Los cónyuges trabajando juntos
Los esposos se pueden unir en el trabajo—Hay mujeres que debieran trabajar en el ministerio evangélico. En muchos sentidos harían mayor bien que los ministros que no visitan la grey de Dios como deberían. El esposo y la esposa pueden unirse en este trabajo, y deben hacerlo, siempre que sea posible. El camino está abierto para las mujeres consagradas.—Manuscript Releases 5:325, 326.MPa 88.3
El Señor desea tener a los ministros y sus esposas estrechamente unidos en la obra—La obra de Dios exige un trabajo intenso, y el Señor desearía tener a los ministros y sus esposas estrechamente unidos en esta obra. El esposo y la esposa pueden combinarse tan bien en la labor, que la esposa será el complemento del esposo. El Señor desea que unidos escuchen su voz, para acercarse más y más a él, alimentándose con su Palabra, y recibiendo luz y bendición para impartir a otros. Deben tener la libertad necesaria para asistir a los congresos y otras reuniones generales. Y la esposa puede continuamente ser una gran ayuda para su esposo en la visitación y otras labores personales. ...Las esposas de muchos siervos del Señor se han unido gustosamente con sus esposos en el trabajo de salvar almas. Mediante su desprendido interés por avanzar la causa de Dios, la esposa ha hecho el trabajo del esposo mucho más completo.—Manuscript Releases 6:43.MPa 89.1
Siempre que sea posible, permitid que el ministro y su esposa trabajen juntos—El ministro y su esposa deben salir juntos cuando esto sea posible. La esposa, con frecuencia puede trabajar junto a su marido cumpliendo una tarea noble. Puede visitar los hogares y ayudar a las dueñas de casa en una forma como su esposo no podría hacerlo.—El Evangelismo, 358.MPa 89.2
La esposa puede alcanzar a algunas almas, especialmente entre las de su mismo sexo, que el ministro no puede alcanzar—La esposa del predicador puede hacer mucho bien si quiere. Si posee el espíritu de renunciamiento, y siente amor por las almas, puede hacer a su lado casi tanto bien como él. Una obrera en la causa de la verdad puede comprender y alcanzar, especialmente entre las hermanas, ciertos casos que el predicador no puede alcanzar.—Obreros Evangélicos, 213.MPa 89.3
Si el ministro y su esposa pueden ocuparse juntos en la visitación, debieran hacerlo—Vigilad el rastro de las almas. Manifestad tacto y habilidad cuando visitáis a las familias. Orad con ellas y por ellas. Llevadles la verdad con gran ternura y amor, y seguramente tendréis recompensas. Si el ministro y su esposa pueden ocuparse juntamente en esta obra, debieran hacerlo.—El Evangelismo, 321.MPa 89.4