“¡Padre, perdónalos!”
Mientras los soldados realizaban su fatídica obra, la mente de Jesús pasó de sus propios sufrimientos a la terrible retribución que algún día recibirían sus perseguidores. Se compadeció de la ignorancia de ellos y oró:UE 129.2
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Lucas 23:32.UE 129.3
Cristo estaba comprando el derecho de ser ante el Padre abogado de los hombres. Aquella oración por sus enemigos abarcaba a todo el mundo. Incluye a cada pecador que ha vivido, vive o vivirá, desde el comienzo hasta el fin del tiempo.UE 129.4
Cada vez que pecamos, Cristo es herido de nuevo. Por nosotros eleva sus manos horadadas ante el trono del Padre, y dice: “Perdónalos, porque no saben lo que hacen”.UE 129.5