33—Palabras a los alumnos
ESTOY muy feliz de ver a tantos estudiantes aquí esta mañana. Alumnos, ustedes pueden tener los mejores maestros, los más sabios del mundo, pero ellos no pueden preparar los corazones de ustedes para recibir al Señor. Deben hacerlo ustedes mismos. Sus profesores no pueden pensar ni actuar por ustedes. La pregunta que cada estudiante tiene que hacerse es: ¿Estoy decidido a desarrollar un carácter que Dios pueda aprobar? Ustedes pueden dejarse llevar por la corriente, o pueden valientemente nadar en contra de ella y seguir hacia adelante. Reflexionen en esta pregunta: ¿Cómo debo comportarme para ser aprobado por Dios? La aprobación de Dios vale más que todo en este mundo. Si ustedes se proponen un blanco elevado, si quieren sacar el mayor provecho a sus oportunidades y privilegios, dondequiera que estén, sea cual sea su posición, recibirán fuerza y valor para perseverar. No les faltarán ideas brillantes y entusiastas. TenemosSE1 271.1
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Charla pronunciada el 2 de febrero de 1900. Manuscrito 13, 1900. la inestimable Palabra de Dios para darnos aliento; y si estamos decididos a mantener siempre delante de nosotros el temor de Dios, que es el principio de la sabiduría, seremos alumnos en la escuela de Cristo.