Eva come del fruto y tienta a Adán
Eva comió del fruto, y se imaginó que estaba experimentando la sensación de una vida nueva y exaltada... No sintió ningún mal efecto; nada que pudiera indicar la cercanía de la muerte. Por el contrario, y tal como la serpiente había dicho, comenzó a experimentar una sensación placentera, y se imaginó que era la sensación que los ángeles sentían.—Testimonies for the Church 3:72.VAAn 60.3
Tomó entonces del fruto y comió, e imaginó que sentía el poder vivificante de una nueva y elevada existencia como resultado de la influencia estimulante del fruto prohibido. Se encontraba en un estado de excitación extraña y antinatural cuando buscó a su esposo con las manos llenas del fruto prohibido. Le habló acerca del sabio discurso de la serpiente y manifestó su deseo de llevarlo inmediatamente junto al árbol del conocimiento. Le dijo que había comido del fruto, y que en lugar de experimentar una sensación de muerte, sentía una influencia estimulante y placentera. Tan pronto como Eva desobedeció se transformó en un medio poderoso para ocasionar la caída de su esposo.—La Historia de la Redención, 36.VAAn 61.1
Una expresión de tristeza cubrió el rostro de Adán. Quedó atónito y alarmado. A las palabras de Eva contestó que ése debía ser el enemigo contra quien se los había prevenido; y que conforme a la sentencia divina ella debía morir. En contestación, Eva le instó a comer, repitiendo el aserto de la serpiente de que no morirían. Alegó que las palabras de la serpiente debían ser ciertas puesto que no sentía ninguna evidencia del desagrado de Dios...VAAn 61.2
Adán comprendió que su compañera había violado el mandamiento de Dios, menospreciando la única prohibición que les había sido puesta como una prueba de su fidelidad y amor. Se desató una terrible lucha en su mente. Lamentó haber dejado a Eva separarse de su lado. Pero ahora el error estaba cometido; debía separarse de su compañía que le había sido de tanto gozo. ¿Cómo podría hacerse eso?... Adán resolvió compartir la suerte de Eva; si ella debía morir, él moriría con ella. Al fin y al cabo, se dijo Adán, ¿no podrían ser verídicas las palabras de la sabia serpiente? Eva estaba ante él, tan bella y aparentemente tan inocente como antes de su desobediencia. Le expresaba mayor amor que antes. Ninguna señal de muerte se notaba en ella, y así decidió hacer frente a las consecuencias. Tomó el fruto y lo comió apresuradamente.VAAn 61.3
Después de su transgresión, Adán se imaginó al principio que entraba en un plano superior de existencia. Pero pronto la idea de su pecado lo llenó de terror. El aire que hasta entonces había sido de temperatura suave y uniforme pareció enfriar los cuerpos de la culpable pareja. El amor y la paz que habían disfrutado desapareció, y en su lugar sintieron el remordimiento del pecado, el temor al futuro y la desnudez del alma.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 39-40.VAAn 62.1
Satanás se regocijó por su éxito. Había tentado a la mujer para que desconfiara de Dios, dudara de su sabiduría y tratara de entrometerse en sus omniscientes planes. Y por su intermedio había causado también la caída de Adán quien, como consecuencia de su amor por Eva, desobedeció el mandamiento de Dios y cayó juntamente con ella.—La Historia de la Redención, 40.VAAn 62.2
Satanás, el ángel caído, había declarado que nadie podía guardar la ley de Dios. Señaló la desobediencia de Adán como prueba de la veracidad de su declaración.—The Signs of the Times, 10 de abril de 1893.VAAn 62.3
Satanás... se jactó orgullosamente de que el mundo que Dios había hecho era su dominio. Había conquistado a Adán, el monarca del mundo, y ahora todos los seres humanos serían sus súbditos. Poseería el Edén y establecería allí su trono como monarca del mundo.—The Review and Herald, 24 de febrero de 1874.VAAn 62.4