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Sermones Escogidos Tomo 1

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    Se ha hecho toda provisión

    Nuestro amante Salvador ha hecho todo lo posible para que podamos tener esa gracia abundante y para que podamos vencer todo defecto de carácter. No podemos consentir en agradarnos a nosotros mismos en esta vida, pues necesitamos la plenitud que está en Jesús, y debemos ejercitarnos para hablar sobre las cosas que traerán paz y luz. Mientras conversamos acerca del cielo y sobre los temas celestiales, los ángeles de Dios se hallan a nuestro alrededor, y cuando estamos acercándonos a Dios, en nuestros pensamientos y corazones, él también se acerca a nosotros. Su amor se encuentra en nuestros corazones, y nuestros labios lo proclamarán.SE1 47.5

    No es solo nuestro deber ejercitar nuestras mentes en los asuntos celestiales, sino que tenemos que hablar de estas cosas, porque es nuestra responsabilidad atar nuestra mente, ceñir los lomos de nuestro entendimiento y decir: «No pensaré en estas cosas». Entonces, es nuestra obligación cuidar nuestra conversación.SE1 47.6

    Podríamos pensar por la sombra en que muchos caminan, que no tenían un Salvador. Pero quiero decirles a ellos: «¡Cristo ha resucitado! No está en el sepulcro nuevo de José, sino que ha resucitado y ha ascendido a lo alto para interceder por nosotros!». Tenemos un Salvador resucitado que intercede por nosotros y debemos andar en armonía con Dios. Él está tratando de «purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras». Si procuramos con todo nuestro corazón ser hijos obedientes, sujetando nuestra voluntad a la voluntad de Dios, entonces la obra puede avanzar en nosotros sin interrupción. No olvidemos ni por un instante que estamos viviendo para la vida inmortal futura; por lo tanto, descartemos toda queja y crítica. Que nuestras palabras y nuestra conversación revelen al mundo que tenemos una esperanza henchida de inmortalidad.SE1 48.1

    Deseamos que su voluntad sea la nuestra. No queremos que nuestra voluntad intente controlar todo lo que se encuentra a nuestro alrededor. Un hermano me dijo: «Hermana White, debemos estar de acuerdo. Ahora veo las cosas de una manera y mis hermanos de otra, y no puedo hacerles ver todo como lo hago yo. Sus hábitos y sus costumbres son completamente diferentes de los míos».SE1 48.2

    Le dije: «Gracias a Dios, hermano, que solamente hay uno como usted en el mundo, porque si todos fuéramos como usted, no podríamos vivir mucho tiempo en el mundo, pues no habría armonía. Los métodos de su hermano son tan valiosos para él como los suyos lo son para usted».SE1 48.3

    Dios quiere afinarnos. El carácter fuerte debe ser pulido, y aquí hay alguien que se ha aferrado a la verdad, pero siempre ha sido vulgar en su conversación y tiene que vencer eso. Esto es precisamente lo que el apóstol quiere decir cuando afirma: «Usted debe vencer para tener un hogar en el cielo». Para transformar mi carácter Jesús debe estar en todo lo que hago. Tenemos que aceptar la verdad tal cual es en Jesús, y como resultado seremos amables y corteses el uno con el otro, porque esta fue la obra de mi Maestro. Veremos la impronta de Jesús sobre nuestro carácter, y cuando aprendamos las importantes lecciones que él desea que aprendamos, seremos semejantes a él. Él dice: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas” (Mat. 11: 28-29).SE1 48.4

    Nuestra ciudadanía está en los cielosSE1 48.5

    Aquí están ustedes con sus discrepancias y desacuerdos. Ahora, él dice: «Venid a mí [...] y aprended de mí». Nueve de cada diez de nuestros problemas son provocados porque tenemos un concepto muy elevado de nosotros mismos. Pero tan pronto como empezamos a resaltar las virtudes que tienen aquellos con quienes nos asociamos, no estaremos tan prestos para ver sus defectos y pensaremos en lo bueno que hay en el carácter de ellos en lugar de contemplar sus faltas. Al hacer esto los unimos más cerca de nuestros corazones mediante firmes lazos de amor.SE1 49.1

    Alguien me preguntó: «Hermana White, ¿por qué usted tiene tanto control sobre sus hijos y sobre los que usted está criando?». Les respondí: «Gánense su confianza y su amor, y ustedes podrán tener control perfecto”. Ojalá que cada miembro de la iglesia trabaje de tal manera que pueda obtener la confianza de sus hermanos y hermanas, entonces la preciosa luz que emana del Señor se refle-jará en su vida y carácter. Hay algo significativo en esta expresión: «Edificándoos sobre vuestra santísima fe”. Cada vez que usted haya recibido el consuelo del Espíritu de Dios, usted debería desear compartirlo fervorosamente con los demás.SE1 49.2

    Si ustedes tienen la admirable luz del cielo, hablen de ella. ¿Acaso no tenemos de todo lo que hemos recibido de Jesús? Yo podría mencionarles algunos temas que llevarían a que sus pensamientos y su mente se expandan al límite, y todavía habría mucho más. El gran plan de redención no se comprende ni siquiera a medias. Si tan solo pudiéramos entender el plan de salvación, seríamos las personas más felices sobre la faz de la tierra. La verdad que Dios nos ha confiado llenaría tanto nuestras mentes que ni siquiera hablaríamos de las cosas terrenales. Sin embargo, es casi imposible que podamos explicar a los demás la grandeza de la salvación que sentimos en nuestros corazones. Jesús quiere que meditemos en esta salvación.SE1 49.3

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