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Manuscritos Inéditos Tomo 3 (Contiene los manuscritos 162-209)

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    Manuscrito 192 - Declaraciones de Elena G. de White relacionadas con el asunto de la línea internacional de cambio de fecha Material adicional variado

    Dios descansó el séptimo día, y lo apartó para que el ser humano lo observara en honor a la creación de los cielos y la tierra en seis días literales. Él bendijo y santificó el día de descanso. Ya que los hombres son tan cuidadosos para investigar y averiguar en cuanto al período preciso de tiempo, debemos decirles que Dios estableció su sábado para un mundo esférico; y cuando el séptimo día nos llega en este mundo redondo, controlado por el sol que rige el día, ese es el tiempo en todos los países para observar el sábado. En los países donde no hay puesta ni salida de sol durante meses, el período de tiempo debe ser calculado por los registros guardados [...].3MI 221.1

    El Señor acepta la obediencia de toda criatura, de acuerdo con las circunstancias del tiempo en el mundo donde sale y se oculta el sol [...]. El sábado fue hecho para un mundo esférico, y por lo tanto se requiere, de parte del pueblo, una obediencia que esté en perfecta armonía con el mundo creado por el Señor.— Carta 167, 1900, pp. 1-3 (al hermano Irwin, 23 de marzo de 1900).3MI 222.1

    La hermana Harlow me ha estado hablando de usted. Ella dice que usted está un poco confundida con respecto a la línea de cambio de fecha. Ahora bien, querida hermana, esta conversación acerca de la línea de fecha es solamente algo que Satanás ha ideado como una trampa. Él trata de hechizar los sentidos, como lo hace cuando dice: «He aquí el Cristo, o allí». Existirán toda clase de ficciones e ingenios satánicos para desviar a las personas, pero la Palabra de Dios es: «No lo creáis. Porque se levantarán falsos cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis» (Mat. 24:23-26).3MI 222.2

    Tenemos la firme Palabra de Dios en cuanto al sábado. «Continuó hablando Jehová a Moisés, y le dijo: “Tú hablarás a los hijos de Israel y les dirás: ‘En verdad vosotros guardaréis mis sábados, porque es una señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. Así que guardaréis el sábado, porque santo es para vosotros; el que lo profane, de cierto morirá. Cualquier persona que haga alguna obra en él, será eliminada de su pueblo. Seis días se trabajará, pero el día séptimo es día de descanso consagrado a Jehová. Cualquiera que trabaje en sábado, ciertamente morirá’. Guardarán, pues, el sábado los hijos de Israel, celebrándolo a lo largo de sus generaciones como un pacto perpetuo. Para siempre será una señal entre mí y los hijos de Israel, porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y descansó”. Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte Sinaí, dos tablas del Testimonio, tablas de piedra escritas por el dedo de Dios» (Éxo. 31: 12-18).3MI 222.3

    ¿Es posible que se adjudique y se reúna tanta importancia en torno a los que observan el sábado, y sin embargo nadie pueda decir cuándo llega el sábado? Entonces ¿dónde está el pueblo que lleva la insignia o señal de Dios? ¿Cuál es la señal? El sábado, séptimo día, que es el día que el Señor bendijo y santificó, y lo estableció santo, con grandes castigos por su transgresión.3MI 222.4

    El sábado, como séptimo día, no se halla en ninguna incertidum- bre. Es el monumento conmemorativo de la obra de creación. Es un monumento conmemorativo establecido por el cielo, que debe observarse como una señal de obediencia. Dios escribió toda la ley con su dedo en dos tablas de piedra [...].3MI 223.1

    Ahora, hermana mía, aunque en este momento estoy enferma, escribo incorporada en la cama para decirle que no debemos dar el menor crédito a la teoría de la línea del cambio de fecha. Es una trampa de Satanás traída por sus propios agentes para confundir las mentes. Usted ve cuán completamente imposible es que esto sea así, que el mundo esté en lo correcto al observar el domingo, y el pueblo remanente de Dios esté totalmente errado [al observar el sábado]. Esta teoría de la línea del cambio de fecha convertiría toda nuestra historia de los pasados cincuenta y cinco años en una completa falacia. Pero el hecho es que nosotros sabemos dónde nos encontramos [...].3MI 223.2

    Hermana mía, no permita que su fe falte. Debemos sostener en alto nuestros rasgos distintivos: los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Todos los que mantienen firmemente el principio de su confianza hasta el fin, observarán el sábado como séptimo día, que llega hasta nosotros determinado por el sol. La falacia de la línea de cambio de fecha es una trampa de Satanás para desanimar. Sé de qué estoy hablando. Tenga fe en Dios. Brille allí donde está, como una piedra viva en el edificio de Dios.3MI 223.3

    Los hijos de Dios triunfarán. Saldrán como vencedores y más que vencedores sobre todos los elementos opositores y perseguidores. No tema. Tendremos la victoria por el poder de la verdad bíblica y el amor ejemplificado en la cruz, y establecidos por el Espíritu Santo. Toda la batalla que tenemos delante radica en la observancia del verdadero sábado de Jehová [...].3MI 223.4

    No puedo escribir más por ahora, pero le digo: No preste atención a la herejía. Aférrese a un sencillo «Así dice Jehová». Él la confortará y la bendecirá, y le dará gozo en su corazón. Alabe a Dios de que tengamos una luz clara, y un mensaje sencillo, claro y distinto para presentar.— Carta 118, 1900, pp. 1, 2, 5-7 (a la hermana Hall, 2 de agosto de 1900).3MI 223.5

    Pastor Joshua V. Himes: Mi hermano en Cristo Jesús: Recibí su donativo de cuarenta dólares. Le doy las gracias en el nombre de nuestro Redentor. Tenga por seguro de que invertiremos este dinero de la mejor manera posible para hacer el mayor bien por la salvación de las almas [...]. La animosa participación puesta de manifiesto por su donativo para este campo ha llenado mi corazón de gozo, porque da testimonio de que usted no ha perdido el espíritu misionero que lo llevó a darse en primer lugar a sí mismo para la obra, y luego a dar sus recursos al Señor, a proclamar los mensajes de los ángeles primero y segundo en su momento y en su mandato al mundo. Esta es una gran satisfacción para mí, porque lleva un digno testimonio de que su corazón sigue en la obra; veo la prueba de su amor por el Señor Jesucristo en su ofrenda voluntaria para este «lugar más allá» [...].3MI 224.1

    Le doy las gracias de su nuevo por su generosa aportación.— Carta 31a, 1895, pp. 1, 2 (al pastor Joshua V. Himes, 17 de enero de 1895).3MI 224.2

    Elena G. de White no podía controlar las visiones.— Es totalmente falso que yo alguna vez haya insinuado que podía tener una visión cuando lo quería. No hay sombra de verdad en esto. Nunca he dicho que podía producir visiones cuando lo deseaba, porque esto sencillamente es imposible. Durante años he sentido que si yo hubiera podido escoger lo que me gustaba y al mismo tiempo agradar a Dios, habría preferido morir antes que tener una visión, porque cada visión coloca sobre mí la gran responsabilidad de presentar testimonios de reprobación y de amonestación, que siempre han estado en contra de mis sentimientos, causándome en el alma una aflicción inexpresable. Nunca he codiciado mi posición, pero no me atrevo a resistir al Espíritu de Dios para buscar otra más fácil.3MI 224.3

    El Espíritu de Dios ha venido sobre mí en diferentes oportunidades, en distintos lugares y en variadas circunstancias. Mi esposo no ha tenido ningún control sobre estas manifestaciones del Espíritu de Dios. En muchas ocasiones él ha estado muy lejos cuando he tenido visiones.— Carta 2, 1874, p. 8 (a J. N. Loughborough, 24 de agosto de 1874).3MI 224.4

    He recibido información de Battle Creek en el sentido de que la obra de los Testimonios no es aceptada. *Se hace referencia a la labor editorial que se realizaba en respuesta al acuerdo adoptado en el Congreso de la Asociación General el 16 de noviembre de 1883.3MI 224.5

    Deseo hacer algunas declaraciones, y usted puede hacer con ellas lo que desee. Estas son las declaraciones que usted oyó cuando las presenté: se me mostró hace años que no debemos demorar en publicar la importante luz que me fue dada aunque yo no pudiera preparar el material en forma perfecta. Mi esposo estaba muy enfermo, y no podía darme la ayuda que podría haber tenido y que pudiera haberme dado de haber estado con salud. Por esta razón he demorado el poner ante el pueblo lo que me fue dado en visión.3MI 225.1

    Pero se me mostró que debo presentar a los hermanos de la mejor manera posible la luz recibida; y entonces, a medida que recibiera una luz mayor y usara las capacidades que Dios me ha dado, recibiría una mayor habilidad para emplearla en mis escritos y discursos. Tenía que mejorar tanto como fuera posible hasta llegar a la perfección, para que [mis escritos] fueran aceptados por las mentes inteligentes.3MI 225.2

    Todo defecto, hasta donde sea posible, debe ser quitado de las publicaciones. A medida que la verdad se desarrolle y llegue a ser ampliamente distribuida, debe ejercerse el mayor cuidado posible para perfeccionar las obras publicadas.3MI 225.3

    Vi en cuanto a La historia del sábado del hermano Andrews, que él demoró la obra por mucho tiempo. Otros libros equivocados estaban ocupando el campo y bloqueando el camino, de manera que las mentes fueron llenadas de prejuicios por los elementos opositores. Vi que de esta manera se perdería mucho. Después de que la primera edición se agotó, él debió mejorarlo; pero estaba tratando, con todo esfuerzo, de llegar a la perfección. Dios no quería esta demora.3MI 225.4

    Ahora hermano Smith, he estado haciendo un examen cuidadoso y crítico de la obra que se ha hecho con los Testimonios, y veo unas cuantas cosas que creo que deben ser corregidas en el asunto presentado delante de usted y de los demás en la Asociación General. Pero al examinar el asunto más cuidadosamente veo cada vez menos cosas que sean objetables. Donde el lenguaje usado no es el ideal, deseo mejorarlo de acuerdo con la gramática, como creo que debe hacerse en todos los casos donde pueda ser factible, sin cambiar el sentido.— Carta 11, 1884, pp. 1, 2 (al pastor Uriah Smith, 19 de febrero de 1884).3MI 225.5

    Se me manda que diga que la preciosa verdad para este tiempo ha de ser presentada cada vez con más claridad a las mentes humanas. En un sentido especial, los hombres y las mujeres han de comer la carne de Cristo y beber su sangre. Habrá un desarrollo del entendimiento, porque la verdad es susceptible de expansión constante. El divino Originador de la verdad entrará en una comunión cada vez más estrecha con los que persistan en conocer. Cuando el pueblo de Dios reciba su palabra como pan del cielo, sabrá que cierta como el alba es su salida. Recibirán fortaleza espiritual, igual que el cuerpo recibe fuerza física cuando ingiere comida.3MI 225.6

    No entendemos ni a medias el plan del Señor al librar a los hijos de Israel de la esclavitud egipcia y llevarlos hasta Canaán a través del desierto. Cuando reunamos los divinos rayos que refulgen del evangelio, tendremos una percepción más clara del sistema judío, y un aprecio más profundo de sus importantes verdades. Nuestra exploración de la verdad es aún incompleta. Hemos juntado solo unos rayos de luz. Los que no estudien la Palabra de forma cotidiana no resolverán los problemas del sistema judío. No entenderán las verdades enseñadas por los oficios del templo. La obra de Dios es estorbada por una interpretación mundana de su gran plan. La vida futura revelará el significado de las leyes que Cristo, envuelto en la columna de nube, dio a su pueblo.— Carta 156, 1903, pp. 2, 3 (a P. T. Magan, 27 de julio de 1903).3MI 226.1

    Una cosa es cierta: los adventistas del séptimo día que se han colocado bajo la bandera de Satanás, primero abandonarán su fe en las advertencias y reproches contenidos en los testimonios del Espíritu de Dios.3MI 226.2

    Se hace un llamado a una gran consagración y a un servicio más santo, y esto continuará haciéndose.— Carta 156, 1903, p. 2 (a P. T. Magan, 27 de julio de 1903).3MI 226.3

    Patrimonio White,

    octubre de 1966

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