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Sermones Escogidos Tomo 1

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    Preparar el corazón

    Estoy muy preocupada por aquellos que albergan un espíritu de crítica, porque sé que los rencillosos nunca entrarán en la ciudad de Dios. Peleen consigo mismos, pero con nadie más y luego conviértanse. Confiesen sus pecados precisamente aquí donde están, antes de regresar a sus hogares. Con palabras de arrepentimiento humillen sus corazones ante Dios.SE1 327.1

    Cuando se sientan tentados a hablar imprudentemente, tengan cuidado. Si alguien se les acerca para criticar a un hijo de Dios, no lo escuchen. Si alguien les habla con dureza, nunca contesten de la misma forma. No pronuncien ni una palabra. Cuando estén bajo provocación recuerden que «el silencio es elocuencia”. El silencio es el reproche más grande que se le puede dar a un criticón o a una persona que se halla irritada. Mantengan sus ojos fijos en Jesús. Mantengan sus ojos en Aquel que nunca encuentra faltas en ustedes, excepto para advertirlos de los peligros de los cuales él los librará.SE1 327.2

    Hay una gran obra que hacer y muchos no están preparados para participar en este servicio sagrado. Los juicios de Dios pronto caerán sobre nuestras ciudades y deseo que todos estén preparados. Deseo profundamente que confesemos nuestros pecados y nos convirtamos. Si alguno de ustedes desea que su corazón se enternezca y se quebrante ante Dios, conviene que prepare el camino del Rey esta misma tarde, sin demora. Conviene preparar el corazón para recibir el Espíritu Santo, que corra por todo nuestro ser. Conviene que abra la puerta del templo del alma, y deje que el Salvador entre. «Yo estoy a la puerta y llamo —dice el Salvador—; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apoc. 3: 20).SE1 327.3

    Debemos anhelar de todo corazón una conversión nueva y completa, para que la verdad sea entronizada en el corazón y la mente y que, con la ayuda del Espíritu Santo, podamos estar preparados para presentar el mensaje del tercer ángel ante aquellos que tanto lo necesitan. Ahora es nuestra oportunidad, ahora es nuestro momento. Que Dios nos ayude a convertirnos.SE1 327.4

    Queridos hermanos y hermanas, si hay alguno de ustedes que desea decir algo esta tarde, siéntase libre. ¿Están listos para reconsagrarse a Dios? Cristo está listo, espera, mira y anhela. Los ángeles están en este lugar. Ángeles malos se encuentran aquí, pero los santos ángeles también están aquí. ¿Qué lado obtendrá la victoria sobre tu corazón, aquí, hoy, mi hermano, mi hermana? Estas son las horas del sábado, no hay nada mejor que pasarlas preparando el camino del Rey. Eliminen toda raíz de amargura de su corazón. No quiebren solo la parte superior de la raíz. Desentiérrenla por completo no sea que, al brotar de nuevo, muchos sean contaminados. No deben sentirse satisfechos con un trabajo hecho a medias. Hay que arrancarla de raíz y entonces Dios los ayudará a que se conviertan de nuevo.SE1 327.5

    El pastor S. N. Haskell dijo: «Quizá a algunos de ustedes les gustaría testificar. Si pudiéramos ver el interés que actualmente el Cielo tiene a nuestro favor, si nos diéramos cuenta de lo que está ocurriendo en el cielo, ninguno de nosotros quedaría satisfecho hasta que supiera que teníamos un registro limpio en el cielo”.SE1 328.1

    El Señor desea salvarnos. Él desea que todo lo que nos separa de él sea abandonado, que nuestros corazones latan al unísono con el Cielo. Es hora de estar en armonía con Dios. Dediquemos tiempo a preparar el camino del Rey. Si nos hemos entregado al pecado de criticar, confesémoslo ante el Señor y ante nuestros hermanos. El tiempo de gracia terminará repentina e inesperadamente, cuando menos lo estemos esperando; pero hoy podemos tener un registro limpio en el cielo y saber que Dios nos acepta, y si somos fieles finalmente estaremos en el reino de los cielos.SE1 328.2

    (Los miembros de la congregación dieron algunos testimonios, pero la reacción no fue tan entusiasta como se esperaba después de que se había hecho la apelación. Los testimonios fueron más o menos indefinidos, con algunas excepciones. No se hizo la pausa que parecía necesaria para que el espíritu de confesión pudiera entrar. Parecía como si los poderes de las tinieblas estuvieran luchando por el dominio. Fue en esta coyuntura que la hermana White hizo la siguiente oración).SE1 328.3

    Me gustaría orar:SE1 328.4

    «Nuestro Padre celestial, acudimos a ti esta tarde, como nuestro único Refugio, como nuestro único Ayudador, como el Único que puede salvarnos de nosotros mismos. Oh, mi Padre celestial, tú has escuchado las palabras que he pronunciado ante esta congregación esta tarde. Yo te pido, Señor, que puedas mover esta congregación.SE1 328.5

    »Solo tú puédes romper las ligaduras de hierro del corazón. Solo tú puedes hacer que los ojos ciegos disciernan lo que es el pecado. Solo tú puedes llevarnos a comprender el carácter que cada alma debe tener y manifestar en este mundo antes de que pueda estar preparada para ser trasladada a la familia del cielo. ¡Oh, mi Padre, mi Padre, la ceguera, la terrible ceguera que viene sobre el pueblo, que no discierne qué clase de carácter puedes aceptar o rechazar! ¡Te pedimos, Señor, que obres en las mentes y en los corazones! ¡Oh, si todos pudiéramos comprender la terrible naturaleza del pecado y cómo tú lo consideras!SE1 328.6

    »¡Oh, Padre mío, Padre mío, tanto amaste al mundo que diste a tu Hijo amado para que sufriera una muerte vergonzosa, para que el mundo tenga vida eterna por medio de él! Has dado a la familia humana el privilegio de educarse en el bien hacer a fin de que se prepare para unirse con la familia celestial y sin pecado, y vivir para siempre en tu reino. Vemos que pasan las oportunidades y los privilegios, y, sin embargo, hay corazones que están cada vez más y aún más endurecidos, y menos y cada vez menos sensibles. ¡Oh, te rogamos que por amor de Jesucristo, que soportó los azotes, que sufrió la agonía de la crucifixión, que hagas posible que todos los seres humanos se unan a la familia de Dios! ¡Oh, te rogamos, mi Salvador, te rogamos que quebrantes esta dureza de corazón! Te ruego que enternezcas y subyugues el alma.SE1 329.1

    »Te ruego, mi Padre celestial, que hagas brillar la luz sobre estas personas, para que puedan obedecer al llamamiento. Si no se arrepienten, tendrás que decirles: “¿Cómo entraron aquí sin estar vestidos de bodas?”. Es el vestido de bodas de la justicia de Cristo que se deben poner. ¡Oh, Señor, te pido que tengas compasión por todos los presentes en esta congregación! Te ruego, Señor, que no continúen endureciendo sus corazones por más tiempo. Te ruego que esta manifestación terrible del yo pueda ser quebrantada. Te ruego que el yo pueda ser crucificado y eliminado para que pueda haber una reconversión en medio de nosotros, que las almas se humillen delante de ti, y que se vuelvan a convertir.SE1 329.2

    »Padre mío, Padre mío, por amor a Cristo, permite que tu Espíritu impresione las mentes de los que están en esta casa y que puedan preparar el camino del Rey y preparar el camino para que obres en las mentes humanas. Ayúdalos a eliminar las piedras de tropiezo y que estas sean apartadas del camino. Están obstaculizando tu camino. ¡Oh, impresiona sus corazones de tal modo, de tal manera, que se arrepientan, se arrepientan, se arrepientan y se conviertan, antes de que sea eternamente demasiado tarde!SE1 329.3

    »Oh, Dios, están a punto de pronunciarse estas palabras: “El que es injusto, sea injusto todavía; el que es impuro, sea impuro todavía; el que es justo, practique la justicia todavía, y el que es santo, santifíquese más todavía” (Apoc. 22: 11). ¡Palabras terribles de escuchar para los que no están preparados!SE1 329.4

    »¡ Señor, quebranta esa frialdad, esa indiferencia, esa apatía de corazón! No les des reposo de día ni de noche hasta que sientan la necesidad de transformar su carácter, hasta que sientan la necesidad de preparar el camino del Rey.SE1 330.1

    »Mi Padre celestial, venimos a ti como tus hijos pequeños. Nos has llamado hijitos y te ruego que podamos llegar a ser niños. Oh, Señor, que dijiste a tus discípulos, cuando estaban tratando de ser los primeros, que los que buscan ser primeros serán los postreros. Ayúdanos a humillar nuestras almas ante ti. Ayuda nuestros duros corazones para que se arrepientan.SE1 330.2

    »Padre mío, Padre mío, presento ante ti los méritos de nuestro Redentor, tu hijo Jesús, que sufrió la agonía terrible de la cruz para redimir a la raza humana. Te ruego que rompas el barbecho del corazón para que las semillas de la verdad puedan llegar a fijarse en la mente y que broten y den la mejor clase de fruto para la gloria tuya. No podemos creer que una gran cantidad de los que están en esta congregación, muchos, sean de los que al final digan que “pasó la siega, se acabó el verano, se ha hecho la invitación final de salvación, y mi alma no ha sido salva”. ¡Qué terrible sería esto! Quebranta, te lo ruego, quebranta las mentes de esta congregación para que todos nosotros te busquemos de todo corazón al salir de esta casa, a fin de que podamos llevar con nosotros la impresión del Espíritu de Dios. Ayúdanos, oh, ayúdanos a estar convertidos, que la luz del cielo pueda entrar en nuestras mentes y almas, y que podamos tener algo que decir en honor de Jesús, para glorificar su nombre en la tierra.SE1 330.3

    »Oh, Padre celestial, te pido que el ángel del Señor delante del cual Josué, el sumo sacerdote se presenta de pie, mientras el enemigo acusa al pecador por causa de su ropa contaminada, que este ángel nos conceda su presencia esta tarde. Te volviste a Satanás y le dijiste: “¡Jehová te reprenda, Satán! ¡Jehová, que ha escogido a Jerusalén, te reprenda! ¿No es este un tizón arrebatado del incendio?”. Y a los que acusaban al pecador, dijo el ángel: “Quitadle esas vestiduras viles”. Y a él dijo: “Mira que he quitado de ti tu pecado y te he hecho vestir de ropas de gala”. Y agregó: “Pongan un turbante limpio sobre su cabeza. Pusieron un turbante limpio sobre su cabeza y lo vistieron de gala. Y el ángel de Jehová seguía en pie” (ver Zac. 3: 2-5).SE1 330.4

    »Satanás está tratando de contagiarnos con todo el desánimo posible. Señor, te ruego que el bautismo del Espíritu Santo venga sobre esta congregación. Te ruego, por amor a Cristo, que apartes la niebla y la nube que Satanás interpone entre nosotros. Él está aquí, sus seguidores están aquí, hay personas en este lugar que están escuchando sus palabras, y te pido, Señor, que quebrantes el hechizo, te pido que haya una consagración tal delante de Dios, que Cristo pueda decir: “Te he hecho vestir de ropas de gala”.SE1 330.5

    »Oh, Dios, queremos vestiduras sin mancha, queremos vestidos sin impurezas, queremos que nos prepares para que realicemos la grandiosa, magna y santa obra que debe hacerse. Te rogamos que obres poderosamente, de modo que tu salvación sea manifiesta. Tienes todo el cielo lleno de bendiciones, listas para ser derramadas sobre un pueblo que esté dispuesto a recibirlas y usarlas. ¡Oh, todo el cielo está lleno de tu gracia y tu perdón, que podemos recibir en abundancia si solamente acudimos a ti, nos arrepentimos y nos convertimos!SE1 331.1

    »Mi Señor y mi Dios, te pido que lleves a cabo la reforma que se ha de hacer en este lugar, y la reforma que se ha de hacer en los diferentes lugares de reunión en esta comunidad. Permite que se manifieste tu salvación. Mi Salvador, mi Salvador, tú estás invitando. Tú estás esperando que vengan, para que puedas decir: “Tus pecados te son perdonados, vete y no peques más”. Que el poder sanador de Dios descienda sobre el cuerpo y el alma. Padre mío, Padre mío, te pido por amor de Cristo que entres en medio nuestro y quebrantes el terrible poder de las tinieblas, y que liberes a las almas, y que tu bendito nombre reciba toda la gloria. Amén”.SE1 331.2

    A medida que la congregación se levantó, la hermana White dijo: «Cantemos: Jesus Lover of my Soul (Alabanzas sin cesar)». Canten de todo corazón. Bendición.SE1 331.3

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