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Testimonios para la Iglesia, Tomo 5

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    Los profesores dentro del colegio

    Hay una labor que hacer en favor de cada profesor en nuestro colegio. Nadie está exento del egoísmo. Si el carácter moral y religioso de los maestros fuera lo que debe ser, se ejercería una mejor influencia sobre los alumnos. Los profesores no procuran individualmente hacer su trabajo con el único propósito de glorificar a Dios. En lugar de contemplar a Jesús e imitar su vida y carácter, se miran a sí mismos y apuntan demasiado hacia el logro de una norma humana. Ojalá que me fuera posible impresionar a cada profesor para que apreciara plenamente su responsabilidad por la influencia que ejerce sobre los jóvenes. Satanás es infatigable en sus esfuerzos para asegurarse el servicio de nuestra juventud. Con gran cautela tiende la red para los pies inexpertos. El pueblo de Dios debiera protegerse celosamente contra sus artimañas.5TPI 27.1

    Dios es la personificación de la benevolencia, la misericordia y el amor. Los que verdaderamente están conectados con él no pueden estar en desavenencia unos con otros. La presencia del Espíritu engendra la armonía, el amor y la unidad en el corazón. Se ve lo contrario entre los hijos de Satanás. Su obra consiste en incitar la envidia, la contienda, y los celos. En el nombre de mi Maestro, pido a los que profesan ser seguidores de Cristo: ¿Qué fruto lleváis?5TPI 27.2

    En el sistema de instrucción empleado en las “escuelas comunes” se descuida la parte más esencial de la educación, a saber, la religión de la Biblia. La educación no sólo afecta en gran medida la vida del estudiante en este mundo, sino que su influencia se extiende hasta la eternidad. ¡Cuán importante es, pues, que los profesores sean personas capaces de ejercer una influencia correcta! Deben ser hombres y mujeres de experiencia religiosa, que reciben a diario luz divina para impartirla a sus alumnos. Pero no se debe esperar que el profesor haga el trabajo de los padres. Entre muchos padres ha habido un temible descuido del deber. Al igual que Elí, dejan de ejercer la disciplina debida; y luego mandan a sus hijos indisciplinados al colegio para recibir la enseñanza que los padres debieron haberles dado en el hogar. A los profesores les toca una tarea que sólo unos pocos saben apreciar. Si logran reformar a los jóvenes descarriados, no reciben el crédito merecido. Si los jóvenes escogen la compañía de los que se inclinan al mal y proceden de mal en peor, entonces se censura a los profesores y se condena al colegio.5TPI 27.3

    En muchos casos la censura justamente debe recaer sobre los padres. Fueron ellos los que tuvieron la oportunidad más favorable para controlar a sus hijos, mientras el espíritu de ellos era dócil y su mente y corazón fáciles de impresionar. Pero, por causa de la desidia de los padres, a los hijos se les permite seguir su propia voluntad hasta que se cauterizan en un mal proceder.5TPI 28.1

    Que los padres estudien menos del mundo y más de Cristo; que se esfuercen menos por imitar las costumbres y modas del mundo y dediquen más tiempo y esfuerzo a amoldar las mentes y el carácter de sus hijos conforme al Modelo divino. Entonces podrán enviar a sus hijos e hijas fortalecidos por una moral pura y nobles propósitos, a que reciban una educación que los prepare para ocupar puestos de utilidad y confianza. Los maestros que son controlados por el amor y el temor de Dios podrán conducir a tales jóvenes aún más adelante y hacia arriba, preparándolos para que sean una bendición para el mundo y un honor para su Creador.5TPI 28.2

    Vinculado con Dios, cada instructor ejercerá una influencia que conduzca a sus alumnos a estudiar la Palabra de Dios y a obedecer su ley. Guiará sus mentes hacia la contemplación de intereses eternos, abriendo ante ellos vastos campos para el pensamiento, temas grandiosos y ennoblecedores para cuya comprensión el intelecto más vigoroso podrá ejercitar todas sus fuerzas y todavía sentir que más allá queda una infinitud.5TPI 28.3

    Los males del orgullo personal y de la independencia no santificada, que son los que más perjudican nuestra utilidad y que ocasionarán nuestra ruina si no los vencemos, nacen del egoísmo. “Consultaos los unos a los otros” es el mensaje que vez tras vez el ángel del Señor me ha repetido. Al influir sobre el criterio de un solo hombre, Satanás intenta controlar los asuntos para su propia conveniencia. Pudiera tener éxito en desviar las mentes de dos personas, pero, cuando varios se consultan entre sí, hay más seguridad. Cada plan se someterá a un escrutinio más cuidadoso; cada movimiento de progreso será más cuidadosamente estudiado. Así habrá menos peligro de hacer decisiones precipitadas y desatinadas que pudieran causar confusión, perplejidad y derrota. En la unión está la fuerza. En la división hay flaqueza y derrota. Dios está guiando a su pueblo y preparándolo para ser trasladado. ¿Estamos nosotros, los que tomamos parte en este trabajo, emplazados como centinelas para Dios? ¿Procuramos trabajar unidos? ¿Estamos dispuestos a ser siervos de todos? ¿Estamos siguiendo a nuestro gran Ejemplo?5TPI 28.4

    Hermanos colaboradores, cada uno de nosotros está sembrando semillas en los campos de la vida. De tal semilla, tal cosecha. Si sembramos la desconfianza, la envidia, los celos, el amor propio, la amargura de pensamiento y de sentimiento, segaremos amargura para nuestras propias almas. Si manifestamos bondad, amor, una tierna apreciación por los sentimientos de los demás, recibiremos lo mismo de vuelta.5TPI 29.1

    El profesor que es severo, criticador, dominante, que no hace caso de los sentimientos de los demás, debe esperar que el mismo espíritu se manifieste hacia él. Aquel que desea conservar su dignidad y respeto propios debe cuidarse de no herir indebidamente el respeto propio de los demás. Esta regla debe ser religiosamente observada en la relación con los alumnos más torpes, más jóvenes y más errantes. No sabéis lo que Dios va a hacer con estos jóvenes aparentemente apáticos. En el pasado él ha aceptado a personas poco prometedoras y sin atractivo para que hicieran una gran obra para él. Su Espíritu, obrando en sus corazones, ha despertado y puesto en vigorosa acción todas sus facultades. El Señor vio en esas toscas piedras sin labrar un precioso material que pasaría la prueba de la tormenta, el calor y la presión. Dios no ve como el hombre. No juzga por la apariencia, sino que escudriña los corazones y juzga rectamente.5TPI 29.2

    El maestro debería en todo momento comportarse como un caballero cristiano. Siempre ha de mantener la actitud de amigo y consejero hacia sus alumnos. Si nuestro pueblo entero -maestros, ministros y miembros laicos-, cultivara el espíritu de la cortesía cristiana, tendría acceso mucho más fácil a los corazones de la gente; muchas personas más se verían inducidas a examinar y a recibir la verdad. Cuando los profesores se olviden de sí mismos y sientan un profundo interés por el éxito y la prosperidad de sus alumnos, dándose cuenta de que son propiedad de Dios y que ellos tienen que rendir cuenta por su influencia sobre sus mentes y carácter, entonces tendremos un colegio en el que los ángeles permanecerán con placer. Jesús mirará con aprobación la labor de los maestros y colmará de su gracia el corazón de los alumnos.5TPI 29.3

    Nuestro Colegio de Battle Creek es un lugar donde los miembros más jóvenes de la familia del Señor han de ser preparados conforme al plan de crecimiento y desarrollo de Dios. Que se les inculque la idea de que han sido creados a la imagen del Hacedor y que Cristo es el modelo que han de seguir. Nuestros hermanos permiten que sus mentes se encaminen hacia un blanco demasiado bajo y estrecho. No mantienen siempre a la vista el plan divino, sino que fijan sus ojos sobre modelos mundanos. Mirad hacia arriba adonde Cristo está sentado a la diestra de Dios, y luego trabajad para que vuestros alumnos se conformen a ese carácter perfecto.5TPI 30.1

    Si rebajáis las normas para aseguraros de la popularidad y el aumento en número, y luego os regocijáis por este incremento, manifestáis una gran ceguera. Si los Números fueran evidencia del éxito, Satanás podría reclamar la preeminencia, porque en este mundo sus seguidores constituyen la mayoría. Es el grado de fuerza moral que infiltra el colegio lo que constituye una prueba de su prosperidad. Es la virtud, la inteligencia y la devoción de la gente que integra nuestras iglesias, y no sus Números, lo que debiera ser causa de gozo y de gratitud.5TPI 30.2

    Sin la influencia de la gracia divina, la educación no resultará ventajosa; el aprendiz se hace orgulloso, vano e intolerante. Pero aquella educación que se recibe bajo la influencia ennoblecedora y refinadora del Gran Maestro, le dará al hombre un valor moral más elevado ante la vista de Dios. Lo capacitará para subyugar el orgullo y la pasión y para andar humildemente ante Dios, como si dependiera de él para cada aptitud, cada oportunidad y cada privilegio.5TPI 30.3

    Me dirijo a los obreros de nuestro colegio: Debéis no solamente profesar que sois cristianos, sino que habéis de ejemplificar el carácter de Cristo. Que la sabiduría de lo alto colme toda vuestra instrucción. En un mundo de tinieblas y de corrupción, que se vea que el espíritu que os mueve a la acción es de lo alto, y no de abajo. Al depender enteramente de vuestra propia fuerza y sabiduría, vuestros mejores esfuerzos lograrán poco. Si os impulsa el amor de Dios y su ley es vuestro fundamento, vuestra labor perdurará. Al ser consumida la paja, la leña y el rastrojo, vuestra labor pasará la prueba. Los jóvenes que han sido puestos bajo vuestro cuidado los veréis otra vez en torno al gran trono blanco. Si permitís que vuestros modales y temperamentos descontrolados os dominen y dejáis de ejercer sobre estos jóvenes una influencia que sea para su bien eterno, tendréis que hacer frente a las graves consecuencias en aquel día. Por medio del conocimiento de la ley divina, y la obediencia a sus preceptos, los hombres pueden convertirse en hijos de Dios. Si violan esa ley, se convierten en servidores de Satanás. Por un lado pueden ascender a cualquier altura de excelencia moral, o por otro descender a cualquier profundidad de iniquidad y degradación. Los obreros de nuestro colegio deben manifestar un celo y un empeño proporcionales al valor del premio que está en juego -las almas de los alumnos, la aprobación de Dios, la vida eterna, y los deleites de los redimidos.5TPI 30.4

    Como colaboradores de Cristo, con tantas oportunidades favorables para impartir el conocimiento de Dios, nuestros profesores deben obrar como quienes han sido inspirados de lo alto. Los corazones de la juventud no están endurecidos, ni sus ideas y opiniones estereotipadas, como lo están los adultos. Pueden ser ganados para Cristo por vuestro comportamiento piadoso, vuestra devoción y vuestra imitación de Cristo. Sería mucho mejor no sobrecargarlos tanto con el estudio de las ciencias y darles más tiempo para sus deberes religiosos. En esto se ha cometido un grave error.5TPI 31.1

    Se ha perdido de vista el propósito de Dios al traer a la existencia nuestro colegio. Hasta ahora, los ministros del Evangelio han mostrado su falta de sabiduría de lo alto al vincular un elemento mundano con el colegio; se han unido a los enemigos de Dios y de la verdad al proveer diversiones para los estudiantes. Al descarriar de esta manera a la juventud, han hecho una obra en favor de Satanás. Esa obra, con todos sus resultados, la tendrán que enfrentar otra vez ante el tribunal de Dios. Los que siguen ese camino muestran que no se puede confiar en ellos. Después de hecha la mala obra, podrán confesar su error; ¿pero acaso podrán con la misma facilidad retraer la influencia que han ejercido? ¿Se pronunciará el “bien hecho” sobre aquellos que han faltado a su cometido? Estos hombres infieles no han edificado sobre la Roca eterna. Su fundamento resultará ser arena movediza. “¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye en enemigo de Dios”. Santiago 4:4.5TPI 31.2

    No se puede poner límite a nuestra influencia. Un solo acto de descuido puede ocasionar la ruina de muchas almas. El comportamiento de cada obrero en nuestro colegio está causando impresiones en las mentes de los jóvenes, las cuales son llevadas y reproducidas en otros. Que sea el objetivo de cada maestro preparar a todo joven bajo su cuidado para que sea una bendición para el mundo. Este propósito no se debiera perder de vista jamás. Hay algunos que profesan estar trabajando por Cristo, pero de vez en cuando se pasan al lado de Satanás para hacer su obra. ¿Puede el Salvador declarar que son siervos buenos y fieles? ¿Son ellos como atalayas que dan a la trompeta un sonido claro?5TPI 32.1

    En el juicio se pagará a todo hombre conforme a las obras hechas en la carne, sean buenas o malas. Nuestro Salvador nos implora: “Velad y orad, para que no entréis en tentación”. Mateo 26:41. Si encaramos dificultades y con el poder de Cristo las vencemos; si encaramos enemigos y con el poder de Cristo los hacemos huir; si aceptamos responsabilidades y con el poder de Cristo las cumplimos fielmente, estamos adquiriendo una preciosa experiencia. Aprendemos, como no lo hubiéramos podido aprender de ninguna otra manera, que nuestro Salvador es un pronto auxilio en las tribulaciones.5TPI 32.2

    Hay una gran obra que hacer en nuestro colegio, una obra que requiere la cooperación de todo maestro; y no agrada a Dios que uno desanime al otro. Pero casi todos parecen olvidar que Satanás es el acusador de los hermanos, y se unen con el enemigo en su obra. Mientras los cristianos profesos riñen, Satanás tiende sus redes para los pies inexpertos de niños y jóvenes. Aquellos que han tenido una experiencia religiosa deben procurar proteger a los jóvenes contra sus artificios. No deben jamás olvidar que en un tiempo ellos mismos estaban embelesados por los placeres pecaminosos. Necesitamos la misericordia y paciencia de Dios a cada hora, y cuán indecoroso es que nosotros nos mostremos impacientes por los errores de la juventud inexperta. Mientras Dios los soporte, ¿nos atrevemos nosotros, pecadores como ellos, a desecharlos?5TPI 32.3

    Debemos siempre considerar que la juventud fue comprada por la sangre de Jesús. Como tales, merecen nuestro amor, paciencia y simpatía. Si hemos de seguir a Jesús, no podemos limitar nuestro interés y afecto a nosotros mismos y a nuestras familias; no podemos dar nuestro tiempo y atención a los asuntos temporales y olvidar los intereses eternos de aquellos que nos rodean. Se me ha mostrado que es resultado de nuestro propio egoísmo que no haya cien hombres jóvenes donde ahora hay sólo uno empeñado con abnegación en la obra de salvar al prójimo. “Que os améis los unos a los otros; como yo os he amado” (Juan 13:34), es el mandato de Jesús. Contemplad su abnegación; mirad cuál amor nos ha dado; y luego procurad imitar al Modelo.5TPI 33.1

    Ha habido muchas cosas que han desagradado a Dios en los hombres y mujeres jóvenes que han actuado como profesores de nuestro colegio. Habéis estado tan ensimismados y tan desprovistos de espiritualidad, que no podéis conducir a la juventud hacia la santidad y hacia el cielo. Muchos han regresado a sus hogares más empecinados en su impenitencia debido a vuestra falta de amor por Dios y por Cristo. Al andar sin el espíritu de Cristo, habéis fomentado la irreligiosidad, la liviandad, y la falta de bondad en el sentido que vosotros mismos habéis albergado estos males. No os dais cuenta del resultado de este comportamiento: se pierden las almas que pudieron haber sido salvas.5TPI 33.2

    Muchos manifiestan fuertes sentimientos contra el Hno _____ Lo acusan de falta de bondad, de dureza y severidad. Pero algunos de entre los mismos que lo quieren condenar, no son menos culpables. “El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en arrojar la piedra” Juan 8:7. El Hno _____ no siempre ha procedido con sabiduría, y ha sido difícil convencerlo del punto donde no ha seguido el camino apropiado. No ha estado muy dispuesto a recibir consejo ni a modificar sus métodos de enseñanza y su manera de tratar a sus alumnos, como pudo haberlo estado. Pero aquellos que le condenarían por causa de sus defectos, podrían a su vez también ser ellos mismos condenados. Todo hombre tiene sus defectos de carácter particulares. Uno puede estar libre de la debilidad que ve en su hermano, pero a la vez puede tener faltas que son más gravosas ante la vista de Dios.5TPI 33.3

    Esta crítica mutua insensata es totalmente satánica. Se me mostró que el Hno. _____ merece respeto por el bien que ha hecho. Trátesele con ternura. El ha hecho el trabajo que debió haber sido repartido entre tres hombres. Calculen los que con tanta insistencia le buscan faltas cuánto han hecho ellos en comparación con él. El se afanó cuando otros buscaban el reposo y el placer. Está gastado; Dios quisiera que por un tiempo se aliviase de algunas de las cargas que tiene de más. Tiene tantas cosas a que dedicar su tiempo y atención, que no puede hacerle justicia a ninguna de ellas.5TPI 34.1

    El Hno._____ no debe permitir que su espíritu combativo se subleve y lo lleve a la justificación propia. Ha dado lugar al descontento. Esto el Señor lo ha presentado ante él por medio de un testimonio.5TPI 34.2

    No se estimule la crítica entre los alumnos. Este espíritu de queja se acrecentará si se alienta, y los alumnos se sentirán libres para criticar a los profesores que no son de su agrado, y el espíritu de descontento y de contienda aumentará rápidamente. Esto se debe desaprobar hasta que se extinga. ¿No ha de corregirse este mal? ¿No pondrán a un lado los maestros su anhelo de supremacía? ¿No trabajarán con humildad, amor y armonía? El tiempo lo dirá. 5TPI 34.3

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