que él planificó su abrogación. Al iniciar su ministerio de nuestro Señor, leemos:HSPDS 77.1

    “Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor. Enseñaba en las sinagogas de ellos y era glorificado por todos. Vino a Nazaret, donde se había criado; y el sábado entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer”.3Lucas 4:14-16.HSPDS 78.1

    Esa era la costumbre del Salvador en relación con el sábado. Es evidente que en esto él tenía el propósito de mostrar su respeto por ese día; porque no era necesario hacer así a fin de ganar una congregación, ya que vastas multitudes estaban siempre listas para amontonarse a su paso. Como su testimonio fue rechazado, nuestro Seños dejó Nazaret a cambio de Capernaúm. El historiador sagrado diceHSPDS 78.2

    “Pero él pasó por en medio de ellos y se fue. Descendió Jesús a Capernaúm, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba; y se admiraban de su doctrina, porque su palabra tenía autoridad. Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio impuro, el cual exclamó a gran voz, diciendo: ¡Déjanos! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo sé quién eres: el Santo de Dios. Jesús lo reprendió, diciendo: ¡Cállate y sal de él! Entonces el demonio, derribándolo en medio de ellos, salió de él sin hacerle daño alguno. Todos estaban maravillados, y se decían unos a otros: ¿Qué palabra es esta, que con autoridad y poder manda a los espíritus impuros, y salen? Y su fama se difundía por todos los lugares de la región. Entonces Jesús se levantó, salió de la sinagoga y entró en casa de Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre; y le rogaron por ella. E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante, les servía”.4Lucas 4:30-39; Marcos 1:21-31; Mateo 8:5-15.HSPDS 78.3

    Estos milagros son los primeros que aparecen en el registro como realizados por el Salvador en el sábado. Pero la estrictez de las ideas judías en relación con el sábado se ve en que ellos esperaron hasta la puesta del sol, es decir, hasta que el sábado hubiera pasado,5Ver, sobre este punto, la conclusión del capítulo 8. antes de que le trajeran los enfermos para ser sanados. Así se añade:HSPDS 78.4

    “Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le llevaron a todos los enfermos y endemoniados. Toda la ciudad se agolpó a la puerta. Y sanó a muchos que padecían de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque lo conocían”.6Marcos 1:32-34; Lucas 4:40.HSPDS 78.5

    La siguiente mención del sábado es de interés particular:HSPDS 79.1

    “En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados un sábado. Sus discípulos sintieron hambre y comenzaron a arrancar espigas y a comer. Los fariseos, al verlo, le dijeron: Tus discípulos hacen lo que no está permitido hacer en sábado. Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David cuando él y los que con él estaban sintieron hambre; cómo entró en la casa de Dios y comió los panes de la proposición, que no les estaba permitido comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? ¿O no habéis leído en la Ley cómo en sábado los sacerdotes en el Templo profanan el sábado, y son sin culpa? Pues os digo que uno mayor que el Templo está aquí. Si supierais qué significa ‘Misericordia quiero y no sacrificios’, no condenarías a los inocentes, porque el Hijo del hombre es Señor del sábado?”7Mateo 12:1-8; Marcos 2:23-28; Lucas 6:1-5.HSPDS 79.2

    El texto paralelo en Marcos tiene una adición importante a la conclusión como la registró Mateo:HSPDS 79.3

    “También les dijo: El sábado fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado. Por tanto, el Hijo del hombre es Señor aun del sábado”.8Marcos 2:27, 28.HSPDS 79.4

    Debieran notarse los siguientes puntos al examinar este texto:HSPDS 79.5

    1) Que el problema en discusión no se relacionaba con el acto de pasar por un campo de trigo en sábado; porque los fariseos mismos estaban en el grupo; y por ello puede concluirse que el Salvador y los que lo acompañaban iban, o regresaban de la sinagoga.HSPDS 79.6

    2) Que la cuestión planteada por los fariseos era ésta: Si los discípulos, al satisfacer su hambre con el trigo por donde estaban pasando no estaban violando la ley del sábado.HSPDS 79.7

    3) Que aquel a quien le propusieron esta pregunta era competente en el más alto grado para responderla; porque él estaba con el Padre cuando se hizo el sábado.9Comparar Juan 1:1-3; Génesis 1:1, 26; 2:1-2.HSPDS 79.8

    4) Que el Salvador con gusto apeló a los precedentes bíblicos para la decisión de esta pregunta, más bien que afirmar su propio juicio independiente.HSPDS 79.9

    5) Que el primer caso citado por el Salvador era peculiarmente apropiado. David, huyendo por su vida, entró en la casa de Dios en el sábado,10Ver el capítulo 8. y comió los panes de la proposición para satisfacer su hambre. Los discípulos, para aliviar su apetito, sencillamente comieron del trigo por donde estaban pasando en sábado. Si David hizo lo correcto, aunque comiendo en su necesidad de lo que pertenecía solo a los sacerdotes, ¿cuán poca culpa podía echarse sobre los discípulos que no habían siquiera violado un precepto de la ley ceremonial? Eso acerca de los discípulos que satisficieron su apetito al hacerlo en sábado. El siguiente ejemplo de nuestro Señor tuvo la intención de mostrar qué tareas en sábado no son violaciones de su carácter sagrado.HSPDS 79.10

    6) Y por ello se cita el caso de los sacerdotes. El mismo Dios que había dicho en el cuarto mandamiento, “Seis días trabajarás y harás toda TU obra”, había ordenado que los sacerdotes en en el sábado debían ofrecer ciertos sacrificios en su templo.11Números 28:9, 10. En esto no hay contradicción; porque la tarea realizada por los sacerdotes en sábado era sencillamente mantener la adoración designada por Dios en su templo, y no estaban haciendo lo que el mandamiento llama “TU OBRA”. Por lo tanto, las tareas de esta clase, siendo juez el Salvador, no era, y nunca ha sido una violación del sábado.HSPDS 80.1

    7) Pero es altamente probable que el Salvador, en esta referencia a los sacerdotes, tenía en mente no meramente los sacrificios que ellos ofrecían en sábado, sino el hecho de que se requería que ellos prepararan nuevos panes de la proposición cada sábado; cuando los anteriores serían quitados de la mesa delante del Señor, y ellos los debían comer.12Levítico 24:5-9; 1 Crónicas 9:32. Esta idea del asunto conectaría el caso de los sacerdotes con el de David, y ambos se relacionarían con claridad maravillosa con el acto de los discípulos. Entonces, se podría apreciar el argumento de nuestro Señor cuando añade: “Pues os digo que uno mayor que el Templo está aquí”. Así que si los panes de la proposición debían prepararse cada sábado para el uso de los que ministraban en el templo, y aquellos que hacían esto estaban sin culpa, cuán libres de culpa deberían también estar los discípulos, quienes, al seguir a Aquél que era más grande que el templo, pero que no tenía donde reclinar su cabeza, habían comido del trigo en pie en sábado para aliviar su apetito.HSPDS 80.2

    8) Pero nuestro Señor especifica un principio digno de la atención más seria. Así añade: “Si supierais qué significa: ‘Misericordia quiero y no sacrificios’, no condenaríais a los inocentes”. El Altísimo había ordenado ciertas tareas para ser realizadas en sábado, a fin de que los sacrificios pudieran ser ofrecidos a él. Pero Cristo afirma, basado en la autoridad de las Escrituras,13Oseas 6:6. que hay algo por lejos más aceptable a Dios que los sacrificios, y esto es, actos de misericordia. Si Dios tiene sin culpa a los que ofrecían sacrificios en sábado, cuánto menos condenaría a aquellos que extienden misericordia y alivio a los atribulados y sufrientes, en ese día.HSPDS 80.3

    9) Tampoco el Salvador dejó el tema aquí; porque él añade: “El sábado fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado. Por tanto, el Hijo del hombre es Señor aun del sábado”. Si el sábado fue hecho, ciertos actos fueron necesarios a fin de darle existencia. ¿Qué actos fueron esos? (1) Dios descansó en el séptimo día. Esto hico que el séptimo día fueras un día de descanso o sábado de Jehová. (2) Bendijo el día; así llegó a ser un día santo. (3) Lo santificó, o puso aparte para un uso sagrado; así su observancia llegó a ser una parte del deber del hombre hacia Dios. Debe haber un momento cuando se realizaron estos actos. Y sobre este punto no hay lugar para controversia. No fueron realizados en el Sinaí, ni en el desierto de Sin, sino en el paraíso. Y esto es notablemente confirmado por el lenguaje que usó aquí el Salvador: “El sábado fue hecho por causa DEL hombre, no EL hombre por causa del sábado”,14El griego dice: “Καὶ ἔλεγεν αὐτοῖς· Τὸ σάββατον διὰ τὸν ἄνθρωπον ἐγένετο, οὐχ ὁ ἄνθρωπος διὰ τὸ σάββατον” (Marcos 2:27). conduciendo nuestras mentes al hombre Adán que fue hecho del polvo de la tierra, y afirmando que el sábado fue hecho para él; un testimonio concluyente de que el sábado se originó en el paraíso. Este hecho está felizmente ilustrado por una declaración del apóstol Pablo: “Y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón”.151 Corintios 11:9. No se negará que este lenguaje tiene una referencia directa a la creación de Adán y Eva. Si entonces nos volvemos al comienzo, encontraremos a Adán que fue hecho del polvo de la tierra, Eva tomada de su costado, y el sábado hecho el séptimo día.16Génesis 2:1-3, 7, 21-23. Así el Salvador, para completar la solución de la pregunta planteada por los fariseos, repasa el sábado desde el principio, como hace con la institución del matrimonio cuando la misma clase procuró su decisión acerca de la legalidad del divorcio.17Mateo 19:3-9. Su cuidadosa afirmación del propósito del sábado y del matrimonio, retrocediendo cada uno al principio, en un caso echando abajo su perversión del sábado, y en el otro, el del matrimonio, es el testimonio más poderoso en favor de lo sagrada que es cada institución. El argumento en un caso es así: En el principio Dios creó un hombre y una mujer, indicando que ellos DOS sean una carne. La relación matrimonial por lo tanto tenía el propósito de unir sencillamente dos personas, y esta unión debiera ser sagrada e indisoluble. Tal era el contenido de su argumento sobre la cuestión del divorcio. En relación con el sábado, su argumento es éste: Dios hizo el sábado para el hombre que él formó del polvo de la tierra; y siendo así hecho para una raza no caída, solo puede ser una institución misericordiosa y benévola. El que hizo el sábado para el hombre antes de la caída vio lo que el hombre necesitaba, y sabía cómo proveer eso. Le fue dado para descanso, reposo y delicia; características que sostuvo después de la caída,18Éxodo 16:23; 23:12; Isaías 58:13, 14. pero que los judíos habían perdido de vista por completo.19Ver la conclusión del cap. 9. Y así nuestro Señor abrió todo su corazón con respecto al sábado. Él cuidadosamente decidió qué tareas no son una violación del sábado; y esto lo hace con ejemplos del Antiguo Testamento, para que sea evidente que él no está introduciendo ningún cambio en la institución; puso a un lado sus tradiciones rigurosas y pesadas con respecto al sábado, al trazar su origen misericordioso en el paraíso; y habiendo así despojado el sábado del rigor farisaico, él lo deja sobre este fundamento paradisíaco, puesto en vigor por toda la autoridad y carácter sagrado de esa ley que él vino no para destruir, sino para magnificar y hacer honorable.20Mateo 5:17-19; Isaías 42:21.HSPDS 80.4

    10) Habiendo así separado del sábado todas las adiciones farisaicas, nuestro Señor concluye con esta notable declaración: “Por tanto, el Hijo del hombre es Señor aun del sábado”.HSPDS 81.1

    A. No era un desprecio del sábado, sino un honor, que el único Hijo de Dios reclamara que él era su Señor.HSPDS 82.1

    B. Ni tampoco era un menosprecio del carácter del Redentor que sea el Señor del sábado; con todos los altos honores correspondientes a su carácter de Mesías, él TAMBIÉN es Señor del sábado. O si tomamos la expresión en Mateo, él “es señor [AUN] del sábado”, lo que implica que no es un pequeño honor poseer tal título.HSPDS 82.2

    C. Este título implica que el Mesías debiera ser el protector, y no el destructor del sábado. Y por lo tanto que él era el ser legítimo para decidir la naturaleza apropiada de observancia del sábado. Con estas memorables palabras termina el primer discurso de nuestro Señor con respecto al sábado.HSPDS 82.3

    Desde este tiempo los fariseos vigilaron al Salvador para encontrar contra él una acusación de violar el sábado. El siguiente ejemplo mostrará la malignidad de sus corazones, su total perversión del sábado, la urgente necesidad de una corrección dotada de autoridad de sus falsas enseñanzas con respecto a él, y la defensa irrefutable del Salvador:HSPDS 82.4

    “Saliendo de allí, fue a la sinagoga de ellos. Y había allí uno que tenía seca una mano. Para poder acusar a Jesús, le preguntaron: ¿Está permitido sanar en sábado? Él les dijo: ¿Qué hombre entre vosotros, si tiene una oveja y esta se le cae en un hoyo, en sábado, no le echa mano y la saca? Pero, ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, está permitido hacer bien en sábado. Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Él la extendió y le fue restaurada sana como la otra. Salieron entonces los fariseos y se confabularon contra Jesús para destruirlo”.21Mateo 12:9-14; Marcos 3:1-6; Lucas 6:6-11.HSPDS 82.5

    ¿Cuál fue el acto que causó esta locura a los fariseos? De parte del Salvador, fue una palabra; de parte del hombre, fue el acto de estirar su brazo. ¿Prohibía la ley del sábado hacer alguna de estas cosas? Nadie puede afirmar tal cosa. Pero el Salvador había transgredido públicamente aquella tradición de los fariseos que prohibía hacer cosa alguna para sanar a los enfermos en sábado. Y cuán necesario era que esa malvada tradición fuera eliminada, si el sábado mismo había de ser conservado para el hombre. Pero los fariseos estaban llenos de tal locura que salieron de la sinagoga y consultaron cómo podrían destruir al Salvador. No obstante, Jesús solo actuó en favor del sábado poniendo a un lado aquellas tradiciones por las cuales había sido pervertido.HSPDS 82.6

    Después de esto, nuestro Señor regresó a su propia tierra, y leemos esto de él:HSPDS 82.7

    “Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos. Oyéndolo, se admiraban y preguntaban: ¿De dónde saca este estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos?”.22Marcos 6:1-6.HSPDS 82.8

    No lejos de este momento encontramos al Salvador en Jerusalén, y el siguiente milagro se realizó en sábado:HSPDS 82.9

    “Había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? El enfermo le respondió: Señor, no tengo quién me meta en el estanque cuando se agita el agua; mientras yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu camilla y anda. Al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su camilla y anduvo. Era sábado aquel día. Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es sábado; no te es permitido cargar tu camilla. Él les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu camilla y anda. Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu camilla y anda?… El hombre se fue y contó a los judíos que Jesús era quien lo había sanado. Por esta causa los judíos perseguían a Jesús e intentaban matarlo, porque hacía estas cosas en sábado. Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto los judíos aún más intentaban matarlo, porque no solo quebrantaba el sábado, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios”.23Juan 5:1-18.HSPDS 83.1

    Nuestro Señor se encontraba acusado de dos crímenes: (1) quebrantar el sábado; (2) hacerse igual a Dios. La primera acusación se basaba en dos puntos: (1) por su palabra había sanado al hombre inválido. Pero esto no violaba ninguna ley de Dios; sólo anulaba esa tradición que prohibía hacer algo para curar enfermedades en sábado; (2)Había ordenado al hombre a llevar su camilla. Pero esta carga era insignificante,24El Testamento Griego del Dr. Bloomfield sobre este texto; Testamento familiar de la Sociedad Norteamericana de Tratados sobre el mismo; Antigüedades bíblicas de Nevins, pp. 62, 63. como un manto o una estera, y tenía el propósito de mostrar la realidad de su curación, y así honrar al Señor del sábado que lo había sanado. Además, no era una carga como la que la Escritura prohibía llevar en sábado;25Comparar Jeremías 17:21-27 con Nehemías 13:15-20. (3) Jesús justificó lo que había hecho al comparar su presente acto de sanar con la obra que su Padre había hecho HASTA ENTONCES, o sea, desde el comienzo de la creación. Desde que el sábado fuera santificado en el paraíso, el Padre, por su providencia, había continuado haciendo en favor de la humanidad, aún en sábado, todos los actos misericordiosos por los cuales la raza humana ha sido conservada. Esta obra del Padre era precisamente de la misma naturaleza que la que Jesús había hecho en ese momento. Estos actos no discuten que el Padre hasta entonces tomara ligeramente sábado, porque él había ordenado en la forma más solemne su observancia en la ley y en los profetas;26Gálatas 4:4; Mateo 5:17-19; 7:12; 19:17; Lucas 16:17. y en cuanto a nuestro Señor había en forma muy expresa reconocido su autoridad, no había base para acusarlo de despreciar el sábado, cuando solo había seguido el ejemplo del Padre desde el principio. La respuesta del Salvador a estas dos acusaciones eliminará todas las dificultades:HSPDS 83.2

    “Respondió entonces Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre. Todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente”.27Juan 5:19.HSPDS 83.3

    Esta respuesta involucra dos puntos: 1. Que él estaba siguiendo el ejemplo perfecto de su Padre, quien había abierto a él todas sus obras; de aquí que él hacía solo lo que era la voluntad del Padre, él no estaba ocupado en derribar el sábado. 2. Y por la mansa humildad de esta respuesta: “No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre”, él mostró la falta de base de su acusación de exaltación propia. Así, no había nada a lo que ellos pudieran responderle.HSPDS 84.1

    Varios meses después de esto, el mismo caso de curación fue discutido:HSPDS 84.2

    “Jesús respondió y les dijo: Una obra hice y todos os admiráis. Por cierto, Moisés os dio la circuncisión –no porque sea de Moisés, sino de los padres– y en sábado circuncidáis al hombre. Si recibe el hombre la circuncisión en sábado, para que la Ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en sábado sané completamente a un hombre?”28Juan 7:21-23.HSPDS 84.3

    Esta Escritura contiene la segunda respuesta de nuestro Señor relacionada con la curación del hombre inválido en sábado. En su primera respuesta él hizo descansar su defensa sobre el hecho de que lo que había hecho era precisamente lo mismo que el Padre había hecho hasta entonces, es decir, desde el principio del mundo; lo que implica que el sábado había existido desde ese mismo punto, o el ejemplo del Padre durante ese tiempo no hubiera sido relevante. En esta, su segunda respuesta, está involucrado un punto similar relacionado con el origen del sábado. Su defensa esta vez descansa sobre el hecho de que su acto de sanación no violó el sábado más que el acto de circuncidar en sábado. Pero si la circuncisión, que fue ordenada en el tiempo de Abrahán, era más antigua que el sábado –como sería si el sábado se originó en el desierto de Sin– habría algo impropio en la alusión; porque la circuncisión tendría el derecho de prioridad como la institución más antigua. Sería estrictamente apropiado hablar de la institución más reciente como no involucrando ninguna violación de una más antigua; pero sería distinto hablar de una institución antigua como no involucrando una violación de la más reciente. El lenguaje, por lo tanto, implica que el sábado era más antiguo que la circuncisión; en otras palabras, más antigua que los días de Abrahán. Estas dos respuestas del Salvador están ciertamente en armonía con el testimonio unánime de los escritores sagrados, de que el sábado se originó con la santificación del día de descanso del Señor en Edén.HSPDS 84.4

    ¿Qué había hecho el Salvador para justificar el odio del pueblo judío hacia él? Él había sanado en el sábado, con una palabra, a un hombre que había estado inválido treinta y ocho años. ¿No era éste un acto en estricto acuerdo con la institución sabática? Nuestro Señor había resuelto este punto en la afirmativa con argumentos de peso e incontrovertibles,29Grotius bien dice: “Si él sanaba a alguno en sábado, él hizo aparecer no sólo desde la ley, sino también de sus opiniones recibidas, que tales obras no estaban prohibidas en sábado”. La verdad de la religión cristiana, l. 5, sec. 7. no solo en este caso, sino en otros que ya vimos antes, y también en aquellos que falta notar. Si él hubiera dejado al hombre en su miseria porque era sábado, cuando una palabra lo hubiera sanado, él hubiera deshonrado el sábado, y arrojado críticas sobre su Autor. Encontraremos que el Señor del sábado todavía continúa su tarea en su favor al rescatar de las manos de aquellos que tan totalmente habían pervertido su propósito; una obra bastante innecesaria, utilizó él para clavar esta institución en su cruz.HSPDS 84.5

    El siguiente incidente que notaremos es el caso del hombre que había nacido ciego. Viéndolo Jesús, dijo:HSPDS 85.1

    “Me es necesario hacer las obras del que me envió, mientras dura el día; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, luz soy del mundo. Dicho esto, escupió en tierra, hizo lodo con la saliva y untó con el dedo los ojos del ciego, y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé –que significa ‘Enviado’–. Entonces fue, se lavó y regresó viendo… Y era sábado cuando Jesús había hecho el lodo y le había abierto los ojos”.30Juan 9:1-16.HSPDS 85.2

    Aquí está el registro de otro de los actos misericordiosos de nuestro Señor hechos en sábado. Él vio al hombre ciego desde su nacimiento; movido a compasión hacia él, mojó tierra y ungió sus ojos, y lo envió al estanque para que se lavara; y cuando se hubo lavado recibió la vista. El acto era igualmente digno del sábado y de su Señor: y les correspondía solo a los adversarios del sábado ahora, como correspondió a los enemigos de su Señor entonces, ver en este evento la más mínima violación del sábado.HSPDS 85.3

    Después de esto leemos lo siguiente:HSPDS 85.4

    “Enseñaba Jesús en una sinagoga en sábado, y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Puso las manos sobre ella, y ella se enderezó al momento y glorificaba a Dios. Pero el alto dignatario de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiera sanado en sábado, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en estos, pues, venid y sed sanados, y no en sábado. Entonces el Señor le respondió y dijo: ¡Hipócrita! ¿no desatáis vosotros vuestro buey o vuestro asno del pesebre y lo lleváis a beber en sábado? Y a esta hija de Abrahán, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en sábado? Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él”.31Lucas 13:10-17.HSPDS 85.5

    Esta vez una hija de Abrahán, es decir, una mujer piadosa,321 Pedro 3:6. que había estado atada por Satanás durante dieciocho años, fue liberada de su atadura en sábado. Jesús silenció el clamor de sus enemigos por una apelación a su propio curso de acción en desatar al buey y llevarlo a tomar agua en sábado. Con esta respuesta nuestro Señor avergonzó a todos sus adversarios, y todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas que él hacía. El último de estos actos gloriosos con los que Jesús honraba el sábado es narrado de este modo:HSPDS 85.6

    “Aconteció que un sábado Jesús entró a comer en casa de un gobernante fariseo, y ellos lo acechaban. Y estaba delante de él un hombre hidrópico. Entonces Jesús habló a los intérpretes de la Ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en sábado? Pero ellos callaron. Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo saca inmediatamente, aunque sea sábado? Y no le podían replicar a estas cosas”.33Lucas 14:1-6.HSPDS 86.1

    No se atrevieron a responder a la pregunta, ¿Es lícito sanar en sábado? Si decían: “Sí”, condenaban sus propias tradiciones. Si decían “No”, eran incapaces de sostener su respuesta con un argumento claro. Por ello permanecieron en silencio. Y cuando Jesús hubo sanado al hombre, hizo una segunda pregunta igualmente embarazosa: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo saca inmediatamente, aunque sea sábado? Otra vez ellos no pudieron responderle acerca de etas cosas. Es evidente que, de tanto en tanto, la discusión de nuestro Señor con los fariseos relativa al sábado, los había satisfecho por lo menos que el silencio relativo a sus tradiciones era más sabio que hablar. En su enseñanza pública el Salvador declaró que los asuntos más graves de la ley eran el juicio, la MISERICORDIA, y la fe;34Mateo 23:23. y en su esfuerzo largo, continuado y poderoso en favor del sábado, era vindicarlo como una institución MISERICORDIOSA, y librarla de las tradiciones farisaicas, por las cuales se había pervertido su propósito original. Aquellos que se oponen al sábado son aquí culpables de falta de equidad por dos razones: (1) Presentan el rigor farisaico como que pertenece realmente a la institución del sábado. Por este medio ellos vuelven las mentes de los hombres en contra del sábado; (2) Y habiendo hecho esto presentan el esfuerzo del Salvador de poner a un lado aquellas tradiciones como dirigidas a derribar al sábado mismo.HSPDS 86.2

    Y ahora llegamos al memorable discurso del Salvador sobre el monte de los Olivos, en la misma víspera de su crucifixión, en el que por última vez él menciona el sábado:HSPDS 86.3

    “Por tanto, cuando veáis en el Lugar santo la abominación desoladora de la que habló el profeta Daniel –el que lee, entienda–, entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que está en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Pero ¡ay de las que están encinta y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado, porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”.35Mateo 24:15-21.HSPDS 86.4

    En este lenguaje nuestro Señor trae a la vista las terribles calamidades del pueblo judío, y la destrucción de su ciudad y templo como lo predijo Daniel el profeta;36Daniel 9:26, 27. y su cuidado vigilante sobre su pueblo mientras su Señor lo conduce para señalar su medio de escape.HSPDS 86.5

    1) Él les da una señal para que supieran cuándo esta terrible derrota sería inmediatamente inminente. Era la “abominación asoladora” ubicada en el “Lugar santo”; o como lo expresa Lucas, la señal sería “Jerusalén rodeada de ejércitos”.37Lucas 21:20. El historiador Josefo registra el cumplimiento de esta señal. Después de afirmar que Cestio, el comandante romano, al comienzo de este encuentro entre los judíos y los romanos, rodearon la ciudad de Jerusalén con un ejército, él añade:HSPDS 87.1

    “Quien, si hubiera continuado el sitio un poco más, ciertamente hubiera tomado la ciudad; pero ocurrió, supongo, debido a la aversión que Dios ya tenía por la ciudad y el santuario, que le impidió de poner fin a la guerra ese mismo día. Entonces ocurrió que Cestio no era consciente de cómo los sitiados abandonaban la esperanza de éxito, ni cuán valeroso era el pueblo; y así retiró a sus soldados del lugar, y desalentado de cualquier expectativa de tomarla, sin haber recibido ninguna desgracia, se retiró de la ciudad, sin ninguna razón en el mundo”.38Guerras de los judíos, libro ii, cap. 19.HSPDS 87.2

    2) Cuando vieran la señal, los discípulos debían saber que la desolación de Jerusalén estaba próxima. “Entonces”, dijo Cristo, “los que estén en Judea huyan a los montes”. Josefo registra el cumplimiento de esta orden:HSPDS 87.3

    “Después de la calamidad que sobrevino a Cestio, muchos de los más eminentes de los judíos nadaron alejándose de la ciudad como de un barco que se está hundiendo”.39Íd., libro ii, cap. 20.HSPDS 87.4

    Eusebio también relata su cumplimiento:HSPDS 87.5

    “Todo el cuerpo, sin embargo, de la iglesia en Jerusalén, habiendo recibido la orden medio de una revelación divina, dada a hombres de piedad probada antes de la guerra, salieron de la ciudad, y vivieron en cierto pueblo más allá del Jordán, llamado Pella. Aquí, los que habían creído en Cristo, habiendo salido de Jerusalén, como si los santos hubieran abandonado la ciudad real misma, y toda la tierra de Judea; el juicio divino por sus crímenes contra Cristo y sus apóstoles, finalmente los alcanzó, destruyendo totalmente la generación entera de esos hacedores de maldad de la tierra”.40Hist. Ecles., libro iii, cap. 5.HSPDS 87.6

    3) Tan inminente era el peligro que cuando se viera esta señal no debían perder ni un momento. El que estuviera en el terrado no debía descender a buscar ni un solo artículo de su casa. El hombre que estuviera en el campo tenía prohibido volver a la casa por su ropa. No debía perderse un momento; debían huir así como estaban, y huir por su vida. Y de hecho, lamentable fue el caso de aquellos que no pudieron huir.HSPDS 87.7

    4) En vista del hecho de que los discípulos debían huir en el momento en que la señal prometida apareciera, nuestro Señor los instruyó para que oraran por dos cosas: 1. Que su huida no fuera en invierno. 2. Que no fuera en sábado. Esta situación lamentable, si se veían forzados a huir a las montañas en medio del invierno, sin tiempo siquiera de recoger sus ropas, testifica suficientemente de la importancia de la primera de estas peticiones, y el tierno cuidado de Jesús como el Señor de su pueblo. La segunda de estas peticiones expresará igualmente el cuidado del Señor del sábado.HSPDS 87.8

    5) Pero se alega que esta última petición se refiere solo al hecho de que los judíos estarían guardando el sábado estrictamente, y como consecuencia, las puertas de la ciudad estarían cerradas ese día, y los que intentaran huir serían castigados con la muerte; y por eso esta petición no indica nada con respecto a la consideración de Cristo por el sábado. Una afirmación tan a menudo pronunciada con mucha confianza, debiera estar fundada en la verdad; no obstante, un breve examen mostrará que tal no es el caso.HSPDS 88.1

    A. El lenguaje del Salvador se refiere a toda la tierra de Judea, y no solo a Jerusalén: “Los que estén en Judea huyan a los montes”. El cierre de las puertas de la ciudad no podría, por lo tanto, afectar la huida más que a una parte de los discípulos.HSPDS 88.2

    B. Josefo afirma el notable hecho de que cuando Cestio estaba marchando sobre Jerusalén en cumplimiento de la señal del Salvador y hubo alcanzado a Lidda, a no muchos kilómetros de Jerusalén, “él encontró la ciudad vacía de sus hombres; porque toda la multitud había subido a Jerusalén para la fiesta de los tabernáculos”.41Guerras de los judíos, libro ii, cap. 19. “La ley de Moisés requería la presencia de todo varón en Israel en esta fiesta en Jerusalén;42Deuteronomio 16:16. y de ese modo, en la providencia de Dios, los discípulos no tuvieron enemigos judíos en la región que hubieran para estorbar su huida.HSPDS 88.3

    C. La nación judía estando así reunida en Jerusalén violó muy abiertamente el sábado unos días antes de la huida de los discípulos, un comentario singular de su supuesta estrictez en guardarlo en ese tiempo.43Así comenta el Sr. Crozier en el Advent Harbinger para el 6 de dic. de 1851: “La referencia al sábado en Mateo 24:20, sólo muestra que los judíos que rechazaron a Cristo estarían guardando el sábado en la destrucción de Jerusalén, y que, en consecuencia, añadirían a los peligros de la huida de los discípulos castigándolos tal vez con la muerte por huir en ese día”.
    Y el Sr. Marsh, olvidando que Cristo prohibió a sus discípulos a tomar algo consigo en su huida, usa el siguiente lenguaje: “Si los discípulos intentaran huir de Jerusalén en ese día y llevar sus cosas, los judíos estorbarían su huida y tal vez los mataran. Los judíos estarían guardando el sábado, porque ellos rechazaron a Cristo y su evangelio”. Advent Harbinger, 24 de enero de 1852. Estas citas traicionan la amargura de sus autores. En una distinción honorable de estos anti-sabatarios, se cita lo siguiente del Sr. William Miller, él mismo un observador del primer día de la semana:
    “Ni en sábado. Porque era para guardar como día de reposo, y no debía hacerse ninguna obra servil en ese día, ni sería correcto que ellos viajaran en ese día. Cristo en este lugar sanciona el sábado, y claramente nos muestra nuestro deber de no permitir que circunstancias triviales nos hagan quebrantar la ley del sábado. No obstante, ¿cuántos que profesan creer en Cristo, en el día presente, hacen énfasis en visitar, viajar, y tener fiestas en este día? ¡Qué profesión falsa hace esa persona que puede tratar con desprecio la ley moral de Dios, y despreciar los preceptos del Señor Jesús! Podemos aquí aprender nuestra obligación de recordar el día sábado, para santificarlo” Exposición de Mateo 24, p. 18.
    Así Josefo dice de la marcha de Cestio sobre Jerusalén que,
    HSPDS 88.4

    “levantó su campamento en cierto lugar llamado Gabao, a cincuenta estadios de Jerusalén. Pero en lo que respecta a los judíos, cuando ellos vieron acercarse la guerra a su metrópolis, abandonaron la fiesta, y tomaron sus armas; y tomando coraje grandemente de su multitud, fue de una manera desordenada y repentina a la pelea, con gran ruido, y sin ninguna consideración del reposo del séptimo día, aunque el sábado era el día al que concedían la mayor estima; pero esa furia que les hizo olvidar la observación religiosa [del sábado] los hizo muy duros para sus enemigos en la lucha; con tal violencia, por lo tanto, cayeron sobre los romanos, como para entrar en sus filas, y a marchar por en medio de ellos, haciendo una gran matanza mientras avanzaban”,44Guerras de los judíos, libro ii, cap. 19. etc.HSPDS 88.5

    Así se ve que en la víspera de la huida de los discípulos de la ira de los judíos contra sus enemigos ¡los hizo descuidar totalmente el sábado!HSPDS 89.1

    D. Pero después que Cestio rodeó la ciudad con su ejército, dando así la señal del Salvador, él repentinamente se retiró, como dice Josefo, “sin ninguna razón en el mundo”. Este era el momento de la huida para los discípulos, y noten cómo la providencia de Dios abrió el camino para los que estaban en Jerusalén:HSPDS 89.2

    “Pero cuando los ladrones percibieron esta retirada inesperada de él, reasumieron su coraje, y corriendo tras los últimos de su ejército, y destruyendo un número considerable tanto de sus jinetes como los de a pie: y ahora Cestio quedó toda la noche en el campamento que estaba en Scopus, y se alejó más al día siguiente, con ello invitó al enemigo a seguirlo, quienes todavía cayeron sobre los últimos y destruyéndolos”.45Id., libro ii, cap. 19.HSPDS 89.3

    Este ímpetu de la multitud excitada en persecución de los romanos fue en el momento mismo cuando los discípulos tenían la orden de huir, y no pudieron menos que ofrecer la facilidad necesaria de escape. Si la huida de Cestio hubiera ocurrido en sábado, sin duda los judíos los habrían perseguido en ese día, ya que en circunstancias menos excitantes ellos lo habían hecho unos pocos días antes, al atacarlo en sábado. Por tanto, se ve que si estaban en la ciudad o en el campo, los discípulos no tenían peligro de ser atacados por sus enemigos, aunque su huida hubiera sido en sábado.HSPDS 89.4

    6) Por ello hay solo una idea que puede tomarse con relación al significado de estas palabras de nuestro Señor, y es que él habló así por la sagrada consideración por el sábado. Porque en su tierno cuidado por su pueblo él les había dado un precepto que requería violar el sábado, si es que el momento de su huida ocurriera en sábado. Porque el mandato de huir era imperativo en el instante en que la señal prometida se viera, y la distancia a Pella, donde encontraron un lugar de refugio era de por lo menos 100 km (sesenta millas). Esta oración que el Salvador dejó con sus discípulos les haría recordar el sábado cuando quiera fueran ante Dios. Por lo tanto era imposible que la iglesia apostólica se olvidara del día de reposo sagrado. Esta oración, que ellos no fueran obligados en un tiempo futuro a violar el sábado, era un medio seguro y certero de perpetuar su sagrada observancia para los próximos cuarenta años, hasta la destrucción final de Jerusalén, y nunca fue olvidada por aquella iglesia primitiva, así como veremos más adelante.46Ver el capítulo 16. El Salvador que había realizado incansables esfuerzos durante todo su ministerio para mostrar que el sábado era una institución misericordiosa y para poner a un lado aquellas tradiciones por las que habían pervertido su verdadero propósito, en su último discurso, con mucha ternura encargó el sábado a su pueblo, uniendo en la misma petición su propia seguridad y lo sagrado del día de reposo de Jehová.47El presidente Edwards dice: “Un argumento adicional en favor de la perpetuidad del sábado lo tenemos en Mateo 24:20: ‘Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado’. Cristo está hablando aquí de la huida de los apóstoles y otros cristianos de Jerusalén y Judea, justo antes de su destrucción final, como se manifiesta por todo el contexto, especialmente por el versículo 16: ‘Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes’. Pero esta destrucción final de Jerusalén fue después de la disolución de la constitución judía, y después de que la dispensación cristiana estuviera completamente establecida. No obstante está claramente implícito en estas palabras de nuestro Señor, que aun entonces los cristianos estaban comprometidos con una observancia estricta del sábado.”–Obras del Presidente Edwards, t. iv, pp. 621, 622, Nueva York, 1849.HSPDS 89.5

    Unos pocos días después de este discurso, el Señor del sábado fue clavado en la cruz como el gran sacrificio por los pecados de los hombres.48Mateo 27; Isaías 53. El Mesías fue así cortado en medio de la septuagésima semana; y por su muerte hizo que los sacrificios y las oblaciones cesaran.49Daniel 9:24-27.HSPDS 90.1

    Pablo describe así la abrogación del sistema típico en la crucifixión del Señor Jesús:HSPDS 90.2

    “Él anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, y la quitó de en medio clavándola en la cruz… Por tanto, nadie os critique en asuntos de comida o de bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o sábado. Todo esto es sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo es de Cristo”.50Colosenses 2:14-17.HSPDS 90.3

    El objeto de esta acción se indica que es el acta de los decretos. La manera en que fueron abrogados está afirmada de este modo: (1) Anulada; (2) Clavada en la cruz; (3) Quitada de en medio. Se muestra su naturaleza con estas palabras: “Contra nosotros”, y “nos era contraria”. Las cosas contenidas en eran comidas, bebidas, días de fiesta [gr. ἑορτης, día de fiesta], luna nueva y sábados.51Para un panorama extenso de estas fiestas judías, ver el capítulo 7. Se declara que todo es una sombra de las buenas cosas que han de venir; y el cuerpo que arroja esa sombra es el de Cristo. Esa ley que fue proclamada por la voz de Dios y escrita por su propio dedo sobre tablas de piedra, y depositadas debajo del propiciatorio, era totalmente diferente de ese sistema de ordenanzas carnales que escribió Moisés en un libro, y puestas a un lado del arca.52Deuteronomio 10:4,5, comparado con 31:24-26. Morer contrasta así la frase “en el arca”, que se usa con referencia a las dos tablas, con la expresión “al lado del arca”, como se usa con respecto al libro de la ley, y dice de ésta: “al lado del arca, o más críticamente, en la parte exterior del arca; o en una caja sola del lado derecho del arca, dice el Targum de Jonathan.”–Morer, Diálogos sobre el día de Jehová, p. 211, Londres, 1701. Sería absurdo hablar de las tablas de PIEDRA como CLAVADAS en la cruz; o de hablar de ANULAR lo que fue GRABADO en PIEDRA. Sería representar al Hijo de Dios como derramando su sangre para borrar lo que había escrito el dedo del Padre. Sería confundir todos los principios inmutables de moralidad, representar los diez mandamientos como “contrarios” a la naturaleza moral del hombre. Sería hacer de Cristo el ministro de pecado, representarlo como muriendo para destruir totalmente la ley moral. Ni ese hombre mantiene la verdad de su lado al representar los diez mandamientos como si estuviera entre las cosas enumeradas por Pablo que fueron abolidas. Ni hay ninguna excusa para aquellos que quisieran destruir los diez mandamientos con esta afirmación de Pablo; porque él muestra, finalmente, que todo lo que fue anulado era la sombra de cosas buenas por venir: un absurdo si se aplicara a la ley moral. Las fiestas, lunas nuevas y sábados, de la ley ceremonial, que Pablo declara ser abolidas como consecuencia de la anulación de aquel código, han sido ya especialmente notadas.53Ver el capítulo 7. Que el sábado de Jehová no está incluido en esa lista, lo evidencia lo siguiente:HSPDS 90.4

    1) El sábado de Jehová fue hecho antes de que el pecado entrara en nuestro mundo. Por lo tanto, no es una de aquellas cosas que eran sombra de la redención del pecado.HSPDS 91.1

    2) Siendo que fue hecho PARA el hombre antes de la caída no es una de las cosas que eran CONTRA nosotros y CONTRARIAS a él.54Marcos 2:27.HSPDS 91.2

    3) Cuando se ordenaron los sábados ceremoniales, fueron claramente diferenciados del sábado de Jehová.55Levítico 23:37, 38.HSPDS 91.3

    4) El sábado de Jehová no debe su existencia al acta de los decretos, sino se encuentra en el mismo centro de aquella ley que Jesús no vino para destruir. La anulación de la ley ceremonial, por lo tanto, no podía abolir el sábado del cuarto mandamiento.56Génesis 2:1-3; Éxodo 20; Mateo 5:17, 19.HSPDS 91.4

    5) El esfuerzo de nuestro Señor en todo su ministerio era redimir el sábado de la servidumbre de los doctores judíos, y para vindicarlo como una institución misericordiosa, es completamente inconsistente con la idea de que él la clavó de la cruz, como una de las cosas que estaban en contra de los hombres y eran contrarias a él.HSPDS 91.5

    6) El pedido de nuestro Señor con respecto a la huida de los discípulos de Judea, reconoce lo sagrado que es el sábado muchos años después de la crucifixión del Salvador.HSPDS 91.6

    7) La perpetuidad del sábado en la tierra nueva no se reconcilia fácilmente con la idea de que fue anulada y clavada por nuestro Señor a la cruz como una de las cosas que eran contrarias al hombre.57Isaías 66:22, 23. Ver también el final del cap. 19 de esta obra.HSPDS 91.7

    8) Por causa de que la autoridad del cuarto mandamiento es expresamente reconocida después de la crucifixión del Salvador.58Lucas 23:34-56.HSPDS 91.8

    9) Y finalmente, por cuando la ley real que no ha sido abolida encarna los diez mandamientos, y en consecuencia, incluye y hace mandatorio el sábado de Jehová.59Santiago 2:8-12; Marteo 5:17-19; Romanos 3:19, 31.HSPDS 92.1

    Cuando el Salvador murió en la cruz todo el sistema típico que había señalado a ese evento futuro como el cumplimiento de su antitipo, expiró con él. Estando muerto el Salvador, José de Arimatea fue a Pilato y solicitó el cuerpo de Jesús, y con la ayuda de Nicodemo, lo enterró en su propia tumba nueva.60Hebreos 9; 10; Lucas 23:46-53; Juan 19:38-42.HSPDS 92.2

    “Era día de la preparación y estaba para comenzar el sábado. Las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea lo siguieron y vieron el sepulcro y cómo fue puesto su cuerpo. Al regresar, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el sábado, conforme al mandamiento. El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro llevando las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas”.61Lucas 23:54-56; 24:1.HSPDS 92.3

    Este texto es digno de atención especial. (1) Porque es un reconocimiento expreso del cuarto mandamiento después de la crucifixión del Señor Jesús. (2) Porque es el caso más notable de observancia del sábado en toda la Biblia. El Señor del sábado había muerto; se estaba haciendo la preparación para embalsamarlo, cuando comenzó el sábado y fue suspendida, y descansaron, dice el historiador sagrado, conforme al mandamiento. (3) Porque muestra que el sábado de acuerdo al mandamiento es el día anterior al primer día de la semana; identificando así el séptimo día del mandamiento con el séptimo día de la semana del Nuevo Testamento. (4) Porque es un testimonio directo de que el conocimiento del verdadero séptimo día fue conservado tan tarde como la crucifixión; porque ellas observaron el día ordenado en el mandamiento; y ese era el día en que el Altísimo había descansado de la obra de la creaciónHSPDS 92.4

    En el transcurso del día siguiente a este sábado, es decir, el primer día de la semana, se aseguraron de que Jesús había resucitado de los muertos. Aparece que este evento debe haber ocurrido ese mismo día, aunque no se afirma en esos términos expresos. En este momento muchos suponen que el sábado fue cambiado del séptimo al primer día de la semana, que de allí en adelante fue el sábado cristiano, puesto en práctica por toda la autoridad del cuarto mandamiento. Para juzgar la veracidad de estas posiciones, leamos con cuidado cada mención del primer día que se encuentra en los cuatro evangelistas. Así escribe Mateo:HSPDS 92.5

    “Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro”.HSPDS 92.6

    Así escribe Marcos:HSPDS 92.7

    “Cuando pasó el sábado, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirlo. Muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, recién salido el sol… Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena”.HSPDS 92.8

    Lucas usa el siguiente lenguaje:HSPDS 93.1

    “Al regresar, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el sábado, conforme al mandamiento. El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro llevando las especias aromáticas dque habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas”.HSPDS 93.2

    Juan da el siguiente testimonio:HSPDS 93.3

    “El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro, y vio quitada la piedra… Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, llegó Jesús y, puesto en medio, les dijo: ¡Paz a vosotros!”.62Mateo 28:1; Marcos 16:1, 2, 9; Lucas 23:56; 24:1; Juan 20:1, 19.HSPDS 93.4

    En estos textos debe buscarse el fundamento del “sábado cristiano” –si realmente existe tal institución–, porque no hay otro registro del primer día que se relacione con el tiempo cuando se supone que llegó a ser sagrado. Se supone que estos textos prueban que en la resurrección del Salvador, el primer día absorbió lo sagrado del séptimo, elevándose del rango de un día secular a uno sagrado, y rebajando al sábado de Jehová al rango de “los seis días de trabajo”.63Ezequiel 46:1. No obstante, deben considerarse los siguientes hechos como realmente muy extraordinarios si ocurrió este supuesto cambio:HSPDS 93.5

    1) Que estos textos no contienen ninguna mención de este cambio del sábado.HSPDS 93.6

    2) Que ellos discriminan cuidadosamente entre el sábado del cuarto mandamiento y el primer día de la semana.HSPDS 93.7

    3)Que no debían aplicar algún título sagrado a ese día; especialmente que omitieran el título de Sábado Cristiano.HSPDS 93.8

    4) Que no mencionan el hecho de que Cristo descansó en ese día; un acto esencial para que llegue a ser su sábado.64Ver el origen del antiguo sábado en Génesis 2:1-3.HSPDS 93.9

    5) Que no narran el acto de tomar la bendición de Dios del séptimo día y ponerlo sobre el primero; y de hecho, que no mencionan ni un solo acto de bendición y santificación de ese día.HSPDS 93.10

    6) Que omiten mencionar alguna cosa que Cristo haya hecho AL primer día; y que ellos ¡dejaron de informarnos que Cristo haya tomado en sus labios mencionar el primer día de la semana!HSPDS 93.11

    7) Que ellos no dan ningún precepto a fin de apoyar la observancia del primer día, ni dan ningún indicio de la manera en que el primer día de la semana haya sido puesto en vigor por la autoridad del cuarto mandamiento.HSPDS 93.12

    Sin embargo, si se afirmara, por las palabras de Juan, que los discípulos estaban reunidos en esta ocasión con el propósito de honrar el día de la resurrección, y que Jesús sancionó este acto al reunirse con ellos, completando así el cambio del sábado, sería suficiente citar, en respuesta, las palabras de Marcos con las que se relata la misma entrevista:HSPDS 94.1

    “Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado”.65Marcos 16:14. Que esta entrevista ciertamente era la misma que aparece en Juan 20:19, se verá de un examen cuidadoso de Lucas 24.HSPDS 94.2

    Este testimonio de Marcos muestra que la inferencia que a menudo se hace de las palabras de Juan está totalmente sin fundamento. (1) Los discípulos estaban reunidos con el propósito de cenar. (2) Jesús vino a su medio y los reprochó por su incredulidad con respecto a su resurrección.HSPDS 94.3

    Las Escrituras declaran que “con Dios todo es posible”; no obstante esta declaración es limitada por la declaración de que Dios no puede mentir.66Mateo 19:26; Tito 1:2. El cambio del sábado, ¿pertenece a aquellas cosas que son posibles con Dios, o se excluyen por esa limitación importante, Dios no puede mentir? El Dador de la Ley es el Dios de la verdad, y su ley es verdad.67Isaías 65:16; Salmos 119:142, 151. Si todavía permanece como verdad si se cambió en otra cosa, y si el Dador de la Ley sigue siendo el Dios de la verdad después que cambió así, tiene que verse todavía. El cuarto mandamiento, que se afirma que cambió, se expresa así:HSPDS 94.4

    “Acuérdate del sábado para santificarlo… el séptimo día es de reposo para Jehová tu Dios… porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto Jehová bendijo el sábado y lo santificó”.HSPDS 94.5

    Si ahora insertamos “primer día” en lugar de “séptimo”, ponemos a prueba el asunto:HSPDS 94.6

    “Acuérdate del sábado para santificarlo… el primer día es de reposo para Jehová tu Dios… Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el primer día; por tanto Jehová bendijo el sábado y lo santificó”.HSPDS 94.7

    Esto cambia la verdad de Dios en mentira,68Romanos 1:25. porque es falso que Dios descansó en el primer día de la semana y lo bendijo y lo santificó. Ni es posible cambiar el día de reposo del Creador del día en el cual reposó a uno de los seis días en los que no reposó.69Es igualmente fácil cambiar el día de la crucifixión del día de la semana en el que Cristo fue crucificado, a uno de los seis días en los cuales no lo fue, como cambiar el día de reposo del Creador de ese día de la semana en el cual descansó, a uno de los seis días en los cuales realizó su obra de creación. Cambiar una parte del mandamiento y dejar el resto sin cambiar, por lo tanto, no es la respuesta, como la verdad que queda es todavía suficiente para exponer la falsedad de lo que se insertó. Se necesita un cambio más radical, como el siguiente:HSPDS 94.8

    “Acuérdate del sábado cristiano, para santificarlo. El primer día es el sábado del Señor Jesucristo Porque en aquel día él se levantó de los muertos; por lo tanto bendijo el primer día de la semana y lo santificó”.HSPDS 95.1

    Después de un cambio tal, ninguna parte de la institución original del sábado permanece. No solo el día de descanso queda afuera, pero aún las razones sobre las cuales se basa el cuarto mandamiento se omiten necesariamente. Pero, ¿existe una edición tal del cuarto mandamiento? Ciertamente no en la Biblia. ¿Bendijo y santificó ese día el Dador de la Ley? Absolutamente no. Ni siquiera tomó ese nombre en sus labios. Tal cambio del cuarto mandamiento de parte del Dios de la verdad es imposible; porque no afirma meramente lo que es falso y niega lo que es verdad, pero transforma la verdad de Dios mismo en una mentira. Es sencillamente el establecer un rival del sábado de Jehová, el que, sin tener carácter sagrado ni autoridad propia, ha procurado absorber lo de la Biblia misma para sí. Tal es el FUNDAMENTO del sábado del primer día de la semana. Los textos que se emplean para levantar la institución sobre este fundamento será notado en su orden y lugar apropiados. Varios de estos textos pertenecen apropiadamente a este capítulo:HSPDS 95.2

    “Ocho días después estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, se puso en medio y les dijo: ¡Paz a vosotros!”.70Juan 20:26.HSPDS 95.3

    En esta ocasión no se afirma que Jesús haya santificado el primer día de la semana; para ese acto se afirma la fecha de la resurrección misma como la autoridad de los textos ya citados. Pero como se asume la santidad de ese día como su fundamento, este texto provee la primera piedra para la superestructura; el primer pilar del templo del primer día. El argumento obtenido de él puede enunciarse así: Jesús eligió este día como aquel en el que se manifestaría a sus discípulos; y por este acto, certifica fuertemente su consideración por el día. Pero no es un defecto pequeño en este argumento que su próxima reunión con ellos fue en una ocasión de pesca,71Juan 21. y en su última y más importante manifestación, cuando ascendió al Cielo, fue un jueves.72Hechos 1:3. Cuarenta días desde la resurrección terminarían en jueves. El acto del Salvador de reunirse con sus discípulos, por lo tanto, debe ser concedido como prueba insuficiente por sí mismo para mostrar que cualquier día es sagrado; porque de otro modo probaría el carácter sagrado de varios de los días de trabajo. Pero un defecto aún más serio en este argumento se encuentra en el hecho de que esta reunión de Jesús con sus discípulos no parecer haber sido en el primer día de la semana. Fue “después de ocho días” desde la reunión previa entre Jesús y sus discípulos, que, ocurrió muy cerca del final del día de la resurrección, podría no haberse más que extendido al segundo día de la semana.73Cuando “el día ya había declinado”, el Salvador y dos de los discípulos se acercaban a Emaús, una aldea a unos doce km (7,5 millas) de Jerusalén. Ellos lo obligaron a entrar a su casa para pasar la noche. Mientras cenaban descubrieron que era Jesús, y él desapareció de su vista. Entonces ellos se levantaron y volvieron a Jerusalén, y después de su llegada, ocurrió la primera reunión de Jesús con los once. Por lo tanto, debe haber sido poco después de la puesta del sol, que cerraba el día, si no fue realmente en el segundo día, cuando Jesús vino a estar entre ellos. Lucas 24. En este último caso, la expresión, “cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana”, encontraría un paralelo exacto en significado, en la expresión “ el día nueve del mes en la tarde”, que realmente significa la tarde con la que comienza el décimo día del séptimo día del séptimo mes. Levítico 23:32. “Después de ocho días” de esta reunión, si se interpreta como solo una semana, necesariamente nos lleva al segundo día de la semana. Pero el Espíritu de la inspiración usa una expresión diferente cuando se quiere indicar sencillamente una semana. “Después de siete días” es el término elegido por el Espíritu Santo cuando se designa solo una semana.74Aquellos que iban a presentarse ante Dios de sábado en sábado para ministrar en su templo, ser les dijo que vinieran “cada siete días”. 1 Crónicas 9:25; 2 Reyes 11:5. “Después de ocho días” implica muy naturalmente el día noveno o el décimo;75“Seis días después”, en lugar de ser el sexto día, era unos ocho días después. Mateo 17:1; Marcos 9:2; Lucas 9:28. pero aceptando que significa el octavo día, no prueba que esta aparición del Salvador en el primer día de la semana. Para resumir el argumento: La primera reunión de Jesús con sus discípulos esa tardecita al final del primer día de la semana fue principal aunque no totalmente en el segundo día de la semana;76Que la puesta del sol marca el final del día, ver el final del capítulo 8. la segunda reunión no pudo ocurrir antes que el segundo o el tercer día de la semana, y el día parece haber sido elegido sencillamente porque Tomás estaba presente; la tercera reunión fue en ocasión de una pesca; y la cuarta, fue un jueves, cuando él ascendió al cielo. El argumento en favor de que el primer día es sagrado, obtenido de este texto está eminentemente ligado con el fundamento de ese carácter sagrado ya examinado; y la institución del sábado en el primer día, a menos que esté formada sobre un marco más sustancial que constituya su fundamento, es en el mejor de los casos, solo un castillo en el aire.HSPDS 95.4

    El texto que entra después en la trama del carácter sagrado del primer día es el siguiente:HSPDS 96.1

    “Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes juntos. De repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban”.77Hechos 2:1, 2.HSPDS 96.2

    Se supone que este texto contribuye un pilar importante para el templo del primer día. Se presenta de este modo: Los discípulos estaban reunidos en esta ocasión para celebrar el sábado del primer día, y el Espíritu Santo fue derramado en esa ocasión en honor de ese día. Sin embargo, hay objeciones muy serias a esta deducción.HSPDS 96.3

    1) Que no da evidencia de que el sábado del primer día tuviera existencia.HSPDS 96.4

    2) No hay ninguna sugerencia de que los discípulos se reunieron en esta ocasión para su celebración.HSPDS 96.5

    3) Tampoco que el Espíritu Santo fuera derramado en honor del primer día de la semana.HSPDS 96.6

    4) Que desde la ascensión de Jesús hasta el día del derramamiento del Espíritu, los discípulos habían continuado orando y suplicando, de modo que el estar reunidos en este día no era materialmente diferente de lo que había sucedido en los últimos diez o más días.78Lucas 24:49-53; Hechos 1.HSPDS 97.1

    5) Que si el escritor sagrado hubiera tenido el propósito de mostrar que un cierto día de la semana era honrado por los eventos narrados, sin duda hubiera afirmado ese hecho, y nombrado ese día.HSPDS 97.2

    6) Que Lucas estaba tan lejos de nombre el día de la semana es todavía ahora un punto en disputa; autores eminentes favorables al primer día79Horatio B. Hacket, D. D., profesor de Literatura bíblica, en la Institución Teológica Newton, afirma esto: “Generalmente se supone que este Pentecostés, señalado por el derramamiento del Espíritu, cayó en el sábado judío, nuestro sábado semanal”. – Comentario del texto original de Hechos, pp. 50, 51. aún afirman que el día de Pentecostés ese año ocurrió en el séptimo día.HSPDS 97.3

    7) Que el gran evento que el Espíritu Santo designó para marcarlo era el antitipo de la fiesta de Pentecostés; el día de la semana en la que esto ocurriría no tiene importancia. Por lo tanto, cuán ampliamente yerran los que invierten este orden, haciendo que el día de la semana, que el Espíritu Santo ni siquiera mencionó, pero que ellos asumen que fue el primer día, la cosa de importancia principal, y pasan en silencio sobre el hecho que el Espíritu Santo notó tan cuidadosamente, que este evento ocurrió en el día de Pentecostés. La conclusión a la que estos hechos conducen es inevitable; es decir, que el pilar provisto por este texto para el templo del primer día es como el fundamento de ese edificio, sencillamente una cosa de la imaginación, y bastante digna de un lugar junto al pilar provisto por el registro de la segunda aparición de nuestro Señor a sus discípulos.HSPDS 97.4

    Un tercer pilar para el edificio del primer día es el siguiente: La redención es mayor que la creación; por lo tanto, el día de la resurrección de Cristo debiera ser observado en vez del día de descanso del Creador. Pero esta proposición está abierta a la objeción fatal de que la Biblia no dice nada semejante.80En 1633, William Prynne, un preso en la torre de Londres, compuso una obra en defensa de la observancia del primer día, titulada: “Disertación en el Día Sábado del Señor”. Reconoce del siguiente modo la futilidad del argumento bajo consideración: “Ningún pasaje… prefiere o promueve la obra de la redención… por sobre la obra de la creación; ambas obras son muy grandes y gloriosas en sí mismas; por lo tanto, no puedo creer que la obra de la redención, o la resurrección de Cristo solas, sean más excelentes y gloriosas que la obra de la creación, sin textos y fundamentos bíblicos suficientes para probarlo; sino la niegan como imaginación presuntuosa o afirmación defectuosa, hasta que se pruebe satisfactoriamente, así como se afirma terminantemente sin pruebas.”–Pág. 59. Este es un juicio de un defensor sincero del primer día como un festival cristiano. Sobre Hechos 20:7, se le permitirá testificar de nuevo. ¿Quién sabe entonces que eso es verdadero? Cuando Dios dio existencia a nuestro mundo, ¿no previó la caída del hombre? Y previendo esa caída, ¿no acarició el propósito de redimir al hombre? ¿Y no resulta que el propósito de la redención fue acariciado en el de la creación? ¿Quién puede afirmar que la redención es mayor que la creación?HSPDS 97.5

    Pero como la Escritura no decide este punto, supongamos que la redención es mayor. ¿Quién sabe que se debe separar un día para su conmemoración? La Biblia no dice nada sobre este punto. Pero otorguemos que se debía apartar un día con ese propósito, ¿qué día debía tener la preferencia? Se dice: ¿Ese día en el cual se concluyó la redención? No es cierto que esa redención esté terminada; la resurrección de los santos y la redención de nuestra tierra de la maldición están incluidas en esa obra.81Lucas 21:28; Romanos 8:23; Efesios 1:13, 14; 4:30. Pero otorguemos que la redención debía ser conmemorada antes de que estuviera completada, separando un día en su honor, surge de nuevo la pregunta: ¿Qué día debe ser? La Biblia da como respuesta el silencio. Si se debiera elegir el día más memorable en la historia de la redención, sin duda sería el de la crucifixión, en el cual se pagó el precio de la redención humana, el que debería tener la preferencia. ¿Cuál es el día más memorable, aquel en el cual el Dador de la ley dio a su único y bien amado Hijo para morir una muerte ignominiosa por una raza de rebeldes que habían quebrantado su ley, o aquel día en el que restauró al amado Hijo a la vida? Este último evento, aunque de interés dramático, es la cosa más natural del mundo; la crucifixión del Hijo de Dios por el hombre pecador puede pronunciarse seguramente como el evento más maravilloso en los anales de la eternidad. El día de la crucifixión, por lo tanto, está más allá de toda comparación como el día más memorable. Y que esa redención en sí misma es aseverada de la crucifixión más bien que de la resurrección es un hecho indudable. Así está escrito:HSPDS 97.6

    “En él tenemos redención por su sangre”. “Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, haciéndose maldición por nosotros (pues está escrito: ’Maldito todo el que es colgado en un madero’)”. Porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios”.82Efesios 1:7; Gálatas 3:13; Apocalipsis 5:9.HSPDS 98.1

    Por lo tanto, si algún día debe observarse en memoria de la redención, es incuestionable que el día de la crucifixión debiera tener la preferencia. Pero es innecesario seguir más con este punto. Si el día de la crucifixión o el día de la resurrección deberían preferirse no tiene importancia. El Espíritu Santo no ha dicho nada en favor de uno de estos días ni del otro, pero ha tomado cuidado de que el evento en cada caso tuviera su propio memorial apropiado. ¿Conmemoraría usted la crucifixión del Redentor? No necesita cambiar el sábado al día de la crucifixión. Sería un pecado de presunción el que usted lo hiciera. Aquí está el memorial de la crucifixión designado divinamente:HSPDS 98.2

    “El Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: ‘Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí’. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: ‘Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebáis, en memoria de mí’. Así pues, todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga”.831 Corintios 11:23-26.HSPDS 98.3

    Por lo tanto, es la muerte del Redentor y no el día de su muerte lo que el Espíritu Santo pensó digno de conmemorarse. ¿Conmemoraría usted también la resurrección del Redentor? No necesita cambiar el sábado de la Biblia con ese propósito. El gran Legislador nunca autorizó un acto semejante. Pero ordenó un memorial apropiado de ese evento:HSPDS 98.4

    “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?, porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección”.84Romanos 6:3-5; Colosenses 2:12.HSPDS 99.1

    Ser sepultados en la tumba líquida como nuestro Señor fue sepultado en la tumba, y ser levantado del agua para caminar en novedad de vida, como nuestro Señor fue levantado de los muertos por la gloria del Padre, es el memorial divinamente autorizado de la resurrección del Señor Jesús. Y obsérvese, no es el día de la resurrección, sino la resurrección misma, lo que se consideró digno de conmemoración. Los eventos que yacen en el fundamento de la redención son la muerte, sepultura, y resurrección, del Redentor. Cada uno de éstos tiene su memorial apropiado; mientras los días en que ellos ocurrieron respectivamente, no tienen agregada a ellos ninguna importancia. Fue la muerte del redentor, no el día de su muerte, el que era digno de conmemoración; y de aquí que la cena del Señor fue designada para ese propósito. Fue la resurrección del Salvador, y no el día de la resurrección, lo que era digno de conmemoración; y de aquí que la sepultura en el bautismo fue ordenado como su memorial. Es el cambio del memorial a la aspersión lo que produjo un punto plausible para la observancia del primer día en memoria de la resurrección.HSPDS 99.2

    El celebrar la obra de la redención descansando de las labores en el primer día de la semana después de seis días de trabajos, debería ser cierto que nuestro Señor logró la obra de la redención humana en los seis días previos al de su resurrección, y que descansó en ese día de su obra, lo bendijo y lo puso aparte por esa razón. No obstante ninguno de estos puntos específicos es verdadero. Toda la vida de nuestro Señor se dedicó a esta obra. Él descansó temporariamente de ella realmente el sábado que siguió a su crucifixión, pero reanudó la obra en la mañana del primer día de la semana, que él nunca abandonó desde entonces, y nunca lo hará, hasta su completa realización en la resurrección de los santos y la redención de la posesión adquirida. La redención, por lo tanto, no provee ningún argumento para un cambio del sábado; siendo su propio memorial suficiente, sin destruir el del gran Creador. Y de este modo el tercer pilar de lo sagrado del templo del primer día, como las otras partes de esa estructura que ya se han examinado, se encuentra que es cosa solo de la imaginación.HSPDS 99.3

    Un cuarto pilar en este templo se toma de una antigua profecía en la que se pretende que está predicho el sábado cristiano:HSPDS 99.4

    “La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la cabeza del ángulo. De parte de Jehová es esto y es cosa maravillosa a nuestros ojos. Este es el día que hizo Jehová; ¡nos gozaremos y alegraremos en él!”85Salmos 118:22-24.HSPDS 99.5

    Se considera que este texto es uno de los testimonios más sólidos en apoyo del sábado cristiano. No obstante, es necesario suponer los puntos exactos que se supone que este texto prueba. (1) Se asume que el Salvador llegó a ser la cabeza del ángulo por su resurrección. (2) Que el día de su resurrección fue hecho el sábado cristiano en conmemoración de ese evento. (3) Y que este día así ordenado debería ser celebrado con la abstinencia del trabajo, y la asistencia al culto divino de adoración.HSPDS 99.6

    A estas suposiciones extraordinarias es apropiado responder: (1) No hay prueba de que Jesús llegó a ser la cabeza del ángulo en el día de la resurrección. La Escritura no indica el día en que ocurrió este evento. Ser hecho cabeza del ángulo se refiere a llegar a ser la principal piedra del ángulo de ese templo espiritual compuesto por su pueblo; en otras palabras, se refiere a llegar a ser la cabeza del cuerpo viviente, los santos del Altísimo. No parece que él asumió esa posición hasta su ascensión a lo alto, donde llegó a ser la principal piedra del ángulo en Sión arriba, escogida y preciosa.86Efesios 1:20-23; 2:20, 21; 1 Pedro 2:4-7. Y aquí no hay evidencia de que el primer día de la semana ni siquiera está referido en este texto. (2) Tampoco hay la menor evidencia de que ese día o cualquier otro día fuera puesto aparte como el sábado cristiano en memoria de la resurrección de Cristo. (3) ¡Tampoco puede encontrarse una suposición tan extraordinaria de que este texto ordena la observancia sabática en el primer día de la semana!HSPDS 100.1

    Este pasaje hace una referencia clara al acto del Salvador de llegar a ser la cabeza de la iglesia del Nuevo Testamento; y en consecuencia, corresponde al inicio de la dispensación del evangelio. El día en el que el pueblo de Dios se regocija, en vista de su relación con el Redentor, puede por lo tanto entenderse no como un día de la semana; porque el mandato para ellos es “Estad SIEMPRE gozosos”;871 Tesalonicenses 5:16. sino en todo el período de la dispensación del evangelio. Nuestro Señor usa la palabra día de la misma manera cuando dice:HSPDS 100.2

    “Abrahán, vuestro padre, se gozó de que había de ver mi día; y lo vio y se gozó”.88Juan 8:56.HSPDS 100.3

    Aseverar la existencia de lo que se denomina el sábado cristiano sobre la base de que este texto es la predicción de tal institución, es proveer un cuarto pilar para el templo del primer día tan sustancial como los ya probados.HSPDS 100.4

    La última de las setenta semanas de la profecía de Daniel se extiende tres años y medio más allá de la muerte del Redentor, al comienzo de la gran obra para los gentiles. Este período de siete años por el que hemos estado pasando es el período más lleno de eventos en la historia del sábado. Abarca toda la historia del Señor del sábado como conectado con esa institución: sus milagros y enseñanzas, mediante las cuales se afirma que debilitó su autoridad; su muerte, de la cual muchos afirman que lo abrogó; y su resurrección, de la cual un número todavía mayor declara que lo cambió al primer día de la semana. Hemos tenido la más amplia evidencia, sin embargo, de que cada una de esas posiciones es falsa; y que el inicio de la gran obra por los gentiles testificó del sábado del cuarto mandamiento ni debilitado, ni abrogado, ni cambiado.HSPDS 100.5

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