Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents

Mensajera del Señor

 - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Dijo poco sobre algunos temas

    Sobre algunos temas ella dijo muy poco. Tenemos relativamente pocas declaraciones sobre seguros de vida, 9Joyas de los testimonios, t. 1, pp. 176-177. Para comprender esta declaración debemos también emplear la “regla hermenéutica número dos”. y sólo una sobre el anillo de casamiento.10Testimonios para los ministros, pp. 180-181 (1892). Sus comentarios sobre dos “resurrecciones especiales” son breves; ella menciona una resurrección especial de algunos en la mañana de la resurrección de Cristo 11El Deseado de todas las gentes, pp. 728-731,772-775; Primeros escritos, pp. 183-185, 208; El conflicto de los siglos, pp. 20,725; Mensajes selectos, t.1, pp. 358-361. y otra inmediatamente antes de la segunda venida de Cristo.12Primeros escritos, p. 285; El conflicto de los siglos, pp. 694695.MDS 395.3

    Sobre algunos temas ella escribió en forma abundante, temas como Jesucristo, el Espíritu Santo, la fe y la cooperación divino-humana.MDS 395.4

    Ciertos temas han causado frecuentemente desacuerdos innecesarios dentro de la iglesia porque los estudiantes no aplicaron esta primera regla de hermenéutica. Por ejemplo, declaraciones tales como la de que “no debieran colocarse huevos sobre su mesa” debieran balancearse con otras declaraciones que ha escrito Elena de White concerniente a los huevos y a su principio de una comprensión “paso a paso”, gradual, de la verdad (ver pp. 282, 310-311). 13Testimonies, t. 2, pp. 362,400. Note algunas declaraciones útiles en Joyas de los testimonios, t. 3, pp. 138-139,361-362; El ministerio de curación, pp. 246-247.MDS 395.5

    Otros temas de los escritos de Elena de White que se benefician con un uso ecuánime de esta primera regla hermenéutica incluyen la vestimenta apropiada, la observancia del sábado y el aconsejamiento. Teológicamente, hay sabiduría en seguir esta primera regla cuando uno estudia temas tales como la expiación, la naturaleza de Cristo, la naturaleza del pecado, cómo es castigado el pecado, y la relación entre la “lluvia tardía” y la segunda venida. Varios de estos temas han polarizado a los adventistas porque algunos les asignan más valor a expresiones que aparecen en una carta personal que a la instrucción general de un libro, o a un párrafo sacado de su contexto que parece desafiar capítulos enteros de un libro publicado.14“Si usted desea saber lo que el Señor ha revelado mediante ella, lea sus obras publicadas”. — Testimonies, t. 5, p. 696. Ver George Knight, Reading Ellen White, pp. 121-123.MDS 395.6

    Regla Dos:Cada declaración debe entenderse dentro de su contexto histórico. Deben estudiarse el tiempo, el lugar y las circunstancias bajo las cuales se hizo esa declaración a fin de comprender su significado.MDS 395.7

    Aunque esta regla parece obvia, yace a la raíz de muchos desacuerdos profundos. En un tiempo de comunicaciones publicitarias breves y selectivas, casi todos los que están bajo el ojo público han sido mal entendidos porque sus declaraciones se han sacado de contexto. Cuán a menudo se oye decir a una persona que ha sido citada erróneamente, “¡Pero eso no es lo que yo quise decir!” O, “Yo dije eso, ¡pero no incluyeron todo lo que yo dije!”MDS 395.8

    Si viviera hoy, Elena de White podría decir a menudo, “¡Pero eso no es lo que yo quise decir!” “Sí, yo dije eso, ¡pero ellos no incluyeron todo lo que dije!” Notemos tres ocasiones en las que ella recalcó la importancia de esta segunda regla de hermenéutica.MDS 395.9

    En 1875 indicó que aquello “que en un tiempo podía realmente decirse de algunos individuos puede no ser correcto decirlo en otro tiempo”.15Testimonies, t. 3, p. 471. ¿Por qué dijo esto? Porque estaba siendo criticada por su respaldo a ciertos dirigentes que más tarde cayeron en desgracia o apostataron.MDS 395.10

    En 1904 ella apeló al hecho de que “Dios quiere... que razonemos con sentido común. Las circunstancias alteran las condiciones. Las circunstancias cambian la relación de las cosas”. 16Mensajes selectos, t. 3, p. 247. Ver p. 345. MDS 395.11

    En 1911 ella hizo hincapié en que “acerca de los testimonios, nada es ignorado, nada es puesto a un lado. Sin embargo, deben tomarse en cuenta el tiempo y el lugar”. 17Id,t. l,p. 65. MDS 395.12

    Aquí tenemos tres categorías fundamentales: tiempo, lugar y circunstancias; todas ellas deben considerarse cuando uno procura entender el significado de cualquier declaración. Estas categorías no son sinónimas.MDS 395.13

    Tiempo. Algunas declaraciones de Elena de White necesitan entenderse teniendo en cuenta cuándo ella las hizo. Por ejemplo, el 16 de enero de 1898 escribió: “Todavía estamos en el tiempo de gracia”. 18The Upward Look, p. 30. ¿Serán estas palabras siempre ciertas? Obviamente no. Llegará la hora cuando cesará el tiempo de gracia (Dan. 12:1; Apoc. 22:11). En la actualidad sabemos que ciertos eventos todavía yacen en el futuro, por ejemplo, la creación de la imagen de la bestia (Apoc. 13), la imposición de la ley dominical, el gran terremoto final, etc. Por lo tanto, por el momento “todavía estamos en el tiempo de gracia”.MDS 396.1

    ¿Qué diremos de las siguientes declaraciones? “La voz desde Battle Creek, que ha sido considerada como autoridad para aconsejar de qué manera debiera hacerse la obra, ya no es más la voz de Dios”.19Carta 4,1896, citada en MR, t.17, pp. 185-186 (1896), “Han pasado algunos años desde que he considerado a la Asociación General como la voz de Dios”. 20 Carta 77,1898, citada en Id, p. 216 (1898).MDS 396.2

    Pero en 1875 Elena de White escribió respecto a la Asociación General en sesión: “Cuando la Asociación General, que es la autoridad más elevada que Dios tiene sobre la tierra, pronuncia su decisión, la independencia y la opinión personales no deben mantenerse, sino que hay que renunciar a ellas”. 21Testimonies, t. 3, p. 492. MDS 396.3

    ¿Por qué la diferencia en su posición? Durante las postrimerías de las décadas de 1880 y 1890, como lo muestran los registros en sus cartas y sermones, Elena de White no podía aprobar algunos de los procedimientos de los oficiales de la Asociación General. El l.°de abril de 1901, el día anterior a que se abriese la sesión de la Asociación General, ella dijo estas palabras: “Lo que ha acarreado su actual desconcierto a la causa de Dios es el hecho de que se ha trabajado en base a principios equivocados. La gente ha perdido confianza en aquellos que administran la obra. Sin embargo oímos que la voz de la Asociación [General] es la voz de Dios. Cada vez que he oído esto, he pensado que era casi una blasfemia. La voz de la Asociación General debería ser la voz de Dios, pero no lo es”. 22 Manuscrito 37, 1901, citado en Sermons and Talks, t. 2, pp. 159-160. Ver también George E. Rice, “The Church: Voice of God?”, Ministry, diciembre, 1987, pp. 4-6. Obviamente, los tiempos habían cambiado y sus observaciones cambiaron consecuentemente.MDS 396.4

    Pero ese congreso de la Asociación General de 1901 hizo cambios significativos en los reglamentos y el personal. Elena de White se sintió satisfecha. Sólo dos meses después de los cambios, ella se dio cuenta que su hijo Edson estaba citando algunas de sus declaraciones anteriores al congreso de 1901 y aplicándolas al nuevo período, posterior al congreso de 1901. Los tiempos habían cambiado y las declaraciones de la década de 1890 ya no se aplicaban más. Ella le escribió a Edson: “Tu curso de acción hubiera sido el curso a seguir si no se hubiesen hecho cambios en [el congreso] de l a Asociación General [1901]. Pero se ha hecho un cambio y se harán muchos cambios más [en 1903 fueron hechos muchos más] y se verán [aún] grandes progresos. No deben forzarse los asuntos... Me duele pensar que estás usando palabras que escribí antes del congreso”. 23 Carta 54,1901, citada en MR, t.19, pp. 146-148.MDS 396.5

    En 1909 Elena de White estaba claramente en la disposición posterior a 1901 cuando escribió: “Dios ordenó que tengan autoridad los representantes de su iglesia de todas partes de la tierra, cuando están reunidos en el congreso de la Asociación General”. 24Joyas de los testimonios, t. 3, pp. 408-409. En resumen, cuando hablamos de la autoridad de la Asociación General y de varias declaraciones de Elena de White, debiéramos determinar inmediatamente cuándo se hicieron las declaraciones y bajo qué condiciones.MDS 396.6

    Lugar. Algunas declaraciones pueden ser ciertas para una persona o grupo mientras que al mismo tiempo pueden no serio para otra persona o grupo. Jaime White habló acerca de esta dificultad cuando dos grupos, en lugares diferentes, leían admoniciones de su esposa: “Ella trabaja en esta situación desventajosa... dirige fuertes llamados a la gente que conmueven profundamente a unos pocos, quienes toman posiciones firmes y se van a los extremos. Luego, para salvar la causa de la ruina como consecuencia de estos extremos, ella se ve obligada a reprender a los extremistas en una manera pública. Esto es mejor que permitir que las cosas se desmoronen; pero la influencia de ir a los extremos y de los reproches es terrible para la causa, y coloca sobre la Sra. White una triple carga. He aquí la dificultad: lo que ella pudiera decir para urgir a los lentos es tomado por los rápidos para instarlos a ir más allá de lo co- rrecto. Y lo que ella pudiese decir para advertir a los rápidos, celosos, incautos, es tomado por los lentos como una excusa para quedarse demasiado rezagados”.25Review and Herald, 17 de marzo, 1868. MDS 396.7

    La consideración del “lugar” ayudará a aquellos que han estado confundidos en cuanto a si debieran citarse en público los escritos de Elena de White. En una ocasión la Sra. White escribió que “las palabras de la Biblia, y de la Biblia sola, deben oírse desde el púlpito”.26Profetas y reyes, p. 461. En otras dos ocasiones escribió: “En el trabajo público no hagáis prominente ni citéis lo que la Hna. White ha escrito”. 27Mensajes selectos, t. 3, p. 31. “Los testimonios de la Hna. White no deben ser presentados en primera línea. La Palabra de Dios es la norma infalible”. 28El evangelismo, p. 190.MDS 397.1

    ¿Prohíben estas declaraciones a los ministros que citen públicamente los escritos de Elena de White, especialmente en un servicio de iglesia? La primera cita habla al mundo cristiano en general, y compara “una religión imaginaria, una religión de palabras y formas” con “las palabras de la Biblia y de la Biblia sola, [las cuales 1 deben oírse desde el pulpito”. Toda la página (el contexto) recalca que “aquellos que sólo han oído de tradiciones, teorías y máximas humanas, [debieran] oír la voz de Aquel que puede renovar el alma para vida eterna”.MDS 397.2

    Las siguientes dos citas se dirigen a evangelistas adventistas, quienes debieran probar sus doctrinas en base a la Biblia y no en base a los escritas de la Sra. White. La segunda razón para esta advertencia es obvia: aquellos que no están relacionados con la autoridad de Elena de White no serán persuadidos por sus declaraciones, y podrían reaccionar negativamente.29 En el primer testimonio de Elena de White a la iglesia, ella escribió: “Algunos habían asumido una conducta imprudente, cuando al hablar de su fe a los incrédulos habían leído en mis escritos la prueba que se les había pedido, en vez de acudir a la Biblia para obtenerla. Me fue mostrado que esta conducta era inconsecuente y que llenaría a los incrédulos de prejuicios contra la verdad. Los Testimonios no pueden tener valor para aquellos que no saben nada de su espíritu. No debe hacerse referencia a ellos en tales casos”. — Joyas de los testimonios, t. 2, pp. 284-285. Ver también Testimonies, t. 1, pp. 119-120. En resumen, la Sra. White nunca dijo que sus escritos no debieran citarse en el púlpito de la Iglesia Adventista.MDS 397.3

    La prueba del lugar es especialmente importante cuando se hacen compilaciones de pensamientos de Elena de White sobre temas escogidos. Un incidente ocurrido a comienzos de la década de 1890 demuestra el problema de aplicar erróneamente testimonios dados a una persona para un propósito particular. La Sra. White, escribiendo desde Australia, le dirigió una carta a A. W. Stanton en Battle Creek, un hombre que había tomado la posición de que la Iglesia Adventista del Séptimo Día es Babilonia. Ella incluyó esa carta en artículos impresos en la revista de la iglesia. 30Review and Herald, 22 de agosto a 12 de septiembre, 1893. Ver p. 231.MDS 397.4

    En su panfleto de 50 páginas, “The Loud Cry of the Third Angel’s Message” (El Fuerte Clamor del Mensaje del Tercer Angel), Stanton citó profusamente de las reprensiones de Elena de White a la iglesia, y extrajo la conclusión de que esos testimonios constituían el rechazo de Dios de la iglesia organizada. Declaró que aquellos que terminaran la obra de Dios en la tierra debían separarse de la Iglesia Adventista, la que se ha convertido en Babilonia. Elaboró su argumentación ensartando comentarios mal aplicados de Elena de White e incluyendo una carta personal que fue usada fuera de contexto.MDS 397.5

    La Sra. White replicó que Stanton había aplicado “erróneamente [una carta personal enviada a otra persona para un propósito particular], como muchos hacen con los textos de la Escritura, para perjuicio de su propia alma y de las almas de los demás... Al utilizar una carta particular enviada a otra persona, el Hno. S. ha hecho un mal uso de los bondadosos esfuerzos de alguien que deseaba ayudarlo”.MDS 397.6

    Además, ella reconoció que sus declaraciones erróneamente citadas podrían aparentemente respaldar las conclusiones de Stanton. Sin embargo, “aquellos que toman ciertas partes, simplemente para sostener alguna teoría o idea de su propia factura, para defender su conducta errónea, no serán bendecidos y beneficiados por lo que enseñen”.31Testimonios para los ministros, pp. 32-62.MDS 397.7

    Este incidente de Stanton y la respuesta de Elena de White (que resolvió el asunto para los miembros de iglesia) nos provee un ejemplo histórico de cuán dañina y engañosa puede ser una compilación de escritos meritorios cuando no se tienen en cuenta el tiempo y el lugar.32“Muchos hombres toman los testimonios que el Señor ha dado y los aplican como suponen que debieran ser aplicados, extrayendo una cláusula aquí y otra allí, sacándola de su contexto adecuado y aplicándola de acuerdo con sus ideas. Así quedan perplejas las pobres almas, cuando podrían leer a fin de que en todo lo que ha sido dado pudieran ver la verdadera aplicación y no se confundieran... Los informes vuelan de uno a otro acerca de lo que la Hna. White ha dicho. Cada vez que se repite el informe, se agranda. Si la Hna. White tiene algo que decir, dígalo ella. No se pide a nadie que sea portavoz de la Hna. White... Por favor, dejad que la Hna. White dé su propio mensaje”. —Mensajes selectos, t.1, p. 50. “Aquellos que no están caminando en la luz del mensaje, pueden reunir declaraciones de entre mis escritos que sucede que les agradan y que armonizan con su juicio humano, y, al separar estas declaraciones de su contexto y colocarlas junto a razonamientos humanos, ha cen que parezca que mis escritos aprueban lo que los mismos condenan”. —Carta 208, 1906, citada en Arthur White, Messenger to the Remnant, p. 86.MDS 397.8

    Regla Tres:Debe reconocerse el principio implícito de cada declaración de consejo o instrucción a fin de comprender su relevancia para quienes viven en tiempos o lugares diferentes.MDS 397.9

    Siempre que hablan los profetas, comunican la verdad como un principio o como una norma o regla. Los principios son universales, en el sentido de que se aplican a hombres y mujeres en todas partes; son eternos, en el sentido de que siempre son relevantes, siempre se pueden aplicar.MDS 397.10

    Las normas o reglamentos, sin embargo, son la aplicación oportuna de principios eternos, universales. Los principios nunca cambian pero las normas sí, dependiendo de las circunstancias. De ese modo las normas pueden aplicar un principio en una manera que el profeta nunca había previsto.33 Ver p. 34. MDS 398.1

    Elena de White estaba bien consciente de la diferencia entre principios universales y normas o reglas que están determinadas por circunstancias cambiantes: “Aquello que puede decirse de los hombres bajo ciertas circunstancias, no se puede decir de ellos bajo otras circunstancias”.34Testimonies, t. 3, p. 470. Sus contemporáneos reconocían que la Sra. White apelaba a la inteligencia de sus lectores más a menudo citando principios que dando respuestas detalladas a asuntos locales. 35 En una carta personal, W. C. White le informó a A. O. Tait en cuanto a una reunión de un comité de Unión a la cual estaba invitada su madre. White notó cómo ellos apuraban el transcurso de la discusión a fin de escuchar a Elena de White: “Como ustedes saben muy bien, mi madre raramente contesta tales preguntas directamente; pero ella procura sentar los principios y poner sobre el tapete hechos que le han sido presentados que nos ayudarán a fin de estudiar inteligentemente el tema y arribar a una conclusión correcta”. —Citada en Arthur White, The Ellen G. White Writings, pp. 165-166.MDS 398.2

    El comprender la diferencia básica entre principios y normas le ayudará a uno a evitar el uso incorrecto tanto de la Biblia como de los escritos de Elena de White. Los siguientes asuntos ilustran la necesidad de colocar el consejo de la Sra. White en el contexto del tiempo, del lugar y de las circunstancias.MDS 398.3

    Enseñar a las niñas a enjaezar y guiar un caballo. Al bosquejar el currículum de una escuela, Elena de White escribió que “si las niñas... pudiesen aprender a enjaezar y guiar un caballo, manejar el serrucho y el martillo, lo mismo que el rastrillo y la azada, estarían mejor preparadas para hacer frente a las emergencias de la vida”.36La educación, pp. 212-213. ¿Es éste un principio o una norma? Obviamente, el principio es claro: las niñas debieran estar “preparadas para hacer frente a las emergencias de la vida”.MDS 398.4

    Cuando se dio este consejo en los primeros años del siglo XX, la mayoría de los norteamericanos vivían todavía en granjas. Por muchas razones prácticas, incluso la de seguridad. las niñas podían aplicar mejor este principio al aprender cómo “enjaezar y guiar un caballo”, y no dejarles estas cosas sólo a los varones. En la actualidad, el principio sería practicado mejor en la escuela secundaria o el colegio mediante cursos en automecánica y en cómo conducir vehículos.MDS 398.5

    Edad para ingresar en la escuela. En 1872 Elena de White escribió su primer libro importante sobre la educación cristiana.37Testimonies, t. 3, pp. 131-160; Joyas de los testimonios, t. 1, pp. 314-318; Fundamentals of Christian Education, pp. 15 46. Respecto a la edad cuando los estudiantes debieran comenzar a ir a la escuela, el la dijo: “Los padres debieran ser los únicos maestros de sus hijos hasta que éstos hayan alcanzado la edad de ocho o diez años... La única aula de clases para niños de ocho a diez años de edad debiera ser al aire libre en medio de las flores que se abren y de las hermosas escenas de la naturaleza”. 38Id, p. 137. MDS 398.6

    Durante treinta años este consejo fue la regla para las escuelas primarias adventistas en general. En 1904 se reunió la junta escolar local de la Iglesia de St. Helena, California, con Elena de White presente, para discutir el asunto de Ja edad de ingreso en la escuela. 39En Mensajes selectos, t. 3, pp. 244-258 se encuentra un informe palabra por palabra de la participación de Elena de White en la discusión de la junta escolar. Los principios emergieron rápidamente: (1) Los niños difieren en su desarrollo; (2) idealmente, los padres debieran ser los maestros de sus hijos durante los primeros años, hasta que tengan 8 a 10 años de edad (reconociendo así diferencias en el desarrollo del niño);MDS 398.7

    (3) si los padres no son capaces de enseñar y controlar a sus hijos debidamente, sería mejor para los niños que aprendiesen bajo un maestro que les enseñase disciplina como también los estudios propios de su edad; (4) si ambos padres están empleados fuera de la casa, sería mejor que sus hijos fueran colocados en el ambiente controlado del aula de clases en vez de quedar en una casa vacía; (5) por causa de la reputación del Sanatorio de St. Helena sería beneficioso para todos que no se observase a los niños durante el día como “vagabundos, sin nada que hacer, haciendo travesuras, y todas estas cosas”.MDS 398.8

    De modo que sobre la base del principio, desde el punto de vista de qué es lo mejor para los niños y para su influencia sobre la reputación del sanatorio, se cambiaron las reglas y se hicieron arreglos para que se aceptaran estudiantes de menor edad en la escuela de la Iglesia de St. Helena.MDS 398.9

    La manía de las bicicletas. A comienzos del siglo XX, “el pueblo norteamericano estaba arrebatado por una pasión absorbente que les dejaba con poco tiempo o dinero para cualquier otra cosa... ¿Cuál era esta distracción nueva e importante? Para una respuesta, los comerciantes sólo tenían que mirar por la ventana y observar a sus clientes de otros tiempos que pasaban zumbando. Norteamérica había descubierto la bicicleta y todos estaban sacando el máximo provecho de la nueva libertad que esta traía... La bicicleta comenzó como el juguete de un hombre rico. La primera bicicleta y de la mejor calidad costaba $150, una inversión comparable al costo de un automóvil en la actualidad... Cada miembro de la familia quería una ‘rueda’, y los ahorros de toda la familia se usaban a menudo en suplir la demanda”. 40Reader’s Digest, diciembre, 1951. Ver George Knight, Reading Ellen White, pp. 100-102. MDS 398.10

    Con ese marco de fondo podremos comprender mejor el consejo de Elena de White en aquel tiempo cuando escribió que “habrá que dar cuenta del dinero invertido en bicicletas, vestidos y otras cosas innecesarias”. 41Testimonios para los ministros, p. 398. Ella fue más allá del principio del costo exorbitante; advirtió en cuanto al espíritu de competencia “fascinante” y al deseo de “ser el más grande”. 42Testimonies,t. 8, pp 51-52 MDS 399.1

    Por lo tanto, su norma sobre las bicicletas (la cual, si se la coloca dentro del contexto de hoy día, puede parecer excéntrica, aun ridicula) se basaba en principios bíblicos inequívocos. El uso sabio y equilibrado de fondos y el evitar el espíritu competitivo son principios que debieran gravitar sobre las decisiones en todos los tiempos. Si la Sra. White viviera en la actualidad, ella podría aplicar el principio de ser responsable en la manera en que se gasta el dinero en artículos de lujo, automóviles, equipos deportivos, artefactos electrónicos o en ropa.MDS 399.2

    Deportes. Desafortunadamente algunos han extractado algunas de las declaraciones de Elena de White sobre los deportes sin mantener el sentido de equilibrio que ella tenía. En 1895 ella advirtió a los estudiantes que al “sumirse en diversiones, juegos de competencia, actuaciones pugilísticas”, estaban declarando “al mundo que Dios no era su líder. Todo esto provocaba la amonestación de Dios”. Sin embargo, la siguiente oración, a menudo no citada, revela su sentido común: “Lo que me preocupa ahora es el peligro de ir a los extremos en el otro lado”. 43Fundamentals of Christian Educación, p. 378. MDS 399.3

    Por ejemplo, descartar totalmente los deportes sería no entender el punto de vista de la Sra. White. A comienzos de la década de 1870 ella aconsejó a los padres y maestros que debían acercarse a sus hijos y estudiantes, y que si “manifestasen interés en todos sus esfuerzos, y aun en sus juegos [deportes], siendo a veces niños entre los niños, podrían hacer muy felices a éstos y conquistarían su amor y su confianza”. 44Id., p. 18. Ver también Joyas de los testimonios, t.1, p. 318. MDS 399.4

    En otra ocasión Elena de White escribió que no condenaba “el ejercicio sencillo del juego de pelota”. Lo que la preocupaba era que el jugar a la pelota, y los deportes en general, pudieran llevarse “a la exageración”. Tras esta declaración ella explicó qué quería decir con caer en la exageración. 45El hogar adventista, p. 453.MDS 399.5

    La lección que debiera aprenderse aquí, al igual que en otros temas que a menudo polarizan a los lectores de los escritos de Elena de White, es que debiera leerse la gama completa de los pensamientos de ella sobre un tema determinado a fin de captar su perspectiva.MDS 399.6

    La carne como alimento. Hemos estudiado anteriormente los principios de salud de Elena de White y la aplicación que ella hizo de estos principios.46 Ver pp. 310-311. Aquí recalcaremos nuevamente cómo ella, que estaba muriendo de tuberculosis a los 17 años, siguió viviendo hasta sobrevivir a sus contemporáneos después de una existencia notablemente rigurosa. Uno de sus secretos públicos era el hecho de que distinguía entre principios y reglas.MDS 399.7

    De los muchos ejemplos disponibles, notemos nuevamente cómo ella se relacionó con los alimentos con carne, la parte de su dieta que más disfrutaba cuando era joven. En el capítulo 27 vimos cómo ella abrazó el mensaje de salud cuando le fue dado en 1863, partes del cual censuraban directamente sus hábitos y gustos personales. También notamos cómo ella se desvió ocasionalmente de su práctica habitual de abstenerse de comida con carne. Sin embargo, en 1870 sostuvo que siempre había actuado de acuerdo a los principios desde que recibiera la visión de salud en 1863: “No he cambiado ni un ápice mi curso de vida desde que adopté la reforma pro salud. No he retrocedido un paso desde que la luz del cielo sobre este tema brilló por primera vez en mi camino... Dejé esas cosas por principio. Y desde ese tiempo, hermanos, no me han oído promover un punto de vista extremo de la reforma pro salud del que [luego] tuviera que retractarme. No he abogado en favor de nada sino aquello que hoy sostengo”.47Testimonies, t. 2, pp. 371-372. “Presento estos asuntos ante el pueblo insistiendo sobre los principios generales”. — Consejos sobre el régimen alimenticio, p. 593 (1897). En 1904, a la edad de 76 años, ella dijo que tenía mejor salud que “en mis días juveniles“, atribuyendo su mejoramiento a “los principios de la reforma pro salud”. — Id, p. 578. En 1908 ella respondió a quienes estaban declarando que ella no había estado siguiendo los principios de la reforma pro salud “como los he presentado con mi pluma”. Francamente escribió: “Por todo lo que yo sepa, no me he apartado de esos principios”. — Id., pp. 590-591,593. Ver Review and Herald,17 de marzo, 1868, donde aparece un artículo editorial de Jaime White en el que se dirigió a aquellos que eran más rígidos con los principios de salud que lo que deberían haber sido. Uno de los problemas que provocó el editorial fue el virtual modelo de la inspiración verbal que condujo a algunos lectores a su posición supercrítica.MDS 399.8

    ¿Cuáles eran los principios básicos de la reforma pro salud que Elena de White creía que había seguido fielmente? (1) Hacer lo mejor que uno pueda bajo circunstancias que puedan hallarse más allá del control de uno.MDS 400.1

    (2) Evitar todo lo que es dañino, como ser el alcohol, el tabaco y las drogas. (3) Usar juiciosamente lo que es saludable; ejercer dominio propio. (4) No trabar ninguna línea precisa en la dieta pretendiendo que todos deben seguirla, porque no todos tienen las mismas necesidades físicas u oportunidades para encontrar el mejor alimento. (5) Seguir los principios de salud para mejorar la mente de uno con propósitos espirituales, no para granjearse la aceptación de Dios (legalismo). Y (6), razonar de causa a efecto.MDS 400.2

    Las normas o reglas de la reforma pro salud son elecciones que emanan de esos principios. Si el vegetarianismo fuera un principio, entonces tendríamos un problema con la orden de Dios a los israelitas de que comiesen el cordero pascual. También nos preguntaríamos por qué él distinguió entre carnes limpias e inmundas. ¿Y qué haríamos con la práctica de nuestro Señor de comer con sus discípulos el cordero pascual, al igual que pescado fresco?MDS 400.3

    El vegetarianismo es una regla, una regla sabia, que está siendo reafirmada constantemente en los laboratorios científicos del mundo, como también a través de los estudios epidemiológicos que muestran la diferencia impresionante en la incidencia de enfermedades entre los vegetarianos y los consumidores de alimentos con carne.48 Ver pp. 322-324. El deber del cristiano es comer aquello “que es más nutritivo”, dejando a cada persona que aplique este principio haciendo decisiones sobre la base del “deber conocido” 49Joyas de los testimonios, t. 3, p. 363. Mensajes selectos, t.1, p. 464. A veces surgen situaciones de emergencia y uno se ve forzado a elegir lo bueno en vez de lo mejor, o incluso un mal menor para evitar un mal mayor. Aun que el principio permanece, la regla o aplicación puede cambiar con las circunstancias.MDS 400.4

    El galanteo en la escuela. Algunas personas entienden mal el consejo de Elena de White respecto a galantear o noviar durante los años escolares. No tienen en cuenta la edad de los estudiantes involucrados. Parte de la instrucción fue dada especialmente para el campus de Avondale donde muchos de los estudiantes todavía estaban en la escuela secundaria: “Hemos trabajado fuertemente para tener a raya en la escuela todo lo que sea favoritismo, lazos afectivos y galanteo. Les hemos dicho a los estudiantes que no permitiríamos que la primera hebra de esto se entretejiese con su trabajo escolar. Sobre este punto somos tan firmes como una roca”. 50MR, t. 8, p. 256.MDS 400.5

    Parte de su preocupación estaba dirigida a los estudiantes del Colegio de Battle Creek, donde también había una mezcla de alumnos de escuela secundaria y de colegio: “Los estudiantes no son enviados aquí para formar vínculos afectivos, para entregarse a flirteos o galanteos, sino para obtener una educación. Si se les permitiera seguir sus propias inclinaciones al respecto, el colegio pronto se desmoralizaría. Varios han usado sus preciosos días escolares en flirteos y galanteos furtivos, pese a la vigilancia de profesores y maestros”.51Testimonies, t. 4 p. 432; ver también Joyas de los testimonios, 1.1, p. 540 y Testimonies, t. 5, p. 109.MDS 400.6

    ¿Habría dado Elena de White el mismo consejo en relación con estudiantes mayores, más maduros? ¿Dónde encontrarían sus compañeros para la vida los jóvenes cristianos si no fuera en el ambiente de un campus cristiano en donde se promueven ideales adventistas? En varias ocasiones ella expuso los principios que debieran guiar a los jóvenes y al programa escolar en el área del cortejeo cristiano. Por ejemplo: “En todo trato con los estudiantes, debemos tener en cuenta la edad y el carácter. No podemos tratar exactamente igual a los jóvenes y a los viejos. En ciertas circunstancias, hombres y mujeres de sana experiencia y buena conducta pueden recibir algunos privilegios que no se darían a los estudiantes más jóvenes. La edad, las condiciones y la disposición mental deben tomarse en cuenta. Debemos ser sabiamente considerados en todo lo que hacemos. Pero no debe- mos disminuir nuestra firmeza y vigilancia al tratar con los estudiantes de todas las edades, ni nuestra severidad al prohibir el trato sin provecho e imprudente de los alumnos jóvenes y poco maduros”. 52Consejos para los maestros, pp. 97-98. Ver Moon, W. C. White and Ellen G. White, p. 359.MDS 400.7

    Regla Cuatro: Debemos usar el sentido común y una razón santificada cuando analizamos la diferencia entre principios y normas o reglas.MDS 401.1

    Durante los comentarios que hizo Elena de White en la reunión de la junta de la escuela de St. Helena en 1904, ella destacó nuevamente un principio de hermenéutica que les ayudaría a ellos y a otros al tratar de aplicar los principios a las reglas. Notó que miembros de iglesia estaban tomando sus palabras en forma legalista, irreflexiva: “La Hna. White ha dicho tal y tal cosa, y la Hna. White ha dicho esto y aquello, y por lo tanto vamos a proceder como ella dijo”.MDS 401.2

    He aquí su respuesta: “Dios quiere que tengamos sentido común, y que razonemos con sentido común. Las circunstancias alteran las condiciones. Las circunstancias cambian la relación de las cosas”.53Mensajes selectos, t 3, p. 247. Ver p. 395.MDS 401.3

    El cristianismo es una religión razonable. Dios implantó dentro de los seres humanos no sólo la capacidad de responder a su gracia (y la de no responder) sino también la capacidad de razonar de causa a efecto. En muchas ocasiones Elena de White dijo: “Dios nos ha dado facultades que debemos usar, desarrollar y fortalecer por medio de la educación. Deberíamos razonar y reflexionar, distinguiendo cuidadosamente la relación que existe entre la causa y el efecto. Cuando esto se pone en práctica, habrá de parte de muchos mayor reflexión... de manera que puedan cumplir plenamente el propósito que tuvo Dios al crearlos”. 54Mente, carácter y personalidad, t. 2, p. 451.MDS 401.4

    Ella no hizo de la razón el árbitro final de lo correcto e incorrecto. La razón, para ella, es la capacidad de comprender el carácter razonable del consejo de Dios y la habilidad para reflexionar sobre los resultados de obedecer o desobedecer ese consejo. Ella describió esta relación entre la voluntad de Dios y las facultades de razonamiento del hombre: “Debemos guiamos por la teología verdadera y el sentido común”.55Id, t. 1, p. 152. Para ella, la razón santificada y el sentido común son virtualmente sinónimos.MDS 401.5

    La razón y los extremos. Cada tema, ya sea de teología, leyes, ética, música, artes gráficas o ley constitucional, está asediado por aquellos que tienden a irse a los extremos.MDS 401.6

    Llamamos a esos grupos fariseos o sadu ceos, conservadores o liberales, literalis tas o simbolistas, indiferentes (fríos) o fanáticos (ardientes), etc. En la filosofía y la religión, llamamos a un grupo objetivistas y al otro, subjetivistas. 56Testimonies, t.1, p. 425.MDS 401.7

    La verdad (como principio) no es una especie de equilibrio entre dos errores. La verdad trasciende los errores de ambos extremos al reconocer las verdades que cada extremo quiere resguardar.57 Ver pp. 260-261. Pero la verdad no incorpora el espíritu o los errores que cada extremo sustenta. Cuando la gente reconoce el elemento de verdad que hay en quienes se les oponen, ocurre un evento notable: prevalece la paz, se produce la conciliación y se desarrolla una unidad verdadera. La verdadera unidad no es el resultado de una apelación administrativa o del voto de una junta; la unidad se basa en principios de interpretación aceptados en forma común.MDS 401.8

    Al mismo tiempo, los asuntos que tienen que ver con normas o reglas (no principios) requieren un enfoque diferente. Por ejemplo, Elena de White escribió lo siguiente al tratar con la cuestión de la vestimenta: “En estas cosas hay una posición que está en el término medio. Oh, que todos pudiéramos encontrar sabiamente esa posición y mantenerla”. Al hablar de la dieta, ella aconsejó: “Tome el camino del medio evitando todos los extremos”.58Consejos sobre el régimen alimenticio, p. 249. Los antiguos griegos hablaban a menudo de la moderación (“nada en exceso”) como la búsqueda del (“justo medio”.MDS 401.9

    Pero evitar los extremos es más que un asunto intelectual. Algunas personas pueden entender intelectualmente la relación correcta entre principio y norma, pero emocionalmente tienden a irse a los extremos. Aun cuando promueven la norma correcta, pueden ser extremadamente ardientes o fríos. Elena de White señaló acertadamente el problema de esas personas, incluso cuando la norma de las tales es correcta: “Hemos encontrado en nuestra experiencia que si Satanás no puede sujetar a las almas en el hielo de la indiferencia, tratará de empujarlas al fuego del fanatismo”. 59Testimonies, t. 5, p. 644MDS 401.10

    Un respetado teólogo adventista de una generación anterior recuerda cómo él practicó involuntariamente “el fuego del fanatismo” al aplicar uno de los principios de salud de Elena de White. Mientras vendía libros religiosos en su juventud, M. L. Andreasen vivía en base a granola. La llevaba consigo, la mezclaba con agua y la comía dos veces por día.MDS 402.1

    Entonces alguien leyó en uno de los libros de Elena de White que la gente “comía demasiado”. Al mirar a su alrededor, encontró suficiente confirmación de esa declaración. De modo que para ser fiel a la nueva luz, redujo su ración diaria por la mitad. Algún tiempo más tarde leyó él mismo la declaración en Testimonios, t. 2, p. 374 (en inglés): “Usted come demasiado”. Eso le hizo pensar nuevamente. “¿Debería reducir su ración diaria nuevamente por la mitad?”MDS 402.2

    Entonces comprendió. Era honesto y quería hacer lo correcto, pero ahora le agradeció a Dios por “un poco de sentido común”. 60 Virginia Steinweg, Without Fear or Favor (Washington, D.C.: Review and Herald Publishing Association, 1979), pp. 53-54. MDS 402.3

    Debido a que Elena de White dijo en varias ocasiones que “dos comidas al día dan mejor resultado que tres”, 61Consejos sobre el régimen alimenticio, pp. 167,206; Testimonies, t. 4, pp. 416-417. algunas familias hicieron de esto una regla para todos, incluyendo a los que estaban en los sanatorios. En cuanto a los sanatorios ella mostró cómo vincular el principio con la regla y las circunstancias: “Si, después de suprimir la tercera comida, veis por los resultados que esto está apartando a la gente de la institución, vuestro deber es sencillo. Debemos recordar que aun cuando hay personas para quienes es mejor comer solamente dos veces, hay otras que comen livianamente en cada comida, y que sienten que necesitan algo por la tarde... [El eliminar la tercera comida puede ser] que en el caso de algunos haga más mal que bien”.62Id, p. 333. “La costumbre de comer sólo dos veces al día es reconocida generalmente como beneficiosa para la salud. Sin embargo, en algunas circunstancias habrá personas que requieran una tercera comida, que debe ser ligera y de muy fácil digestión”. — El ministerio de curación, p. 247.MDS 402.4

    En 1867 la Sra. White contestó algunas preguntas que se hacían con frecuencia respecto a la reforma pro salud. Una de las preguntas era: “¿No hay peligro que los hermanos y hermanas asuman puntos de vista extremos respecto a la reforma pro salud?” Ella contestó: “Esto puede esperarse en todas las reformas que conmueven a la gente... Es el plan de Dios que personas idóneas para el trabajo expongan la reforma pro salud en forma prudente y concienzuda, y que luego dejen que cada uno arregle el asunto con Dios y con su propia alma. Aquellos que están cabalmente calificados tienen el deber de enseñarla [la reforma pro salud] para hacer que la gente crea y obedezca y todos los demás debieran guardar silencio y ser enseñados”.63Review and Herald, 8 de octubre, 1867.MDS 402.5

    En resumen, ese cuarto principio de hermenéutica apela al sentido común al vincular el principio con la norma o regla. Esto requiere tanto solidez de pensamiento como ecuanimidad emocional. Elena de White lo dijo muy bien: “Hay personas que siempre están listas para escaparse por alguna tangente, que se entusiasman por alguna cosa extraña, llamativa y nueva; pero Dios quiere que todos actuemos con serenidad y consideración, eligiendo palabras que estén en armonía con la sustanciosa verdad para este tiempo, la que debe ser presentada a la consideración dé la mente tan libre como sea posible de lo emocional, aunque conservando el fervor y la solemnidad que le corresponden. Debemos precavemos contra los extremos, y guardamos de animar a aquellos que quisieran estar en el fuego o en el agua”. 64Testimonios para los ministros, p. 227.MDS 402.6

    Regla Cinco: Debemos estar seguros que las supuestas citas han sido realmente escritas por el autor a quien se las atribuyen.MDS 402.7

    Toda figura pública ha tenido el problema de enfrentar personas que han sido inflexibles acerca de lo que “saben” que el orador o el autor ha dicho. Lo que creen saber puede ser tan desenfrenado como la imaginación de uno, pero aún el orador o autor debe tratar de defenderse contra el error o la distorsión. Obviamente, la persona que contiende no posee la referencia de la cual “cita”. La mayoría de las veces ha obtenido su información de una tercera o cuarta mano. A menudo llamamos “declaraciones apócrifas” a estos recuerdos distorsionados y errores crasos.MDS 402.8

    Este problema acosó a Elena de White desde el comienzo de su ministerio y aun hoy en día. En declaraciones que le han sido atribuidas incorrectamente se incluyen temas como los siguientes: (1) Los habitantes de otros planetas están ahora recogiendo fruta para una parada de los redimidos en el día sábado en el viaje al cielo. (2) Ella vio a un ángel de pie junto a Uriah Smith inspirándolo mientras es- cribía Las profecías de Daniel y el Apocalipsis. (3) El Espíritu Santo es, o fue, Melquisedec.MDS 402.9

    (3) Ella designó ciertos sitios montañosos como escondites seguros en el tiempo de angustia (5) Ella nombró ciudades específicas, etc., que serían destruidas por los terremotos, incendios, inundaciones, etc., futuros. (6) Cristo volverá a medianoche. (7) Nunca debiera comerse huevos (olvidando el contexto inmediato y muchas otras declaraciones respecto a circunstancias variables). (8) Ella sería un miembro de los 144.000. (9) Una oscuridad literal cubrirá la tierra como una señal de que ha terminado el tiempo de gracia. (10) La última obra mediadora de Cristo antes de que cierre el tiempo de gracia será para niños que se han descamado de la iglesia. (11) Debiéramos vivir como si tuviéramos 1.000 años de vida por delante, y al mismo tiempo como si fuéramos a morir mañana. (12) Iglesias y asociaciones enteras apostatarán, etc. 65 Para un estudio más amplio de estas y otras ilustraciones de los “apócrifos” de Elena de White, ver Comprehensive Index to the Writings of Ellen G. White, t 3, pp. 3189-3192.MDS 403.1

    Regla Seis:Debemos conceder que los autores, incluso los profetas, aunque no se contradigan a sí mismos, pasan por el proceso de maduración, en el que la verdad se revela ante ellos sólo en forma tan rápida como son capaces de comprenderla.MDS 403.2

    Esta regla ayuda a los estudiantes que están preocupados por ciertas porciones de la vida o los escritos de un profeta que corresponden a otra categoría que la de “tiempo, lugar y circunstancias”, ya considerada anteriormente bajo la Regla Tres.MDS 403.3

    Elena de White enseñó claramente que Dios conduce a su pueblo tan rápidamente como puede recibir verdad adicional. La historia de Israel es un ejemplo espléndido de cómo obra él con las personas donde ellas están, no donde estarán en el futuro. 66 Para un estudio más extenso del principio de adaptación, ver pp. 34,282, 304,311,422. Los profetas también eran parte de este plan divino de revelar la verdad tan rápidamente como la gente está lista para ella. Ellos mismos experimentaron el proceso. Pablo no sólo sabía más acerca del plan de salvación que Joel o David, sino que experimentó la “revelación” en su propia vida.67“Necesita recalcarse y repetirse a menudo el hecho de que los misterios de la Biblia no son tales porque Dios haya tratado de encubrir la verdad, sino porque nuestra propia debilidad o ignorancia nos hace incapaces de comprender la verdad o apropiarnos de ella. La limitación no está en su propósito sino en nuestra capacidad”. — Signs of the Times, 25 de abril, 1906.MDS 403.4

    Algunos llaman a este proceso la “verdad progresiva”. El término es útil si describe el conocimiento progresivo de las verdades espirituales que experimenta una persona. Pero es defectuoso si se lo usa en el contexto de un desarrollo evolutivo que procede de la evolución del entendimiento humano a través del ensayo y el error, y mediante la tesis y la antítesis que permiten llegar a la síntesis. El método de Dios para enseñar a la raza humana implica tanto la recuperación de la verdad perdida como el descubrimiento de verdades nuevas, tan rápidamente como la gente esté lista para recibirla. Se entiende que la progresión evolutiva es el crecimiento de la humanidad desde la ignorancia hasta el conocimiento, sin ningún absoluto que colocaría valor universa] en el conocimiento. 68“En todas las edades, mediante la comunión con el cielo, Dios ha realizado su propósito para con sus hijos, desarrollando gradualmente ante sus mentes las doctrinas de la gracia... El que se coloca donde Dios puede iluminarle, alcanza, por decirlo así, desde la oscuridad parcial del alba hasta la plena luz del mediodía”. — Los hechos de los apóstoles, p. 451.MDS 403.5

    Este proceso ocurre con individuos como también con grupos de personas. La mayoría de las personas saben cómo este proceso ha estado ocurriendo en sus propias vidas. Si hemos estado creciendo en la gracia, lo que sabíamos hace diez años acerca de la voluntad de Dios para nosotros individualmente era mucho menos que lo que cada uno de nosotros sabe en la actualidad. Sin duda todos nosotros quisiéramos poder corregir lo que les dijimos a otros hace diez años, aunque en aquel entonces pensábamos que era sabio. 69“Es el propósito de Dios que las verdades de su Palabra se desplieguen siempre ante el buscador sincero”. — Signs of the Times, 25 de abril, 1906. “El [Cristo] prometió que el Espíritu Santo iluminaría a los discípulos, que la Palabra de Dios estaría siempre desenvolviéndose ante ellos. Podrían presentar sus verdades con nueva belleza”. — Palabras de vida del gran Maestro, p. 98.MDS 403.6

    Pero quizás algunos digan, “Un profeta debiera ser diferente. ¡Lo que los profetas dijeron cuando tenían veinte años no debiera necesitar ‘aclaración’ o ‘expansión’ cuando tienen cincuenta y cinco!” Este punto de vista surge al aceptar un esquema de inspiración verbal. No debemos olvidar que Dios habla a hombres y mujeres que difieren “notablemente en posición social y económica y en facultades intelectuales y espirituales”. 70El conflicto de los siglos, p. 8. Esta “notable” gama de diferencias individuales incluye la “notable” diversidad en la comprensión que una persona tiene de la verdad cuando es joven y cuando llega a los años maduros.MDS 403.7

    Aunque la esencia de la verdad permanezca la misma, las percepciones de uno se amplían. Las habilidades de comprensión y de comunicación que maduran pueden expresar el mensaje esencial en forma diferente en años posteriores. En 1906 Elena de White reflexionó sobre su experiencia de aprendizaje: “Por sesenta años he estado en comunicación con mensajeros celestiales, y he estado aprendiendo constantemente con respecto a las cosas divinas y al modo como Dios obra continuamente para atraer a las almas del error de sus caminos a la luz de Dios”.71Cada día con Dios, p. 76. Los profetas son personas humildes que han visto, hasta cierto grado, la gloria del Señor. Los profetas humildes reconocen fácilmente su deuda hacia Dios por sus nuevas perspectivas, semejantes a “la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto” (Prov. 4:18). 72“Cualquiera que examine sus palabras escritas [las de Elena Harmon/White] —yendo desde la composición infantil de sus escritos de su niñez y temprana juventud a través del período difícil de su madurez juvenil hasta las obras amenas, elocuentes y profundamente conmovedoras de sus últimos años — percibirá el firme progreso en visión y expresión, y puede recordar que ella obtuvo esas habilidades bajo la mano de Dios, no esperando indolentemente el derramamiento del Espíritu sino moviéndose bajo el impulso de ese Espíritu en el ejercicio de cada facultad de su ser”. —A. W. Spalding, Origin and History, t. l,p. 76. MDS 403.8

    El principio de crecimiento impregna toda la creación. Explica la exhortación de Publo a los corintios: “Nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Cor. 3:18). Este texto yace detrás de la regla: “Es una ley del espíritu humano que nos hacemos semejantes a lo que contemplamos”. 73Patriarcas y profetas, p. 79. De ese modo, cuanto más la joven Elena Harmon estudiaba su Biblia y oraba en busca de dirección divina mientras enfrentaba las decisiones de la vida, más llegó a ser “transformada” y “cambiada”; creció en el conocimiento del carácter de Dios y de sus caminos. 74“Mirando a Jesús obtenemos vislumbres más claras y distintas de Dios, y por la contemplación somos transformados. La bon dad, el amor por nuestros semejantes, llega a ser nuestro instinto natural”. — Palabras de vida del gran Maestro, p. 289.MDS 404.1

    Por lo tanto, al permitir que el principio del crecimiento moldee nuestro estudio de Elena de White (o de la Biblia) debiéramos esperar una comprensión más profunda [de las verdades divinas] a medida que ella comunica a otros los mensajes de Dios. Podemos observar el crecimiento de su capacidad para comunicar ideas más profundas cuando comparamos sus primeras descripciones del origen del gran conflicto en el cielo con las que aparecen en Patriarcas y profetas.75 Ver Alden Thompson, “The Theology of Ellen White: The Great Controversy Story”, Adventist Review, 31 de diciembre, 1981.MDS 404.2

    De este modo, cuando los lectores captan una perspectiva más amplia en Patriarcas y profetas (1890) que la que se encuentra en Dones espirituales [Spiritual Gifts] (1858), están reconociendo la regla hermenéutica de que un profeta crecerá en percepción espiritual, al igual que cualquier otra persona. Este crecimiento de la percepción espiritual le ayudará al profeta a expresar más claramente el mensaje que Dios desea que transmita. Este es el principio que describe mejor la experiencia de Jesús en la tierra. Lucas describió su crecimiento y maduración en su capacidad de compartir los asuntos espirituales con otros: “Y Jesús cre cía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres” (Luc. 2:52). 76 Elena de White habló reverentemente acerca del desarrollo de las facultades espirituales y mentales de Cristo: “Las facultades de su intelecto y de su cuerpo se desarrollaban gradualmente, en armonía con las leyes de la niñez... Puesto que él adquirió saber como nosotros podemos adquirirlo, su conocimiento íntimo de las Escrituras nos demuestra cuán diligentemente dedicó sus primeros años al estudio de la Palabra de Dios... Así se revelaba a Jesús el significado de la Palabra y las obras de Dios, mientras trataba de comprender la razón de las cosas que veía... Desde el primer destello de la inteligencia, estuvo constantemente creciendo en gracia espiritual y conocimiento de la verdad... La comunión con Dios por medio de la oración desarrolla las facultades mentales y morales, y las espirituales se fortalecen mientras cultivamos pensamientos relativos a las cosas espirituales”. — El Deseado de todas las gentes, pp. 49-51. MDS 404.3

    Regla Siete: En algunos casos, una persona debe comprender la experiencia de un evento, ya sea directa o indirectamente, antes de entender la verdad del evento.MDS 404.4

    Esta regla puede parecer contraria a lo que dicta un razonamiento sólido. Pero esa fue la situación cuando los apóstoles enfrentaron a un mundo incrédulo después de la resurrección de Cristo. ¿Quién les creería a menos que los apóstoles hubiesen visto la tumba vacía o hubiesen contemplado a Jesús durante los siguientes cuarenta días antes de su ascensión? En un sentido similar, los primeros adventistas a fines de la década de 1840 y a comienzos de la de 1850 “experimentaron” la conexión creciente entre las visiones sobrenaturales de Elena Harmon/White y la voz de autoridad para su comunidad en crecimiento. 77“De ese modo el proceso por el cual las inclinaciones místicas de una niña adolescente fueron reconocidas como las revelaciones de una profetisa autorizada, recibió a cada paso la ayuda de las suposiciones filosóficas implícitas de la comunidad adventista. A diferencia del profeta mormón José Smith, Elena de White no proclamó sus revelaciones ni reunió un grupo de seguidores; antes bien, tuvo una clase particular de experiencia religiosa que llegó a ser aceptada como autorizada dentro de un grupo existente. El ministerio profético de Elena de White fue un aspecto de la experiencia social adventista, no simplemente la experiencia psicológica de un individuo aislado”. — Bull y Lockhart, Seeking a Sanctuary, p. 25.MDS 404.5

    Afines de 1896, mientras estaba en Australia, la Sra. White tuvo que responder a John Bell quien estaba promoviendo un mensaje que causaba disensión respecto al tiempo cuando se cumplirían los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14. En esencia, él lo estaba colocando en el futuro. Ella escribió perspicazmente en términos que armonizaban con esta séptima regla de interpretación: “Los conceptos particulares que él sostiene son una mezcla de la verdad y el error. Si él hubiera pasado por las experiencias del pueblo de Dios a medida que él lo ha guiado durante los cuarenta años pasados, estaría mejor preparado para aplicar correctamente la Escritura. Los grandes hitos de la verdad, que nos muestran nuestro rumbo en la historia profética, deben ser cuidadosamente protegidos para que no sean demolidos y reemplazados con teorías que producirían confusión antes que luz verdadera”.MDS 404.6

    Ella terminó su respuesta de cinco páginas señalando esta séptima regla: “Se propusieron muchas teorías que tenían una apariencia de verdad, pero estaban tan mezcladas con pasajes bíblicos mal interpretados y mal aplicados, que conducían a errores peligrosos. Sabemos muy bien cómo se estableció cada rasgo de la verdad, y conocemos el sello puesto sobre la verdad por el Espíritu Santo de Dios... La dirección del Señor fue evidente, y sus revelaciones de la verdad fueron muy admirables. El Dios del cielo la estableció punto por punto. Aquello que era verdad entonces sigue siendo verdad ahora”.78Mensajes selectos, t. 2, pp. 119.MDS 404.7

    Más adelante Elena de White escribió en forma más extensa sobre este “futurismo” que se enseñaba en Australia, Nuevamente destacó el papel de la experiencia que debiera ser respetada por los adventistas: “El Señor no inducirá ahora a las mentes a que pongan de lado la verdad que el Espíritu Santo indujo a sus siervos a proclamar en el pasado... El Señor no pone sobre aquellos que no han tenido experiencia en su obra la responsabilidad de realizar una nueva exposición de las profecías que él, mediante el Espíritu Santo, ha revelado a sus siervos escogidos para que las expliquen”. 79Id., pp. 126,128; ver Id, t.1, p. 188.MDS 405.1

    Participar de la experiencia cuando la verdad es revelada se convierte en un fundamento sólido como la roca no sólo para aquellos que primeramente la experimentan sino también para quienes más tarde desean “volver a experimentarla” en su propio sistema de la verdad. La verdad, cuandoquiera se encuentre, “encaja” con la verdad previa así como la rama de un árbol “encaja” con su tronco. La verdad es coherente.MDS 405.2

    Regla Ocho:No todo lo que está en la Biblia o en los escritos de Elena de White puede entenderse a primera vista, o aun después de años de estudio.MDS 405.3

    Este pensamiento puede parecer extraño a la mente inquisitiva. Pero piense en los astrónomos y neurocirujanos (o investigadores del código genético, los especialistas en microplaquetas, etc.) que pasan toda su vida expandiendo su conocimiento, aunque sintiéndose crecientemente asombrados por lo que se abre ante ellos.MDS 405.4

    Los cristianos verdaderos practican el principio de suspender el juicio 80 Ver George Reid, Ministry, noviembre, 1991. cuando ellos y sus colegas alcanzan el límite de lo que entienden. Especialmente cuando consideran la historia bíblica (y los escritos de Elena de White) sobre temas tales como la naturaleza de Dios (no su carácter, de lo cual se ha revelado mucho), por qué se desarrolló el pecado, cómo Cristo pudo convertirse en un ser humano, cómo obra la regeneración... ellos reconocen que estos “son misterios demasiado profundos para que los explique la mente humana”. Recuerdan que “no debemos dudar su Palabra porque no podamos comprender todos los misterios de su providencia”.81Joyas de los testimonios, t. 2, p. 304. “La Biblia no es sino débilmente entendida. Un estudio con oración de sus sagradas revelaciones, hecho durante toda una vida, dejará mucho sin ser explicado”. — Counsels to Writers, p. 82. “Tanto en la revelación divina como en la naturaleza. Dios nos ha dejado misterios que exigen fe. Así debe ser. Podemos escudriñar siempre, averiguar de continuo, aprender constantemente, y sin embargo, quedará más allá el infinito”. —Joyas de los testimonios, t.3, p. 261. “Podemos comprender sus propósitos en la medida en que nos resulta benéfico conocerlos; y fuera de esto debemos seguir confiando en el poder del Omnipotente, el amor y la sabiduría del Padre y Soberano de todos”. — Joyas de los testimonios, t. 2, p. 303.MDS 405.5

    Forzar una interpretación porque uno siente que todo debe entenderse conduce con toda seguridad a una interpretación errónea. El descartar o hacer caso omiso de cualquier porción de la Biblia o de los escritos de Elena de White simplemente porque algunos pasajes no se entienden fácilmente también daña la comprensión que uno tenga de la verdad.MDS 405.6

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents