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Testimonios para la Iglesia, Tomo 5

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    Una distinción injustificada

    Algunos han asumido la actitud de que las amonestaciones, advertencias y reproches dados por el Señor mediante su sierva, a menos que vengan por medio de una visión especial para algún caso individual, no deben tener más peso que los consejos y amonestaciones de otras fuentes. En algunos casos se ha dicho que al dar un testimonio para las iglesias o las: personas, yo había escrito inducida por cartas recibidas de miembros de la iglesia. Ha habido quienes sostenían que los testimonios que pretendían ser dados por el Espíritu de Dios eran simplemente la expresión de mi propio juicio, basado en información obtenida de fuentes humanas. Esta declaración es completamente falsa.5TPI 640.3

    No obstante, si en respuesta a alguna pregunta, declaración o pedido de las iglesias o personas, se escribe un testimonio presentando la luz que Dios ha dado concerniente a ellas, el hecho de que haya surgido de esta manera no le resta en forma alguna validez ni importancia. Transcribo del Testimonio no 31 algunos párrafos que tratan directamente este punto:5TPI 640.4

    “¿Qué sucedía con el apóstol Pablo? Las noticias que recibió de la casa de Cloé acerca de la condición de la iglesia de Corinto fueron las que le indujeron a escribir su primera epístola a aquella iglesia. Le habían llegado cartas particulares que le presentaban los hechos tales como existían, y en respuesta expuso él los principios generales que, si se seguían, corregirían los males existentes. Con gran ternura y sabiduría, exhortó a todos a hablar las mismas cosas a fin de que no hubiese divisiones entre ellos.5TPI 641.1

    “Pablo era un apóstol inspirado; sin embargo el Señor no le reveló en todas las ocasiones la condición de su pueblo. Los que se interesaban en la prosperidad de la iglesia y veían penetrar ciertos males en ella le presentaron el asunto, y gracias a la luz que había recibido previamente él estaba preparado para juzgar el verdadero carácter de esos sucesos. Los que estaban buscando realmente la luz no rechazaron su mensaje como si fuese una carta común, porque el Señor no le había dado una nueva revelación para aquel tiempo especial. De ningún modo. El Señor le había mostrado las dificultades y peligros que se levantarían en las iglesias, para que cuando surgiesen, supiese tratarlos.5TPI 641.2

    “Había sido designado para defender la iglesia; debía velar por las almas como quien debía dar cuenta a Dios; ¿no debía acaso prestar atención a los informes concernientes a su estado de anarquía y división? Por cierto que sí; y el reproche que él les mandó fue escrito bajo la inspiración del Espíritu de Dios tanto como cualquiera de sus epístolas. Pero cuando estos reproches llegaron, algunos no quisieron ser corregidos. Asumieron la actitud de que Dios no les había hablado por medio de Pablo, que él les había dado simplemente su opinión como hombre, y consideraron su propio juicio tan bueno como el de Pablo. Así también sucede con muchos de nuestros hermanos que se han apartado de los antiguos hitos y han seguido su propio entendimiento”.5TPI 641.3

    Cuando nuestro pueblo asume esa actitud, las amonestaciones y consejos especiales de Dios por medio del espíritu de profecía no pueden influir en ellos para obrar una reforma en su vida y carácter. El Señor no da una visión para hacer frente a cada emergencia que se levante en las diferentes actitudes de su pueblo en el desarrollo de su obra. Pero él me ha mostrado que su manera de tratar con la iglesia en edades pasadas consistió en dar a sus siervos escogidos impresiones referentes a las necesidades y los peligros a que estaban expuestas su causa y las personas y en hacer sentir a esos siervos la responsabilidad de dar consejos y amonestaciones.5TPI 641.4

    Así también, en muchos casos Dios me ha dado luz acerca de los defectos peculiares de carácter de ciertos miembros de la iglesia y de los riesgos que corren las personas y la causa si estos defectos no se suprimen. En determinadas circunstancias hay peligro de que las malas tendencias se desarrollen mucho y se confirmen, perjudicando la causa de Dios y minando a la persona afectada. A veces cuando peligros especiales amenazan la causa de Dios o a individuos en particular, me llega una comunicación del Señor, en sueño o visión nocturna, y estos casos me son presentados vívidamente. Oigo una voz que me dice: “Levántate y escribe; estas almas están en peligro”. Obedezco al impulso del Espíritu de Dios y mi pluma describe su verdadera condición. Durante mis viajes, al encontrarme delante de los hermanos en diferentes lugares, el Espíritu del Señor me recuerda claramente los casos que se me mostraron y revive el asunto que vi anteriormente.5TPI 642.1

    Durante los últimos cuarenta y cinco años el Señor me ha estado revelando las necesidades de su causa y los casos de diferentes personas en todos los aspectos de la vida, mostrándome dónde y cómo habían descuidado el perfeccionamiento de un carácter cristiano. Se me ha presentado la historia de centenares de casos y se me ha indicado claramente lo que Dios aprueba y lo que él condena. El Señor me ha mostrado que si se sigue cierta conducta, o se conservan ciertos rasgos de carácter, se producirán determinados resultados. Así me ha estado preparando y disciplinando para que pueda discernir los peligros que amenazan a las almas, e instruir y amonestar a sus hijos, renglón tras renglón, precepto tras precepto, a fin de que no ignoren los designios de Satanás y puedan escapar a sus trampas.5TPI 642.2

    La obra que el Señor me ha impuesto especialmente consiste en instar a jóvenes y ancianos, sabios e ignorantes, a escudriñar las Escrituras por sí mismos; inculcar en todos el hecho de que el estudio de la Palabra de Dios expandirá la mente y fortalecerá toda la facultad, haciendo el intelecto idóneo para luchar con profundos y abarcantes problemas de la verdad; asegurar a todos que el claro conocimiento de la Biblia supera a todo otro conocimiento en cuanto a hacer del hombre lo que Dios quería que fuese. “El principio de tus palabras alumbra; hace entender a los simples”. Salmos 119:130.5TPI 643.1

    Con la luz comunicada por el estudio de su Palabra, con el conocimiento especial que se me ha dado de los casos individuales entre su pueblo en todas las circunstancias y fases de la vida ¿puedo yo hallarme ahora en la misma ignorancia, la misma incertidumbre mental y ceguera espiritual que al principio de mi ministerio? ¿Dirán mis hermanos que la hermana White ha sido una alumna tan torpe que su juicio en esa dirección no es mejor que antes de que entrase en la escuela de Cristo, para ser preparada y disciplinada para una obra especial? ¿No soy más inteligente acerca de los deberes y peligros del pueblo de Dios que aquellos a quienes nunca han sido presentadas estas cosas? No quisiera deshonrar a mi Hacedor admitiendo que toda esta luz, toda la manifestación de su gran poder en mi obra y experiencia ha sido inútil, que no ha educado mi juicio ni me ha preparado para su obra.5TPI 643.2

    Cuando veo a hombres y mujeres que adoptan la conducta, o albergan los mismos rasgos que han puesto en peligro a otras almas y herido la causa de Dios, y que el Señor ha reprendido vez tras vez, ¿cómo puedo sino sentir alarma? Cuando veo almas tímidas cargadas con el sentimiento de sus imperfecciones, y sin embargo luchando concienzudamente para hacer lo que Dios ha dicho que es correcto, y sé que el Señor aprueba sus fieles esfuerzos, ¿no hablaré una palabra de aliento a esos pobres corazones temblorosos? ¿Callaré porque cada caso individual no me ha sido señalado en visión directa?5TPI 643.3

    “Pero si el atalaya viere venir la espada, y no tocare la corneta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, tomare de él alguno; él por causa de su pecado fue tomado, mas demandaré su sangre de mano del atalaya. Tú pues, hijo del hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los apercibirás de mi parte. Diciendo yo al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, mas su sangre yo la demandaré de tu mano. Y si tú avisares al impío de su camino para que de él se aparte, y él no se apartare de su camino, por su pecado morirá él, y tú libraste tu vida”. Ezequiel 33:6-9.5TPI 643.4

    En un sueño que tuve hace poco, me vi frente a una asamblea de gente entre la cual algunos hacían esfuerzos para eliminar la impresión de un muy solemne testimonio de amonestación que les había dado. Decían: “Creemos los testimonios de la hermana White; pero cuando nos dice cosas que no ha visto directamente en visión del caso particular que se considera, sus palabras no tienen más valor para nosotros que las de cualquiera otra persona”. El Espíritu del Señor vino sobre mí, y me levanté y los reprendí en el nombre de Jehová. Repetí en substancia lo que he presentado ya acerca del centinela. Esto, dije, se aplica a vuestro caso y al mío.5TPI 644.1

    Ahora bien, si aquellos a quienes se dirigen estas solemnes amonestaciones dicen: “Es tan sólo la opinión individual de la hermana White, seguiré mi propio juicio”, y si continúan haciendo las cosas que se les ha advertido que no hagan, demuestran que desprecian el consejo de Dios y el resultado es exactamente lo que el Espíritu de Dios me ha mostrado que sería: perjuicio para la causa de Dios y ruina para sí mismos. Algunos que quieren fortalecer su propia posición presentarán declaraciones de los Testimonios en las cuales ven apoyadas sus opiniones, y les darán el sentido más enérgico que puedan; pero aquello que pone en duda su conducta, o que no coincide con sus opiniones, lo declaran opinión de la hermana White, niegan su origen celestial y lo colocan al nivel de su propio juicio.5TPI 644.2

    Si vosotros, hermanos míos, que me habéis conocido a mí y a mi obra durante muchos años, asumís la actitud de que mi consejo no tiene más valor que el de aquellos que no han sido especialmente educados para esta obra, entonces no me pidáis que me una con vosotros en el trabajo; porque mientras asumís esta actitud, contrarrestáis inevitablemente la influencia de mi obra. Si os sentís tan seguros al seguir vuestros propios impulsos como al seguir la luz dada por la sierva delegada de Dios, el peligro es vuestro; seréis condenados porque rechazáis la luz que el cielo os ha enviado.5TPI 644.3

    Mientras estaba en _____ el Señor vino a mí durante la noche y me dirigió preciosas palabras de aliento acerca de mi obra, repitiendo el mismo mensaje que me había dado varias veces antes. Respecto a los que se habían apartado de la luz a ellos enviada, dijo: “Al despreciar y rechazar el testimonio que te he dado para que se lo comuniques, no es a ti, sino a mí, tu Señor, a quien han despreciado”.5TPI 645.1

    Si los temerarios y llenos de estima propia siguen su conducta sin que se los refrene, ¿qué condición reinará en la iglesia? ¿Cómo se habrán de corregir los males que existen en estas personas voluntariosas y ambiciosas? ¿Por qué medios las alcanzará Dios? ¿Cómo pondrá en orden su iglesia? Se presentan constantemente diferencias de opinión, y a menudo hay apostasías que afligen a la iglesia. Cuando penetran controversias o divisiones, todas las partes aseveran tener razón y una conciencia libre de culpa; y no quieren ser instruidas por aquellos que han llevado durante mucho tiempo la carga de la obra, y acerca de quienes hay motivos para saber que han sido guiados por el Señor. Les ha sido enviada la luz para despejar sus tinieblas, pero tienen corazón demasiado orgulloso para aceptarla y prefieren las tinieblas. Desprecian el consejo de Dios porque no coincide con sus opiniones y planes, y fomentan sus malas características. La obra del Espíritu de Dios que los pondría en la debida actitud, si la aceptasen, no ha llegado en una manera que les agrade ni que lisonjee su propia justicia. La luz que Dios les ha dado no es luz para ellos, y se extravían en las tinieblas. Sostienen que no se ha de conceder más confianza al juicio de quien ha tenido tan larga experiencia y a quien el Señor ha enseñado y empleado para hacer una obra especial, que en el de cualquier otra persona. ¿Es plan de Dios que obren así? ¿O es obra especial del enemigo de toda justicia mantener las almas en el error, atarlas con fuertes engaños que no pueden romper, porque se han colocado fuera del alcance de los medios que Dios ha ordenado para tratar con su iglesia?5TPI 645.2

    En todas las épocas del mundo, el Señor ha dado reproches, reconvenciones y corrección a su iglesia. Estas amonestaciones fueron despreciadas y rechazadas en el tiempo de Cristo por los fariseos llenos de justicia propia, que aseveraban no necesitar tales reprensiones y que se los trataba injustamente. No quisieron recibir la Palabra que el Señor daba por medio de sus siervos, porque no agradaba a sus inclinaciones. Si el Señor diese, delante de esta clase de personas de nuestra época, una visión que señalase sus errores, reprendiese su propia justicia y condenase sus pecados, se levantarían en rebelión, como los habitantes de Nazaret cuando Cristo les mostró su verdadera condición.5TPI 646.1

    Si estas personas no humillan su corazón delante de Dios y si albergan las sugestiones de Satanás, la duda y la incredulidad se apoderarán del alma, y lo verán todo en una luz falsa. Una vez sembradas las semillas de duda en su corazón, tendrán que cosechar una abundante mies. Llegarán a desconfiar y dudar de las verdades que son tan claras y llenas de belleza para los que no se han educado en la incredulidad.5TPI 646.2

    Los que adiestran su mente para que dude de todo lo que pueda ponerse en duda y sugieren esos pensamientos a otras mentes, hallarán siempre ocasión de dudar. Pondrán en tela de juicio y criticarán todo lo que se presente en el desarrollo de la verdad; criticarán la obra y la actitud de los demás; censurarán todo ramo de la obra en el cual no tengan parte ellos mismos. Se alimentarán de los errores, equivocaciones y faltas ajenas, “hasta que” -dijo el ángel- “el Señor Jesús termine su obra de mediación en el santuario celestial, y se vista de las vestiduras de venganza y los sorprenda en su festín profano; y se encontrarán sin preparación para la cena de bodas del Cordero”. Su gusto se ha pervertido de tal manera que se sentirían inclinados a criticar aun la mesa del Señor en su reino.5TPI 646.3

    ¿Reveló alguna vez el Señor a estas víctimas del engaño propio que ninguna reprensión ni corrección de él ha de tener peso para ellos a menos que la haya dado directamente en visión? Me extiendo en este punto, porque la actitud que muchos están asumiendo ahora es un engaño de Satanás para arruinar las almas. Cuando las ha entrampado y debilitado por sus sofismas de tal manera que al ser reprendidas persistan en anular la obra del Espíritu de Dios, su triunfo sobre ellas será completo. Algunos, que profesan ser justos, llegarán, como Judas, a entregar a su Señor en las manos de sus más acerbos enemigos. Estos seres llenos de confianza en sí mismos y resueltos a poner en práctica su propia voluntad y sus propias ideas, irán de mal en peor, hasta que lleguen a seguir cualquier conducta más bien que renunciar a su voluntad. Avanzarán ciegamente en el camino del mal; pero corno los fariseos seducidos, estarán tan engañados que pensarán prestar servicio a Dios. Cristo describió la conducta que seguirá cierta clase de personas cuando tenga oportunidad de desarrollar su verdadero carácter: “Mas seréis entregados aun de vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros”. Lucas 21:16.5TPI 646.4

    Dios me ha dado una notable y solemne experiencia en relación con su obra; podéis tener la seguridad de que mientras tenga vida, no cesaré de elevar una voz de amonestación según sea impresionada por el Espíritu de Dios, quieran o no los hombres oírla o tolerarla. No tengo sabiduría especial en mí misma; soy tan sólo un instrumento en las manos del Señor para hacer la obra que él me ha asignado. Las instrucciones que he dado por pluma o voz han sido una expresión de la luz que Dios me ha dado. He presentado los principios que el Espíritu de Dios ha estado grabando durante años en mi mente y escribiendo en mi corazón.5TPI 647.1

    Y ahora, hermanos, os suplico que no os interpongáis entre mí y el pueblo, para desviar la luz que Dios quiere que llegue a él. No quitéis por vuestras críticas toda la fuerza, toda la agudeza y poder de los Testimonios. No sintáis que podéis disecarlos para que se adapten a vuestras propias ideas, aseverando que Dios os ha dado capacidad para discernir lo que es luz del cielo, y lo que es expresión de simple sabiduría humana. Si los Testimonios no hablan según la Palabra de Dios, rechazadlos. No puede haber unión entre Cristo y Belial. Por amor de Cristo, no confundáis a la gente con sofismas humanos y escepticismo, y no anuléis la obra que el Señor quiere hacer. No hagáis de este agente de Dios, por vuestra falta de discernimiento espiritual, una piedra de escándalo que haga tropezar y caer a muchos para que sean “enlazados, y presos”. 5TPI 647.2

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