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Historia del Sábado

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    8 – El sábado desde David a Nehemías

    El silencio de los seis libros sucesivos de la Biblia con respecto al sábado – Este silencio comparado con el del libro de Génesis – El sitio de Jericó – La detención del sol – El acto de David de comer de los panes de la proposición – El sábado de Jehová: cómo se conecta y se distingue de los sábados anuales – La referencia más temprana al sábado después de los días de Moisés – Alusiones incidentales al sábado – El testimonio de Amós – El de Isaías – El sábado una bendición para la HUMANIDAD – La condición de ser reunidos en la tierra santa – No una institución local – Comentario sobre el cuarto mandamiento – El testimonio de Jeremías – Jerusalén se salvaría si guardara el sábado – Desprecio de esta oferta llena de gracia – El sábado se distingue de los otros días de la semana – El sábado después de la cautividad babilónica – Tiempo de comenzar el sábado – La violación del sábado causó la destrucción de Jerusalén

    Cuando dejamos los libros de Moisés hay una interrupción larga y continua en la historia del sábado. No se encuentra ninguna mención del sábado en el libro de Josué, tampoco en el de los Jueces, ni en el libro de Rut, ni en el primero de Samuel, ni en el segundo de Samuel, ni en el de primerio de los Reyes. No es hasta que llegamos al libro segundo de los Reyes12 Reyes 4:23. que el sábado siquiera es mencionado. En el libro primero de las Crónicas, sin embargo, que es una narración paralela de los dos libros de Samuel, se menciona el sábado21 Crónicas 9:32. Es cierto que este texto se relaciona con el orden de las cosas después del regreso de Babilonia; no obstante, aprendemos del versículo 22, que este orden fue originalmente ordenado por David y Samuel. Ver los versículos 1-32. con referencia a los eventos de la vida de David. No obstante, esto deja un período de quinientos años, en los que hay silencio en la Biblia respecto del sábado.HSPDS 63.1

    Durante este período tenemos una historia minuciosa del pueblo hebreo desde la entrada a la tierra prometida hasta el establecimiento de David como su rey, abarcando muchos detalles en la vida de Josué, de los ancianos y jueces de Israel, de Gedeón, de Barac, de Jefté, de Sansón, de Eli, de Noemí y Rut, de Ana y Samuel, de Saúl, de Jonatán, y de David. No obstante en todos estos registros detallados no tenemos mención directa del sábado.HSPDS 63.2

    Es un argumento favorito entre los anti-sabatarios como prueba del total descuido del sábado en la era patriarcal, que el libro de Génesis, que da un panorama claro del origen del sábado en el Paraíso, al final de la primera semana del tiempo, no dice nada en las vidas de los patriarcas acerca de su observancia. No obstante, en ese mismo libro están apiñados los eventos de dos mil trescientos y setenta años. ¿Qué dirán entonces del hecho de que seis libros sucesivos de la Biblia, relatando con detalles comparativamente pequeños los eventos de quinientos años, e involucrando muchas circunstancias que hubieran requerido la mención del sábado, no lo mencionan para nada? ¿Demuestra el silencio de un libro que, sin embargo, cuenta la institución del sábado en su mismo comienzo, y que registra casi dos mil cuatrocientos años, que no había observadores del sábado antes de Moisés? ¿Qué se demuestra por el hecho de que seis libros sucesivos de la Biblia, limitándose a los eventos de quinientos años, un promedio de menos de cien años por cada uno, y que cubre más o menos un quinto del abarcado por el Génesis, no obstante conserva un silencio total respecto del sábado?HSPDS 63.3

    Nadie aducirá este silencio como evidencia de un descuido total del sábado durante este período; no obstante, ¿por qué no deberían hacerlo?¿Será porque cuando la narración después de este largo silencio trae el sábado de nuevo, lo hace incidentalmente, y no como una institución nueva? Precisamente este es el caso con la segunda mención del sábado en el registro mosaico, es decir, con su mención después del silencio en Génesis.3Comparar estos dos casos: Éxodo 16:23; 1 Crónicas 9:32. ¿Será porque el cuarto mandamiento había sido dado a los hebreos, siento que ningún precepto había sido dado previamente a la humanidad? No podemos admitir esta respuesta, porque hemos visto que la sustancia del cuarto mandamiento fue dada a la cabeza de la familia humana; y es seguro que cuando los hebreos salieron de Egipto estaban bajo la obligación de guardar el sábado como consecuencia de una ley existente.4Ver los capítulos 2 y 3. Por lo tanto, el argumento es ciertamente más concluyente de que no había observadores del sábado desde Moisés hasta David, que el que no hubiera ninguno desde Adán a Moisés; no obstante, ninguno intentará mantener la primera posición, aunque muchos habrá que afirmarán la segunda.HSPDS 64.1

    Se relatan varios hechos en la historia de este período de cinco siglos que tienen derecho a que los notemos. El primero de ellos se encuentra en el registro del sitio de Jericó.5Josué 6. Por mandato de Dios la ciudad fue rodeada por los hebreos cada día durante siete días; en el último día de los siete la rodearon siete veces, cuando por la interposición divina los muros fueron echados abajo delante de ellos y tomaron por asalto la ciudad. Un día de esos siete debe haber sido el sábado de Jehová. ¿No violó el sábado el pueblo de Dios al actuar de esa manera? Dejemos que los siguientes hechos respondan la pregunta:HSPDS 64.2

    1) Lo que hicieron en este caso fue por mandato directo de Dios.HSPDS 64.3

    2) Lo que está prohibido en el cuarto mandamiento es NUESTRA PROPIA obra: “Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es el sábado de Jehová tu Dios”. El que se reservó el séptimo día para sí, tenía el derecho de requerir su asignación a su servicio como él lo veía conveniente.HSPDS 64.4

    3) El acto de rodear la ciudad era estrictamente una procesión religiosa. El arca del pacto de Jehová fue llevada delante de la gente; y delante del arca iban siete sacerdotes haciendo sonar las trompetas de cuernos de carnero.HSPDS 64.5

    4) Tampoco la ciudad puede haber sido muy extensa, pues de otro modo, rodearla siete veces el último día, y que les quedara tiempo para su completa destrucción, hubiera sido imposible.HSPDS 65.1

    5) Tampoco se puede creer que los hebreos, llevando el arca delante de ellos por orden de Dios, que contenía sencillamente las diez palabras del Altísimo, estuvieran violando la cuarta de esas palabras, “Acuérdate del sábado para santificarlo”. Es seguro que uno de esos siete días en los cuales rodearon a Jericó fuera el sábado; pero no es necesario suponer que este hubiera sido el día en el que tomaron la ciudad. No es una conjetura razonable cuando se consideran todos los hechos en el caso. Sobre este incidente el Dr. Clarke destaca lo siguiente:HSPDS 65.2

    “No es aparente que la gente quebrantara el sábado sencillamente al rodear la ciudad, en compañía del arca y de los sacerdotes tocando sus trompetas sagradas. Esto era una mera procesión religiosa, realizada por mandato de Dios, en el que no se hacía ningún trabajo servil”.6Ver el comentario del Dr. A. Clarke sobre Josué 6:15.HSPDS 65.3

    Ante la palabra de Josué, agradó a Dios demorar la tierra en su revolución, y así hacer que el sol permaneciera estacionario por un período, para que los cananeos fueran derrotados ante Israel.7Josué 10:12-14. ¿No perturbó el sábado este gran milagro? De ningún modo; porque alargar uno de los seis días por la intervención de Dios no podía evitar la real llegada del séptimo día, aunque la demorara; ni podía destruir su identidad. El caso involucra una dificultad para quienes sostienen la teoría de que Dios santificó la séptima parte del tiempo, y no el séptimo día; porque en este caso la séptima parte del tiempo no fue asignada al sábado; pero no hay dificultad involucrada para los que creen que Dios puso aparte el séptimo día para ser guardado cuando llega, en memoria de su propio descanso. A uno de los seis días se le asignó una mayor longitud que antes o desde entonces; no obstante esto no tiene el menor conflicto con el séptimo día, que después de todo, llegó. Además, todo esto era mientras los hombres inspirados estaban en el escenario de la acción; y fue por la providencia directa de Dios; y lo que también ha de recordarse especialmente, era un tiempo cuando ninguno negará que el cuarto mandamiento estaba en plena vigencia.HSPDS 65.4

    El caso de David que comió de los panes de la proposición es digno de notar, ya que probablemente ocurrió en sábado, y porque es citado por nuestro Señor en una conversación memorable con los fariseos.81 Samuel 21:1-6; Mateo 12:3, 4; Marcos 2:25, 26; Lucas 6:3, 4. La ley de los panes de la proposición ordenaba poner doce hogazas en el santuario sobre la mesa pura delante del Señor CADA sábado.9Levítico 24:5-9; 1 Crónicas 9:32. Cuando se ponía así el pan nuevo delante de Jehová cada sábado, el viejo se sacaba para que lo comieran los sacerdotes.101 Samuel 21:5, 6; Mateo 12:4. Parece que el pan de la proposición que le dieron a David había sido sacado ese día de delante de Jehová para poner pan caliente en su lugar, y en consecuencia, ese día era el sábado. Así, cuando David pidió pan, el sacerdote dijo: “No hay bajo mi mano ningún pan común, pero hay pan santo”. Y David dijo: “El pan es de una manera común, especialmente cuando EN ESTE DÍA hay otro santificado en la mesa”. Y así el escritor sagrado añade: “El sacerdote le dio pan santificado; porque no había otro pan que el pan de la proposición, que fue sacado de delante de Jehová, para poner pan caliente en el día cuando fue sacado”. Las circunstancias de este caso todas favorecen la idea de que esto ocurrió un sábado.HSPDS 65.5

    1) El sacerdote NO tenía PAN COMÚN. Esto no es extraño cuando se recuerda que el pan de la proposición debía ser retirado de delante de Jehová cada sábado, y los sacerdotes debían comerlo.HSPDS 66.1

    2) Que el sacerdote no ofreció preparar otro pan no es singular si se entiende que ese día era el sábado.HSPDS 66.2

    3) La sorpresa del sacerdote de encontrarse con David puede haber sido en parte debido al hecho de que era el sábado.HSPDS 66.3

    4) Esto también puede dar cuenta por la detención de Doeg ese día delante de Jehová.HSPDS 66.4

    5) Cuando a nuestro Señor le pidieron que se pronunciara sobre la conducta de sus discípulos que habían cortado algunas espigas y las habían comido en sábado para satisfacer su apetito, él citó este caso de David, y el de los sacerdotes que ofrecían sacrificios en el templo en sábado, para justificar a sus discípulos. Es maravillosamente apropiada y adecuada esta citación, si se entiende que este acto de David ocurrió en el sábado. Se descubre que presenta el asunto bajo una luz muy diferente de la que lo presentan los anti-sabatarios.11Ver el capítulo 10 de esta obra.HSPDS 66.5

    Aquí puede señalarse una distinción, que nunca debiera perderse de vista. La presentación de los panes de la proposición y la ofrenda de los holocaustos en sábado como lo ordenaba la ley ceremonial, no formaba parte de la institución sabática original. Porque el sábado fue hecho antes de la caída del hombre; mientras que los holocaustos y los ritos ceremoniales en el santuario fueron introducidos como consecuencia de la caída. Mientras estos ritos estaban vigentes necesariamente, hasta cierto punto, conectaban el sábado con los festivales de los judíos en que se hacían iguales ofrendas. Esto solo se ve en aquellos pasajes bíblicos que registran la previsión hecha para estas ofrendas.121 Crónicas 23:31; 2 Crónicas 2:4; 8:13; 31:3; Nehemías 10:31, 33; Ezequiel 45:17. Cuando la ley ceremonial fue clavada en la cruz, todos los festivales judíos dejaron de existir; porque ellos fueron ordenados por ella;13Ver el capítulo 7 de esta obra. pero la abrogación de esa ley solo podía eliminar aquellos ritos que ella había añadido al sábado, dejando la institución original precisamente como salió al principio de su Autor.HSPDS 66.6

    La referencia más temprana al sábado después de los días de Moisés se encuentra en lo que David y Samuel ordenaron respecto a los cargos de los sacerdotes y levitas en la casa de Dios. Es como sigue:HSPDS 66.7

    “Y algunos de los hijos de Coat, y de sus hermanos, tenían a su cargo los panes de la proposición, los cuales ponían por orden cada sábado”.141 Crónicas 9:32.HSPDS 66.8

    Se observará que esta es solo una mención incidental del sábado. Una alusión tal, después de un silencio tan largo, es una prueba decisiva de que el sábado no se había olvidado o perdido durante los cinco siglos en los que los escritores sagrados no lo habían mencionado. Después de esto no se encuentra ninguna mención del sábado desde los días de David hasta los de Eliseo el profeta, un período de unos ciento cincuenta años. Tal vez el Salmo 92 es una excepción a esta afirmación, ya que su título, tanto en hebreo como en castellano, declara que fue escrito para el sábado;15Cotton Mather dice: “Hay un salmo en la Biblia cuyo título es: ‘Salmo. Cántico para el sábado’. Ahora bien, es una cláusula en ese salmo, ‘¡Cuán grandes son tus obras, Jehová! ¡Muy profundos son tus pensamientos!’. Salmo 92:5. Esa cláusula sugiere qué deberíamos hacer el tema de nuestras meditaciones en el día sábado. Nuestros pensamientos han de estar sobre las obras de Dios.”–Discurso sobre el día de Jehová, p. 30, año 1703. Y Hengstenberg dice: “Este salmo está de acuerdo con su título: ‘Cántico para el sábado’. El empleo positivo adecuado del sábado aparece aquí una contemplación agradecida de las obras de Dios, una absorción devocional en ellas que sólo puede existir cuando las ocupaciones ordinarias se ponen aparte.”–El día de Jehová, pp. 36, 37. y no es improbable que fuera compuesto por David, el dulce cantor de Israel.HSPDS 67.1

    Habiendo fallecido el hijo de la Sunamita, ella buscó al profeta Eliseo. No sabiendo el esposo que su hijo había muerto, le dijo:HSPDS 67.2

    “¿Para qué vas a verlo hoy? No es luna nueva ni día de reposo, –dijo él. Quédate tranquilo– respondió ella”.162 Reyes 4:23.HSPDS 67.3

    Es probable que aquí se esté refiriendo al sábado de Jehová, ya que se usa tres veces en una conexión similar.17Isaías 66; 23; Ezequiel 46:1; Amós 8:5. Si esto es correcto, muestra que los hebreos estaban acostumbrados a visitar a los profetas de Dios en ese día para recibir instrucción divina; un muy buen comentario sobre las palabras usadas relacionadas con la recolección del maná: “Nadie salga de él [su lugar] en el séptimo día”.18Éxodo 16:29. Se hace una alusión incidental al sábado en el ascenso de Joás al trono de Judá,192 Reyes 11:5-9; 2 Crónicas 23:4-8. por el año 778 a. C. En el reinado de Uzías, el nieto de Joás, el profeta Amós, 787 a. C., usa el siguiente lenguaje:HSPDS 67.4

    “Oíd esto, los que explotáis a los menesterosos y arruináis a los pobres de la tierra, diciendo: ¿Cuándo pasará el mes y venderemos el trigo; y la semana, y abriremos los graneros del pan? Entonces achicaremos la medida, subiremos el precio, falsearemos con engaño la balanza, compraremos a los pobres por dinero y a los necesitados por un par de zapatos, y venderemos los desechos del trigo”20Amós 8:4-6.HSPDS 67.5

    Estas palabras se pronunciaron más directamente con respecto a las diez tribus, e indica el triste estado de apostasía que poco después resultó en su derrota como pueblo. Unos cincuenta años después de esto, hacia fines del reinado de Acaz, se encuentra otra alusión al sábado.212 Reyes 16:18. En los días de Ezequías, por el año 712 a. C., el profeta Isaías usa el siguiente lenguaje para hacer cumplir el sábado:HSPDS 67.6

    “Así ha dicho Jehová: Guardad el derecho y practicad la justicia, porque cerca de venir está mi salvación y de manifestarse mi justicia. Bienaventurado el hombre que hace esto, el hijo del hombre que lo abraza: que guarda el sábado para no profanarlo y que guarda su mano de hacer lo malo. Que el extranjero que sigue a Jehová no hable diciendo: Me apartará totalmente Jehová de su pueblo, ni diga el eunuco: He aquí, yo soy un árbol seco. Porque así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis sábados, que escojan lo que yo quiero y abracen mi pacto, yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y un nombre mejor que el de hijos e hijas. Les daré un nombre permanente, que nunca será olvidado. Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el sábado para no profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevaré a mi santo monte y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptados sobre mi altar, porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos. Dice Jehová el Señor, el que reúne a los dispersos de Israel: Aún reuniré en él a otros, juntos con los ya reunidos”.22Isaías 56:1-8.HSPDS 68.1

    Esta profecía presenta varias características de interés particular:HSPDS 68.2

    1) Pertenece a un tiempo cuando la salvación de Jehová está cercana.23Para la venida de esta salvación ver Hebreos 9:28; 1 Pedro 1:9.HSPDS 68.3

    2) Muestra nítidamente que el sábado no es una institución judía; porque pronuncia una bendición sobre “aquel” hombre sin relación con nacionalidad, que guarda el sábado; y entonces especifica al hijo del extranjero, es decir, al gentil,24Éxodo 12:48, 49; Isaías 14:1; Efesios 2:12. y le hace una promesa específica a él si guarda el sábado.HSPDS 68.4

    3) Y esta profecía se relaciona con Israel cuando ellos eran desterrados, es decir, cuando están en su dispersión, prometiendo reunirlos, y a otros, es decir, a los gentiles con ellos. Por supuesto, la condición de ser reunidos en el santo monte de Dios debe cumplirse, es decir, amar el nombre de Jehová, ser sus siervos, y guardar el sábado de contaminarlo.HSPDS 68.5

    4) Y por eso se sigue que el sábado no es una institución local, susceptible de ser observada solo en la tierra prometida, como los sábados anuales,25Ver el capítulo 7. sino hecho para la humanidad y capaz de ser observado por los desterrados de Israel cuando estuvieran esparcidos en todo país de la tierra debajo de los cielos.26Deuteronomio 28:64; Lucas 21:24.HSPDS 68.6

    Isaías presenta otra vez el sábado; y esto lo hace con un lenguaje muy enfático, distinguiéndolo de todas las instituciones ceremoniales. Dice así:HSPDS 68.7

    “Si retraes del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamas ‘delicia’, ‘santo’, glorioso de Jehová’, y lo veneres, no andando en tus propios caminos ni buscando tu voluntad ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová. Yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de tu padre Jacob. La boca de Jehová lo ha hablado”.27Isaías 58:13, 14.HSPDS 69.1

    Este lenguaje es un comentario evangélico sobre el cuarto mandamiento. Añade a él una promesa sumamente grande y preciosa que se afianza sobre la tierra prometida a Jacob, aún sobre la tierra nueva.28Mateo 8:11; Hebreos 11:8-16; Apocalipsis 21.HSPDS 69.2

    En el año 601 a. C., trece años antes de la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor, Dios le hizo al pueblo judío una oferta llena de gracia por medio del profeta Jeremías, que si ellos guardaban el sábado, su ciudad permanecería para siempre. Al mismo tiempo, él les testificó que si no hacían esto, su ciudad sería totalmente destruida. Así dijo el profeta:HSPDS 69.3

    “¡Oíd la palabra de Jehová, reyes de Judá, y toda Judá y todos los habitantes de Jerusalén que entráis por estas puertas! Así ha dicho Jehová: Guardaos por vuestra vida de llevar carga en sábado y de meterla por las puertas de Jerusalén.29Sobre este texto el Dr. A. Clarke comenta: “Por este versículo y los siguientes encontramos que la ruina de los judíos es atribuida al quebranto del sábado: como esto condujo al descuido de los sacrificios, las ordenanzas de la religión, y toda la adoración pública; así que ello necesariamente trajo consigo toda inmoralidad. El quebrantar el sábado fue lo que trajo sobre ellos todas las aguas de la ira de Dios”. No saquéis carga30Para un comentario inspirado sobre este lenguaje, ver Nehemías 13:15-18. de vuestras casas en sábado, ni hagáis trabajo alguno, sino santificad el sábado, como mandé a vuestros padres. Pero ellos no escucharon ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su corazón para no escuchar ni recibir corrección.31Este lenguaje implica fuertemente que la violación del sábado siempre había sido general entre los hebreos. Ver Jeremías 7:23-28. No obstante, si vosotros me obedecéis, dice Jehová, no metiendo carga por las puertas de esta ciudad en sábado, sino que santificáis el sábado y no hacéis en él ningún trabajo, entrarán por las puertas de esta ciudad, en carros y en caballos, los reyes y los príncipes que se sientan sobre el trono de David, ellos y sus príncipes, los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén; y esta ciudad será habitada PARA SIEMPRE. Y vendrán de las ciudades de Judá, de los alrededores de Jerusalén, de la tierra de Benjamín, de la Sefela, de los montes y del Neguev, trayendo holocausto y sacrificio, ofrenda e incienso, y trayendo sacrificio de alabanza a la casa de Jehová. Pero si me obedecéis para santificar el sábado, para no traer carga ni meterla por las puertas de Jerusalén en sábado, yo haré descender fuego en sus puertas, que consumirá los palacios de Jerusalén y no se apagará”.32Jeremías 17:20-27.HSPDS 69.4

    Esta misericordiosa oferta del Altísimo a su pueblo rebelde no fue aceptada por ellos; porque ocho años después de esto Ezequiel testifica así:HSPDS 69.5

    “Al padre y a la madre despreciaron en ti; al extranjero trataron con violencia en medio de ti, y en ti despojaron al huérfano y a la viuda. Mis santuarios menospreciaste y mis sábados has profanado… Sus sacerdotes violaron mi Ley y contaminaron mis santuarios; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio. De mis sábados apartaron sus ojos, y yo he sido profanado en medio de ellos… Aun me hicieron más: contaminaron mi santuario en aquel día y profanaron mis sábados. Pues habiendo sacrificado sus hijos a sus ídolos, entraban en mi santuario el mismo día, para contaminarlo. ¡Y esto lo hicieron en medio de mi Casa!”33Ezequiel 27:7, 8, 26; 23:38, 39.HSPDS 70.1

    La idolatría y la violación del sábado, eran pecados habituales entre los hebreos en el desierto, y allí pusieron el fundamento de su dispersión de su propia tierra,34Ezequiel 20:23, 24; Deuteronomio 32:16-35. nunca se separaron de ellos. Y ahora cuando su destrucción era inminente por el poder abrumador del rey de Babilonia, ellos estaban tan profundamente aferrados a éstos y otros pecados relacionados, que no prestaron atención a la voz de advertencia. ¡Antes de entrar al santuario de Jehová en su sábado, primero mataron a sus propios hijos en sacrificio a sus ídolos!35Ezequiel 23:38, 39. De este modo la iniquidad llegó al límite, y la ira vino sobre ellos al máximo.HSPDS 70.2

    “Pero ellos se mofaban de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio. Por lo cual trajo contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, sin perdonar joven ni virgen, anciano ni decrépito; todos los entregó en sus manos. Asimismo todos los utensilios de la casa de Dios, grandes y chicos, los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey y de sus príncipes, todo lo llevó a Babilonia. Quemaron la casa de Dios y derribaron el muro de Jerusalén, prendieron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos sus objetos de valor. A los que escaparon de la espada los llevó cautivos a Babilonia, donde fueron siervos de él y de sus hijos hasta que vino el reino de los persas”.362 Crónicas 36:16-20.HSPDS 70.3

    Mientras los hebreos estuvieron en cautividad en Babilonia, Dios les hizo una oferta de restaurarlos a su propia tierra y darles de nuevo una ciudad y un templo bajo circunstancias de gloria maravillosa.37Ezequiel, capítulos 40 al 43. La condición de la oferta fue desatendida,38Ezequiel 43:7-11. y ellos nunca heredaron la gloria ofrecida. En esta oferta había varias alusiones al sábado de Jehová, y también a los festivales de los hebreos.39Ezequiel 44:24; 45:17; 46:1, 3, 4, 12. Una de estas alusiones es digna de nota especial por la claridad con la que discrimina entre el sábado y los otros días de la semana:HSPDS 70.4

    “Así ha dicho Jehová, el Señor: La puerta del atrio interior que mira al oriente estará cerrada los seis días de trabajo, y el sábado se abrirá, y se abrirá también el día de la luna nueva”.40Ezequiel 46:1.HSPDS 71.1

    Seis días de la semana se llaman por inspiración divina “los seis días de trabajo”; el séptimo es llamado el sábado de Jehová. ¿Quién se atrevería a confundir esta marcada distinción?HSPDS 71.2

    Después de que los judíos retornaran de su cautividad en Babilonia, y hubieran restaurado su templo y su ciudad, en una asamblea solemne de todo el pueblo ellos repasaron en un discurso al Altísimo todos los grandes eventos de la providencia de Dios en su historia pasada. Testifican así respecto del sábado:HSPDS 71.3

    “Sobre el monte Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos. Les ordenaste guardar tu santo sábado, y por medio de Moisés, tu siervo, les prescribiste mandamientos, estatutos y la Ley”.41Nehemías 9:13, 14.HSPDS 71.4

    De esta manera se recordó a todo el pueblo los grandes eventos del monte Sinaí: la data de las diez palabras de la ley de Dios, y el dar a conocer su santo sábado. Tan profundamente impresionada estaba toda la congregación con el efecto de su anterior desobediencia, que entraron en un pacto solemne de obedecer a Dios.42Nehemías 9:38; 10:1-31. Se comprometieron mutuamente de este modo:HSPDS 71.5

    “Asimismo, que si los pueblos de la tierra vinieran a vender mercaderías y comestibles en sábado, nada tomaríamos de ellos en ese día ni en otro día santificado; y que en el año séptimo dejaríamos descansar la tierra y perdonaríamos toda deuda”.43Nehemías 10:31.HSPDS 71.6

    En ausencia de Nehemías en la corte persa, este pacto fue olvidado, por lo menos en parte. Habiendo pasado once años, Nehemías testifica así con respecto a las cosas a su regreso por el año 434 a. C.:HSPDS 71.7

    “En aquellos días vi en Judá a algunos que pisaban en lagares en sábado, que acarreaban manojos de trigo y cargaban los asnos con vino, y también de uvas, de higos y toda suerte de carga, para traerlo a Jerusalén en sábado; y los amonesté acerca del día en que vendían las provisiones. También había en la ciudad tirios que traían pescado y toda mercadería, y vendían en sábado a los hijos de Judá en Jerusalén. Entonces reprendí a los señores de Judá y les dije: ¿Qué mala cosa es esta que vosotros hacéis, profanando así el sábado? ¿No hicieron así vuestros padres, y trajo nuestro Dios todo este mal sobre nosotros y sobre esta ciudad? ¿Y vosotros añadís ira sobre Israel profanando el sábado? Sucedió, pues, que al caer la tarde, antes del sábado,44Se requieren aquí unas pocas palabras relacionadas con el tiempo del comienzo del sábado:. 1. El cómputo de la primera semana del tiempo necesariamente determina el de todas las semanas subsiguientes. La primera división del primer día fue la tarde [noche]; y cada día de la primera semana comenzó con la tarde; la tarde y la mañana, es una expresión equivalente a la noche y el día, constituyendo un día de veinticuatro horas. Génesis 1. Por eso, el primer sábado comenzó y terminó con la noche. 2. Que la noche en las Escrituras es computada como una parte del día de veinticuatro horas, es demostrado por muchos textos. Éxodo 12:41, 42; 1 Samuel 26:7,8; Lucas 2:8-11; Marcos 14:30; Lucas 22:34, y muchos otros testimonios. 3. Los 2.300 días, que simbolizan 2.300 años están constituidos como los días de la primera semana del tiempo. Daniel 8:14. El hebreo llama literalmente a cada uno de estos días “tardes mañanas”. 4. El estatuto que define del gran día de la expiación es absolutamente decisivo de que el día comienza con la noche, que la noche es una parte del día. Levítico 23:32. “Día de descanso será para vosotros, y ayunaréis, comenzando el día nueve del mes en la tarde; de tarde a tarde guardaréis vuestro descanso”. 5. Que la tarde es la puesta del sol está abundantemente demostrado por los siguientes pasajes: Deuteronomio 16:6; Levítico 22:6, 7; Deuteronomio 23:11; 24:13, 15; Josué 8:29; 10:26, 27; Jueces 14:18; 2 Samuel 3:35; 2 Crónicas 18:34; Mateo 8:16; Marcos 1:32; Lucas 4:40.
    Pero, ¿no hay conflicto entre Nehemías 13:19 con este testimonio, e indica que el sábado no comenzaba hasta después que estuviera oscuro? Yo creo que no. El texto no dice: “Cuando comenzó a estar oscuro en Jerusalén antes del sábado”, sino dice: “Al caer la tarde, antes del sábado”. Si se recuerda que las puertas de Jerusalén estaban ubicadas entre muros anchos y altos, no será difícil armonizar este texto con los muchos aquí expuestos, que el sábado comienza a la puesta del sol.
    Calmet, en su Diccionario bíblico, artículo Sábado, explica así el antiguo método judío de comenzar el sábado: “Como media hora antes de la puesta del sol se abandona todo trabajo, y se supone que el sábado ha comenzado”, y del final del sábado dice: “Cuando viene la noche y se pueden discernir en el cielo tres estrellas de moderada magnitud, entonces terminó el sábado, y pueden volver a sus empleos ordinarios”.
    ordené que se cerraran las puertas de Jerusalén y que no las abrieran hasta después del sábado; y puse a las puertas algunos de mis criados, para que no dejaran entrar carga alguna en sábado. Una o dos veces, se quedaron fuera de Jerusalén los negociantes y los que vendían toda especie de mercancía. Pero yo les amonesté diciéndoles: ¿Por qué os quedáis vosotros delante del muro? Si lo hacéis otra vez, os echaré mano. Desde entonces no volvieron en sábado. Y dije a los levitas que se purificaran y fueran a guardar las puertas, para santificar el sábado. También por esto acuérdate de mí, Dios mío, y perdóname según la grandeza de la misericordia!”45Nehemías 13:15-22.
    HSPDS 71.8

    Este pasaje bíblico es un testimonio explícito de que la destrucción de Jerusalén y la cautividad de los judíos en Babilonia fueron una consecuencia de su profanación del sábado. Es una confirmación notable del lenguaje de Jeremías, ya notado, en el que testifica a los judíos que si santificaran el sábado su ciudad permanecería para siempre; pero que sería totalmente destruida si persistían en profanarlo. Nehemías da testimonio del cumplimiento de la predicción de Jeremías con respecto a la violación del sábado; y con esta solemne apelación en su favor termina la historia del sábado en el Antiguo Testamento.HSPDS 72.1

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