Guillermo Miller
Vi que Dios había enviado su ángel para trabajar en el corazón de un agricultor [Guillermo Miller] que, aunque no había creído en la Biblia, fue inducido a investigar las profecías. Los ángeles de Dios visitaron repetidamente a este instrumento elegido, guiando su mente y abriendo su entendimiento a las profecías que no habían sido claras para el pueblo de Dios. Le fue mostrado el comienzo de la cadena de verdad, y fue llevado a buscar eslabón tras eslabón, hasta sentir admiración y asombro por la palabra de Dios...VAAn 251.2
Los ángeles de Dios acompañaron a Guillermo Miller en su misión. Proclamó el mensaje sin temor; firme y decidido... Aunque recibió la oposición de los profesos cristianos y del mundo, y fue enfrentado por Satanás y sus ángeles, no cesó de predicar el Evangelio eterno a las multitudes doquiera era invitado, y de hacer oír el clamor: “Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado”. Apocalipsis 14:7.—Spiritual Gifts 1:128, 132.VAAn 251.3
El instigador de todo mal no trató únicamente de contrarrestar los efectos del mensaje del advenimiento, sino de destruir al mismo mensajero. Miller hacía una aplicación práctica de la verdad bíblica a los corazones de sus oyentes, reprobando sus pecados y turbando el sentimiento de satisfacción en sí mismos, y sus palabras claras y contundentes despertaron la animosidad de ellos. La oposición manifestada por los miembros de las iglesias contra su mensaje alentaba a las clases bajas a ir aún más allá; y hubo enemigos que conspiraron para quitarle la vida a su salida del local de reunión. Pero hubo ángeles guardianes entre la multitud, y uno de ellos, bajo la forma de un hombre, tomó el brazo del siervo del Señor, y lo puso a salvo del populacho furioso.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 385.VAAn 252.1
Muchos ministros no aceptaban el mensaje de salvación, y aquellos que lo aceptaban en ocasiones lo obstaculizaban. La sangre de las almas será sobre ellos. Pastores y miembros se unían para oponerse al mensaje del cielo; perseguían a Guillermo Miller y a los que trabajaban con él, y hacían circular falsas acusaciones para afectar su influencia. Cuando él presentaba claramente el consejo de Dios y lo aplicaba agudamente al corazón de sus oyentes, se levantaba acerba oposición. En varias ocasiones, al dejar el lugar de reunión, fue seguido y acechado para intentar quitarle la vida. Pero ángeles de Dios, que eran enviados para preservar su vida, lo protegían de la turba enfurecida.—Spiritual Gifts 1:136.VAAn 252.2