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Manuscritos Inéditos Tomo 3 (Contiene los manuscritos 162-209)

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    Manuscrito 187 - Material inédito relativo a las deudas

    Algunas cosas han sido abiertas ante mí. Parecía estar presente con otros en una reunión en la que se debatía la deuda de la Facultad de Battle Creek [...].3MI 209.1

    Uno presente, que llevaba en su rostro una expresión de dignidad celestial, dijo: «[...]. Esta deuda ha aumentado por la construcción de edificios contradiciendo directamente la advertencia de no construir. Los hombres llegaron a la conclusión de que sabían lo que convenía, y la construcción prosiguió [...]. El pueblo de Dios no ha de gestionar ninguna parte de su obra, espiritual o temporal, con falta de cuidado. La causa de Dios no debe ser puesta en peligro, como lo ha sido por hombres que han descuidado la realización de inventarios para saber en qué situación económica se encuentran [...]. No es una honra para Dios mantener escuelas cuando hacerlo acumula una montaña de deuda [...].3MI 209.2

    »No ha sido sabio incurrir en grandes deudas erigiendo edificios. Añadir un edificio a otro sin librarse de deudas previamente contraídas es un lazo para el alma. No se debería acumular la vergüenza sobre las instituciones del Señor poniendo sobre ellas deudas en las que ha incurrido la mala administración humana». [...].3MI 210.1

    La erección de tantos edificios grandes en un solo lugar como los que hay en Battle Creek no está en armonía con la luz y la sabiduría recibidas de Dios.— Manuscrito 126, 1899, pp. 1-3, 6 («Palabras de advertencia», 28 de agosto 1899).3MI 210.2

    Si andamos en el consejo del Señor, tendremos la oportunidad de comprar, con un interés razonable, terrenos en los que ya hay edificios que pueden ser utilizados para el sanatorio [...].3MI 210.3

    Sin embargo, a veces puede ser necesario seleccionar un emplazamiento en el que no se ha realizado ninguna mejora ni se ha levando edificio alguno. En tal caso, debemos ser cuidadosos de no escoger un lugar que necesariamente requiera un gran desembolso de recursos para mejoras. Por falta de experiencia y errores de cálculo podemos ser inducidos a incurrir en grandes deudas, porque los edificios y las mejoras cuesten dos o tres veces lo que se estimó.— Manuscrito 114, 1902, p. 2 ( «Instrucción relativa a la obra del sanatorio». Mecanografiado el 1 de septiembre de 1902).3MI 210.4

    El asunto que ahora se nos plantea es: ¿Trataremos de conseguir los terrenos que nos parecen deseables en precio y ubicación, cuando no podemos saber de dónde vendrá el dinero? [...] No estoy preparada para decir que no deberíamos, bajo ninguna circunstancia, comprar terrenos hacia los cuales el Señor parezca haber dirigido nuestra mente, cuando no haya más impedimentos que la falta de dinero en efectivo, y de qué terreno, en la providencia de Dios, podríamos pagar prontamente. Debemos guardamos de errores en ambos sentidos. Si vemos una buena oportunidad de conseguir un edificio, como en Paradise Valley, creo que habría que comprarlo.— Carta 167, 1902, pp. 1, 2 (al hermano Evans y su esposa, 26 de octubre de 1902).3MI 210.5

    El hermano Wessels escribe que ha dado pasos para obtener el terreno de veintiocho hectáreas. Este es el que mejor servirá a nuestros propósitos, y las condiciones son asequibles. Hay que pagar cien libras al contado, y doscientas, creo, en tres meses; el resto en doce meses al 5 por ciento de interés. La razón por la que hemos comprado tanto terreno se debe a que los que estén relacionados con el sanatorio querrán comprar terreno para edificar sus propias casas, pero nosotros no queremos esas casas cerca del sanatorio. Así tenemos doce meses para pagar casi tres mil libras. Esto son diez mil dólares. En el congreso de la Unión recaudamos novecientas libras entre nosotros. Yo me comprometí a dar cien libras. Pedí prestado el dinero, pagando un interés del cinco por ciento. Sé que debo comprometerme hasta el límite mismo de mi capacidad para que los donativos sean tan grandes como resulte posible [...]. Hemos avanzado por fe, y prevemos comprar este terreno.— Carta 190, 1899, pp. 5, 6 (a la hermana Gotzian, 1 de noviembre de 1899).3MI 210.6

    Patrimonio White,

    marzo de 1966

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