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Mensajera del Señor

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    La voz, no siempre bienvenida

    Afirmar que los detractores de Elena de White eran sólo los disidentes, los dirigentes carismáticos que reavivaron errores teológicos una vez olvidados, o los predicadores en las iglesias populares sería escribir nuevamente la historia. El consejo, y a voces la reprensión, no siempre son bienvenidos, no importa a quién se den. Si ella hubiera ofrecido solamente alabanzas, habría sido aclamada como la portadora de un buen juicio singular. Pero ella compartió la carga de los genuinos profetas de las Escrituras.MDS 232.11

    Desde los primeros días de su ministerio profético ella tuvo que contender con hombres y mujeres obstinados cuyos motivos egocéntricos y puntos de vista no autorizados por la Biblia debían denunciarse. 24 Note los congresos de 1851 en Washington, NH; Bethel, VT; Johnson, VT, citados en Bio., t.1, pp. 217-223.MDS 232.12

    En 1869, teniendo 41 años, Elena de White tuvo nuevamente que contender con la calumnia, los rumores y la desinformación. Al rememorar las giras que hacía por los campestres, ella escribió: “Las mentiras de absoluta malicia y enemistad, la pura fabricación de iniquidad expresada y puesta en circulación para derrotar la proclamación de la verdad, eran impotentes para afectar las mentes de aquellos que estaban realmente deseosos de saber qué es la verdad. No dudaba ni por un momento que el Señor me había enviado para que las almas honestas que habían sido engañadas pudieran tener una oportunidad para oír por sí mismas qué clase de espíritu poseía la mujer que había sido presentada al público bajo una luz tan falsa a fin de que la verdad no tuviera ningún efecto ”. MDS 232.13

    En esa carta ella destacó un punto que es siempre relevante: “Ninguno está obligado a creer. Dios da suficiente evidencia para que todos puedan decidir bajo el peso de la evidencia, pero nunca ha quitado ni nunca quitará toda ocasión [oportunidad] para dudar, nunca forzará la fe”. 25 Carta 12,1869, citada en Bio., t.2, p. 276.MDS 232.14

    Más tarde, en octubre de 1869, los ataques maliciosos fueron tan prominentes que se nombró un comité de dirigentes, integrado por J. N. Andrews, G. H. Bell y Uriah Smith, para investigar las acusaciones lanzadas contra Jaime y Elena White. El comité pidió todas las evidencias que pudieran reunirse para sustanciar los alegatos.MDS 233.1

    Tras la abierta invitación del comité, unas pocas semanas más tarde los White también solicitaron en la contratapa de la Review: “Sugerimos que aquellos que saben de cosas en la conducta general de la Sra. White y mía, durante el período de nuestras labores públicas, que son dignas de ser expuestas, o indignas de cristianos y de maestros del pueblo, que sean tan amables de darlas a conocer inmediatamente a la oficina”. 26Id., pp. 277-279. En este mismo número del 11 de enero de 1870, Jaime White escribió: “La posición y el trabajo de la Sra. White y de un servidor, durante más de veinte años, nos han expuesto a los celos de los celosos, a la ira de los apasionados, y a las calumnias de los calumniadores. Teniendo nuestras conciencias libres de ofensa hacia Dios y hacia los hombres, hemos continuado con nuestro trabajo. Pero debido a nuestro casi completo silencio en la línea de defensa, los acusadores se han vuelto más atrevidos y osados, de modo que, para bien de la causa con la que mantenemos conexiones tan íntimas, se ha pensado que lo mejor será enfrentar sus calumnias con una simple declaración de los hechos, la que probablemente aparecerá en la forma de un panfleto para una muy extensa circulación.MDS 233.2

    El 26 de abril de 1870, el informe en forma de panfleto estaba listo para su distribución. Los miembros de iglesia de todas partes tenían ahora en sus manos la evidencia que probaba que las calumnias, rumores y desinformación carecían de fundamento. El informe no fue impugnado.MDS 233.3

    En la Review, comenzando a fines de 1869 y siguiendo hasta bien avanzado el año 1870, Jaime White escribió 25 artículos en la primera página sobre “Nuestra Fe y Esperanza, o Razones por las que Creemos como lo Hacemos”. J. N. Andrews, entonces director de la Review, continuó con un editorial de veinte proposiciones respecto al uso de las visiones de Elena de White.MDS 233.4

    Andrews escribió lo siguiente sobre el uso de los escritos de Elena de White como una “prueba”: “Existen... hombres que en la providencia de Dios tienen una oportunidad de familiarizarse con la obra especial del Espíritu de Dios, de modo que reconocerán que su luz es clara, convincente y satisfactoria. Consideramos que para tales personas los dones del Espíritu son claramente una prueba”. 27Review and Herald, 15 de febrero, 1870. La Proposición 14 declaraba: “El objeto de los dones espirituales es mantener la obra viviente de Dios en la iglesia. Capacitan al Espíritu de Dios a fin de hablar para corregir los errores y exponer la iniquidad. Son los medios mediante los cuales Dios enseña a su pueblo cuando están en peligro de dar pasos equivocados. Son los medios por los que el Espíritu de Dios proyecta luz sobre las dificultades de la iglesia, cuando de otro modo sería imposible corregirlas. También constituyen el medio por el cual Dios preserva a su pueblo de la confusión al señalar los errores, corregir las interpretaciones falsas de las Escrituras y hacer que la luz resplandezca sobre aquello que está en peligro de ser entendido erróneamente, y por lo tanto de ser la causa de mal y de división para el pueblo de Dios.
    “En breve, su trabajo es unir al pueblo de Dios en la misma mente y en el mismo juicio sobre el significado de las Escrituras. El juicio meramente humano, sin una instrucción directa del Cielo, nunca puede descubrir la iniquidad oculta, ni corregir dificultades oscuras y complicadas de la iglesia, ni impedir interpretaciones diferentes y opuestas de las Escrituras. Ciertamente sería triste si Dios no pudiese aún hablar con su pueblo”.
    MDS 233.5

    En 1880 se publicó el Testimonio N.° 29. 28Testimonies, t. 4, pp. 384-522. Mucho del consejo estaba dirigido al gueto adventista en desarrollo en Battle Creek. Algunos de los miembros de la iglesia de Battle Creek, que no estaban dispuestos a aceptar los reproches y el desafio, acudieron a los periódicos locales para expresar sus senti-MDS 233.6

    Battle Creek, como también en Lansing, Chicago y Detroit, junto con los ciudadanos de Battle Creek, pudieron también leer los escrutadores mensajes de Elena de White. Y los periódicos aman los conflictos.MDS 233.7

    Uriah Smith pidió al Journal de Battle Creek que tuviese la cortesía de imprimir una réplica, lo cual fue concedido, para exponer algunas de las mentiras. Pocos días más tarde, el corresponsal Henry Willis escribió en el Journal: “Quisiera que todas las otras creencias religiosas en Battle Creek fueran tan leales a la moralidad como la Sra. White y sus adherentes. Entonces no tendríamos guaridas infames del vicio, ni negocios que ofrecen bebidas alcohólicas, ni locales que venden tabaco, ni infiernos con juegos de azar; ni aire contaminado con los vapores del licor o el humo de ese mortal destructor del hombre, el tabaco”. 29Bio., t. 3, pp. 130-131. En un mensaje especial para la iglesia de Battle Creek, Testimony for the Battle Creek Church, julio, 1881, p. 80, Elena de White escribió: “Se me ha mostrado que hay lenguas ingobernables entre los miembros de iglesia en Battle Creek. Hay lenguas falsas que se alimentan de perversidad. Hay lenguas taimadas y murmuradoras. Hay entremetimiento chismoso e impertinente, burlas mañosas. Entre los amantes del chisme algunos son movidos por la curiosidad, otros por los celos, muchos por el odio contra aquellos mediante quienes Dios ha hablado para reprobarlos. Todos estos elementos discordantes están en acción. Algunos encubren sus sentimientos, mientras que otros están ansiosos de publicar todo lo que saben, o aun sospechan, de algo malo que hay contra otro. Vi que el mismo espíritu de perjurio que convertiría la verdad en falsedad, el bien en mal y la inocencia en crimen, está actualmente activo, haciendo una obra con sabor de infierno antes que de cielo... Todos tienen defectos de carácter y no es difícil encontrar algo que los celos pueden interpretar para su daño”.—Citado en Bio., t. 3, p. 189.MDS 233.8

    En 1883, al notar que Uriah Smith y otros parecían tener una actitud indiferente hacia su trabajo, Elena de White pidió una reunión con los empleados de la casa publicadora. 30 Uriah Smith había tomado partido en la crisis en el Colegio de Battle Creek contra Goodloe Bell, el ex director del Departamento de Inglés en el colegio. Ver Bio., t. 3, p. 196. El problema más profundo, sin embargo, era que Uriah Smith se negó a leer un testimonio que Elena de White le había dado para que lo leyese a la iglesia durante la crisis del colegio. Se abstuvo de hacerlo por varias semanas porque no estaba de acuerdo con el consejo de ella. Al enterarse de esta actitud, la Sra. White escribió una carta más franca a la iglesia de Battle Creek en la que declaró que “ustedes podrían decir que fue sólo una carta. Sí, fue una carta, pero motivada por el Espíritu de Dios, para presentar ante ustedes cosas que me habían sido mostradas”.— Id., pp. 198-201.MDS 233.9

    Más tarde ella informó parcialmente las observaciones que hizo en esa reunión del 20 de agosto: “Se pondrán en circulación los informes más extravagantes, incongruentes, respecto a mi posición, mi trabajo y mis escritos. Pero aquellos que han tenido una experiencia en este mensaje y que han llegado a familiarizarse con el carácter de mi obra, no serán afectados por esas cosas a menos que se aparten de Dios y se corrompan por el espíritu del mundo. Algunos serán engañados a causa de su propia infidelidad. Quieren creer una mentira. Algunos han traicionado responsabilidades sagradas, importantes, y esta es la razón por la que vagan por los laberintos de la duda... Hay algunos que incluso están vinculados con nuestras instituciones que corren gran peligro que su fe naufrague... Satanás obrará en forma encubierta, en su mane ra más engañosa, en estas ramas de la obra de Dios...MDS 233.10

    “Durante cuarenta años Satanás ha hecho sus esfuerzos más decididos para interceptar este testimonio a fin de que no llegue a la iglesia; pero ha continuado año tras año para advertir al errante, desenmascarar al engañador y animar al desalentado. Mi confianza está en Dios”. 31Review and Herald, 16 de octubre, 1883. Varias semanas después de esa reunión del 20 de agosto, Uriah Smith informó en la revista de la iglesia las actividades del campestre de otoño en Michigan. Su crónica en esa ocasión mostraba que él había experimentado un cambio definido de su modo de pensar y de sentir respecto a Elena de White. Ver Id, 9 de octubre, 1883. En la Review Extra de diciembre de 1887, Uriah Smith escribió una extensa reseña de su período de duda en 1883 respecto a algunos aspectos del ministerio de la Sra. White. La declaración completa, titulada “The Weight of Evidence”, puede también encontrarse en Bio., t. 3, pp. 493-496.MDS 234.1

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