El dinero y la salud

Viajé con un ciudadano inglés mientras estábamos en Texas. En aquel tiempo mi esposo todavía estaba vivo. Estábamos trabajando en Texas, y aquel señor estaba fumando su pipa. Mi esposo le dijo: «¿Qué piensa, amigo, le dejó Cristo el ejemplo para que usted utilice esa pipa? ¿Le dio Cristo ese ejemplo a usted?».SE1 227.1

«Oh, nunca lo había pensado desde ese punto de vista. No, no. Voy a botar esta pipa; nunca la tocaré de nuevo. ¡Pensar en el Redentor del mundo caminando por las calles y fumando una pipa, utilizando su nariz como una chimenea! No. Jamás podría hacerlo de nuevo». Daba la impresión de que había sido sacudido. Pero recuerden que fumar es un invento del diablo. ¿Para qué? Para consumir recursos de tal forma que los pobres no sean vestidos; para que los necesitados y los angustiados sufran por falta de alimento, cuidado y casa; para que el evangelio no sea llevado a todas partes del mundo.SE1 227.2

Bien, aquí entra en juego el dinero de Dios. Cuánto mejor sería decir: Aunque veo a un hombre que malgasta su dinero en licor y fumando, derrochando lo que debería dedicar a su familia, hay hermanos que entregan sus recursos y los colocan en la tesorería de Dios. Habrá entonces recursos para edificar templos, para establecer iglesias, para que un grupo acepte el llamado de Macedonia: «Pasa y ayúdanos». En nuestras ciudades se podrían emplear a numerosos obreros y apoyarlos en su tarea, si tan solo los hombres destruyeran el ídolo del tabacoSE1 227.3

Algunos profesos cristianos se mantienen aferrados a sus hábitos y dicen: «No puedo vencerlos. No, no puedo”. Pero mediante Jesucristo ustedes podrán vencer. Mediante los méritos de la sangre de Cristo podrán eliminar completamente ese mortífero mal que está corrompiendo a nuestra nación y a nuestra juventud. Los padres están dejando como herencia sus apetitos y pasiones a sus hijos; así serán más débiles en poder moral y no podrán resistir la influencia contaminadora que existe en este mundo.SE1 227.4

¿Qué cuentas tendrán que dar los padres en el juicio? ¿Qué cuentas rendirán por el hábito de beber alcohol? ¿Qué cuentas darán por usar tabaco, por el dinero consumido en disminuir el poder físico, mental y moral que pertenece a Dios? Todo esto ha sido comprado con un precio infinito, el precio del Hijo de Dios. No reconocen la necesidad de enviar la luz a aquellos que están en tinieblas porque el interés de ustedes no está dedicado a glorificar a Dios. Todo el cuerpo está lleno de tinieblas y lo tratan como a un esclavo, un esclavo que cede al gusto y al apetito de lo malsano e insalubre, y que está destruyendo su vitalidad.SE1 227.5

«Pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que hay en ti es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?». Si no están observando la verdad de la Palabra de Dios por encima de todo lo que hay en este mundo, y si no están invirtiendo los talentos que él les ha dado, entréguenselos a los banqueros. Permitan que ustedes irradien luz. El Maestro les pedirá cuenta, y todos ustedes están cubiertos de tinieblas. Gastan en asuntos personales los recursos que deberían ser entregados a la tesorería de Dios. Han de mantener esa nobleza de carácter comprada por Dios, que está a la vista de Dios, y que está escrita en los libros del cielo, como personas que vencerán todo hábito pernicioso y toda práctica nociva. Entonces, Dios dice: «¡Cuán grandes son estas tinieblas!».SE1 228.1