28—Andar por el Espíritu
«SI VIVIMOS por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No busquemos la vanagloria, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros” (Gál. 5: 25, 26).SE1 237.1
Muchos se engañan a sí mismos porque aun cuando aceptan la verdad no están santificados por medio de ella. Para disfrutar de una experiencia religiosa correcta es esencial conocer bien la teoría de la verdad, sino que además el corazón y la mente tienen que ser moldeados, y los hábitos deben estar en armonía con la voluntad expresa de Dios. La Palabra, los requerimientos de Dios, han de ser estudiados. Porque si aceptamos en nuestra experiencia principios incorrectos, también aceptaremos ideas falsas respecto a lo que significa ser un cristiano, y no se considerará que obedecemos la voz de Dios. No podremos discernir espiritualmente el carácter de Dios, o aceptar a Jesucristo por fe, a menos que nuestras vidas y caracteres se distingan por la pureza, derribando argumentos y todaSE1 237.2
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Manuscrito 39, 1895. altivez que se levante contra el conocimiento de Dios, llevando asimismo cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.