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Mensajera del Señor

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    Los escritos de Elena de White son primariamente para la iglesia

    En la página 112 de este libro hemos notado cómo Elena de White y los ayudantes editoriales que ella había designado modificaban sus escritos cuando se los imprimía para el público en general. ¿Por qué? Para no dar causa de ofensa a los que oyesen o leyesen por primera vez las verdades distintivas del Evangelio. Esta práctica reflejaba el principio de Pablo de llegar a la gente donde ellos se encuentran (1 Cbr. 9:21-23). Cuando los primeros escritos de Elena de White se reimprimían para el público en general, se quitaban las referencias a las visiones. Cuando resultó obvio que un libro como El conflicto de los siglos debía venderse al público en general, y especialmente en Europa, se hicieron modificaciones. Por ejemplo, en la edición de 1888 de dicho libro ciertas referencias que suponían un conocimiento de la historia millerita se expandieron para los lectores del campo mundial.MDS 176.2

    Otra recomendación que Elena de White dio a sus colaboradores fue que los ministros no debían usar sus escritos en reuniones evangelísticas para “sostener sus posiciones”. Para ella, como también para todos los adventistas, la Biblia debe permanecer “en primer lugar” al establecer los puntos principales del “evangelio eterno” (Apoc. 14:6). “Que nadie sea educado a mirar a la Hna. White, sino a Dios poderoso que da las instrucciones a la Hna. White”. 50Carta 11,1894, citada en Mensajes selectos, t. 3, p. 31-32.MDS 176.3

    En el primero de sus Testimonios ella amonestó a los creyentes ano tomar un “curso de acción imprudente” al hablarles a los incrédulos y leerles de una visión “en vez de ir a la Biblia en busca de una prueba”. ¿Por qué? La Sra. White vio que “este proceder era inconsecuente y despertaba en los incrédulos prejuicios contra la verdad. Las visiones no pueden tener peso alguno para aquellos que nunca las han visto y que no saben nada de su espiritu. En tales casos no debería aludirse a ellas”. 51Testimonies, t.1, pp. 119-120.MDS 176.4

    Este principio de adaptarse52 Ver George Reid, “Is the Bible Our Final Authority?”, Ministry, noviembre, 1991, p. 9. al nivel de experiencia de los oyentes o lectores de uno se ilustra en el ministerio de Jesús y de Pablo. Muchas veces el Salvador quiso decirle al mundo, aun a sus discípulos, “toda” la verdad, pero ellos no estaban listos para eso: una instrucción prematura puede despertar innecesariamente resistencia y prejuicios. Aun en su enseñanza mediante parábolas a sus discípulos —aquellos que lo conocían mejor—, Jesús les enseñó sólo hasta cierto punto, “conforme a lo que podían oír” (Mar. 4:33). Y sólo horas antes de su muerte, Jesús les recordó a sus discípulos que necesitaban aprender mucho más pero que no estaban listos. “Aun tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar” (Juan 16:12).MDS 176.5

    Al proclamar el Evangelio al público en general, Jesús fue aun más cauteloso. Sobre todo, evitó ofender toda vez que fuese posible. No quería despertar prejuicios en nadie al decir algo que suscitaría innecesariamente una respuesta negativa. Los condujo de lo conocido a lo desconocido comenzando con las autoridades en quienes ellos ya confiaban, incluyendo el testimonio de la misma naturaleza. Jesús se abstuvo de dar mucho del sig- niñeado de sus parábolas cuando hablaba con el público en general, pero al estar solo con sus discípulos les explicaba las parábolas más cabalmente (Mat. 13).MDS 176.6

    Pablo tenía la cabeza y el corazón llenos para compartir el Evangelio con el mundo. Con los incrédulos, pensaba como un judío o un griego o un habitante de Listra, y les hablaba en forma atractiva y sin prejuicios, reteniendo muchas cosas que podía compartir con los creyentes (1 Cor. 9:19-22). Pero Pablo les dijo incluso a los creyentes que todavía estaban creciendo en su experiencia: “Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía” (1 Cor. 3:2).MDS 177.1

    En su carta a los Hebreos, Pablo estaba desarrollando ciertos aspectos de la encamación y por qué Jesús llegó a ser hombre. Esta información tenía mucho que ver con una comprensión más profunda del ministerio de Cristo en el santuario celestial. Pero Pablo sabía, por alguna razón que no conocemos, que sus lectores no estaban listos para las implicaciones más amplias de una verdad más avanzada acerca de Jesús: “Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Porque... tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido... El alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal” (Heb. 5:11-14).MDS 177.2

    La experiencia de Elena de White fue la misma que la de Cristo y Pablo: Tenía la verdad, hasta el punto que le ardía dentro del alma, pero no podía entregarla toda en seguida. Los maestros sólo pueden ir tan lejos como sus oyentes son capaces de compartir sus premisas básicas. Los profetas deben ser astutos y sabios en su manera de presentar la verdad revelada. Aun con creyentes que conocen algo de la obra del Espíritu Santo, los maestros y profetas deben usar el respeto cuidadoso de Pablo por el nivel de experiencia de los oyentes: sólo han de compartir la verdad cuando sus destinatarios sean “capaces” de recibirla.MDS 177.3

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