Personificaciones de Satanás después del fin del tiempo de gracia
La ira de Satanás aumentará a medida que el tiempo se acabe, y su obra de engaño y destrucción alcanzará su culminación durante el tiempo de angustia. La paciencia de Dios habrá concluido; el mundo habrá rechazado su misericordia, despreciado su amor, y pisoteado su ley. Los malvados habrán sobrepasado los límites de la gracia; el Señor les retirará su protección y serán dejados al control del dirigente que han elegido...VAAn 277.2
El acto capital que coronará el gran drama del engaño será que el mismo Satanás se dará por el Cristo. Hace mucho que la iglesia profesa esperar el advenimiento del Salvador como consumación de sus esperanzas. Pues bien, el gran engañador simulará que Cristo habrá venido. En varias partes de la tierra, Satanás se manifestará a los hombres como ser majestuoso, de un brillo deslumbrador, parecido a la descripción que del Hijo de Dios da San Juan en el Apocalipsis. Apocalipsis 1:13-15. La gloria que le rodee superará cuanto hayan visto los ojos de los mortales. El grito de triunfo repercutirá por los aires: “¡Cristo ha venido! ¡Cristo ha venido!”VAAn 277.3
El pueblo se postrará en adoración ante él, mientras levanta sus manos y pronuncia una bendición sobre ellos como Cristo bendecía a sus discípulos cuando estaba en la tierra. Su voz es suave y acompasada aunque llena de melodía. En tono amable y compasivo, enuncia algunas de las verdades celestiales y llenas de gracia que pronunciaba el Salvador; cura las dolencias del pueblo, y luego, en su fementido carácter de Cristo, asegura haber mudado el día de reposo del sábado al domingo y manda a todos que santifiquen el día bendecido por él. Declara que aquellos que persisten en santificar el séptimo día blasfeman su nombre porque se niegan a oír a sus ángeles, que les fueron enviados con la luz de la verdad. Es el engaño más poderoso y resulta casi irresistible.—The Spirit of Prophecy 4:441-442; Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 682.VAAn 278.1
Satanás ve que está por perder su caso. No puede arrastrar al mundo entero tras sí. Hace un último esfuerzo desesperado para vencer a los fieles mediante el engaño. Lo hace personificando a Cristo. Se viste con los mantos de la realeza que han sido descritos en forma precisa en la visión de Juan. Tiene poder para hacerlo. Aparecerá ante sus engañados seguidores—el mundo cristiano que no recibió el amor de la verdad sino que tuvo placer en la injusticia—como Cristo viniendo por segunda vez.VAAn 278.2
Se proclama a sí mismo como Cristo, y la gente cree que es Cristo, un ser hermoso, majestuoso, vestido con esplendor, con voz suave y palabras agradables, con una gloria que no ha sido sobrepasada por nada que sus ojos mortales hayan contemplado hasta el momento. Entonces sus seguidores engañados prorrumpen en un grito de victoria: “¡Cristo ha venido por segunda vez! ¡Cristo ha venido! Ha elevado sus manos como lo hacía al estar en la tierra, y nos ha bendecido”...VAAn 278.3
Los santos miran con asombro. ¿También ellos serán engañados y adorarán a Satanás? Cerca de ellos hay ángeles de Dios. Se oye una voz clara, firme, musical: “Mirad hacia arriba”.VAAn 279.1
Había un solo objeto de interés para los que oraban: la salvación final y eterna de sus almas. Este objeto estaba ante ellos constantemente: esa vida inmortal que les fue prometida a los que perseverasen hasta el fin. Oh, cuán fervientes han sido sus deseos. El juicio y la eternidad estaban a la vista. Por la fe sus ojos estaban fijos en el trono deslumbrante, ante el cual han de comparecer los que están vestidos de túnicas blancas. Esto los contuvo de ceder al pecado...VAAn 279.2
Un esfuerzo más, y se materializará el último engaño de Satanás. El oye el incesante ruego de que Cristo venga para que los libre. Su última estrategia es personificar a Cristo y hacerles pensar que sus oraciones han sido contestadas.—Eventos de los Últimos Días, 168-169.VAAn 279.3